Cotiella (2.912 m) y Cotielleta (2.725 m) por el Circo de Armeña

El emperador del Prepirineo: el Cotiella

La gran cabeza caliza del Cotiella asoma entre el karst de Armeña

En días claros, los habitantes de la plana de Lleida en Catalunya y de la Ribera del Ebro y la Litera en Aragón, cuando miran hacia el norte, tienen la suerte de observar una cordillera que nos separa de nuestros vecinos franceses y del resto de Europa, no es otra que nuestros amados Pirineos. Desde lejos, las perspectivas y formas que cuando son cercanas nos parecen inconfundibles cuestan de identificar. Sin embargo, hay una forma que incluso en días con visibilidad nefasta por calima o tormenta, es imposible de olvidar. Una gran duna gris en verano y blanca durante el resto del año emerge poderosa y gigantesca ante otros macizos que, aunque quizá más altos, empequeñecen ante semejante mole. Pirámide perfecta en su cumbre y protegida por unos anchos y largos hombros, ese coloso lejano y perfecto es el Cotiella, y mientras que el Aneto, unos kilómetros más hacia el norte, es el rey del Pirineo, el Cotiella es el monarca indiscutible del Prepirineo con sus 2.912 metros.

Largo y tendido se ha discutido acerca de su condición prepirenaica, puesto que por prominencia y altura el Cotiella iguala y supera un porcentaje inmenso de las montañas pirenaicas y, teniendo en cuenta su categoría y relevancia, supera sin lugar a dudas muchos de los tresmiles del Pirineo. Sin embargo, debido a su posición apartada del eje axial pirenaico, se ha considerado que forma parte de las sierras prepirenaicas, junto con otras moles como el Turbón, la Peña Montañesa o el lejano Cadí. Este desplazamiento sobre el Pirineo central convierte al Cotiella en un mirador excelente, no solo sobre el Pirineo más ilustre, sino también sobre las extensas llanuras de Lleida y la Hoya de Huesca, mereciendo su condición de Atalaya del Pirineo

El macizo del Cotiella es extenso, ocupando el pico homónimo una posición bastante central, del cual salen descarnadas aristas hacia este, oeste y norte. Los fenómenos kársticos son especialmente patentes en este macizo, por lo que la presencia de agua corriente es nula a partir de una cierta cota ya que es absorbida por la porosa roca calcárea que forma el macizo, entre otros minerales. Es por ello que cuando uno ve el Cotiella parece un gigantesco desierto: gris, desolador y sin compasión. Si a eso le sumamos que esta montaña tiene una larguísima tradición de presencia de brujas, aquelarres y leyendas esto le dota al Cotiella de una condición mística y legendaria sin igual. 


Ficha técnica

Longitud: 17 km

Desnivel: 1.650 m

Altura mínima: 1420 m

Altura máxima: 2912 m

Dificultad técnica: I-I+ en el ascenso al collado de Cotiella

Track de Wikiloc

Mapa de la ruta realizada en Iberpix tomado en el visor Iberpix.

Acceso

Para acceder al circo de Armeña y sus cumbres el punto de inicio habitual es desde Barbaruens. Justo antes de entrar a Barbaruens, previo paso por Seira, sale una pista a mano izquierda en un estado bastante malo pero que con mucho cuidado se puede pasar con vehículos mínimamente altos. Al cabo de 15 minutos se llega a un rellano donde se puede dejar el coche. La pista sigue hasta más arriba pero el estado del piso empeora notablemente por lo que si no se lleva todoterreno es recomendable dejar el coche al rellano habilitado como parking. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción


Empezamos la ascensión en una sombría tarde de octubre en el mencionado rellano, situado a unos 1.420 m de altura. Empezamos a andar tranquilamente disfrutando del bosque otoñal, repleto de setas y con un olor a bosque húmedo delicioso. Desde el mismo rellano sale un camino a la derecha con un hito en su entrada que debemos tomar.

El camino sube decididamente y sin pérdida por medio del bosque, hasta que llegamos a un cruce donde nos juntamos con el GR procedente de Barbaruens. 

A nuestra espalda queda el camino tomado desde el aparcamiento que desde el GR está marcado con una cruz, pero que de vuelta no debemos olvidar de tomar.

Nos unimos a la pista justo cuando llega a su final, donde se convierte en sendero.

Entre el otoñal bosque, los muros calizos de la Punta Reduno empiezan a aparecer.


El final de la pista se convierte en un sendero que en un primer momento sube por el bosque, aunque en algunos momentos se abre y se pueden ver los inmensos cortados que se ciernen sobre el barranco de Bilsé, bastantes metros por debajo nuestro.

Mientras vamos atravesando los distintos barrancos que caen del Pico Reduno, vemos como una tormenta se empieza a acercar desde Chía.
Las bonitas paredes del Barranco Bilsé, que protegen el acceso al circo de Armeña, al cual nos dirigimos.

El ascenso final hasta la Colladeta de Armeña transcurre ya bajo un intenso chaparrón. Desde el collado, bajamos unos 60 metros y bordeamos el ibón de Armeña por su derecha. Una vez llegado al ibón proseguimos unos 20 minutos por un bosque precioso y casi llano hasta que llegamos al muy bien cuidado refugio de Armeña (1.860 m). Al fondo, el Llosal se muestra brumoso mientras cae la tormenta. 
Detrás del refugio sale un camino que va en primer lugar por una glera de piedra mediana un poco incómoda de subir. Subidos unos 100 metros de desnivel entramos en unos prados que permiten subir con bastante comodidad y rapidez, a medida que nos vamos acercando a la ancha cumbre del Cotiella.


El camino va bastante cerca de las paredes de la Cresta de Armeña, a nuestra derecha, puesto que a nuestra izquierda se encuentran las simas, muchas de ellas exploradas y catalogadas, de Armeña y los Lleners.  Ir por ese terreno kárstico es bastante engorroso y puede ser peligroso en días de poca visibilidad, así que es preferible cruzar el circo de Armeña por su parte derecha. Mientras vamos ascendiendo por el circo, la luz del día va ganando terreno.

Poco a poco vamos ganando altura hasta que llegamos a un tubo que, tras subirlo, nos deja justo al lado de la parte superior de las simas de Armeña. Delante ya vemos el Cotiella, cual caparazón gigante y cruzado por estratos marrones y verticales pilares

A su izquierda está el collado de Cotiella, que separa nuestro objetivo del Cotielleta, que también tiene impresionantes paredes en su cara norte.

Mientras bordeamos la cara norte del Cotiella, tenemos esta vista del Pico Espouy.

Para llegar al collado, tenemos que subir un último repecho, que se hace con bastante comodidad y, una vez situados debajo de la cara norte del Cotiella, flanquearla en leve subida por una tartera hasta que llegamos bajo la perpendicular de la escotadura.

Vistosas formaciones rocosas caen por la cara norte del Cotiella, cuya caliza surge entre el océano de tartera.

Una vez en la base del collado y ya con bastante inclinación, se sube por una incomodísima tartera de piedra pequeña que afortunadamente es bastante corta hasta llegar a la pared del collado. 

Vistas desde la parte superior del Circo de Armeña

A partir de allí, cada uno sube por buenamente puede, sin haber pasos muy difíciles (como mucho I-I+), aunque hay bastante piedra suelta y es bastante vertical. Nosotros, desde el medio de la pared subimos con tendencia a la derecha hasta llegar a la parte superior, entonces utilizamos una repisa hacia la izquierda que nos dejó arriba.

Cotielleta a contraluz.

Ahora nos queda es flanquear la cara sur del Cotiella por un camino un poco incómodo, con bastante piedra suelta y terreno inclinado.

En el flanqueo nos domina la muralla meridional del Cotiella.

Al collado de las Neiss se sube por una canaleta sin ninguna dificultad, que nos deja en una ancha explanada.

Desde el collado de las Neiss ya solo resta subir por una inclinada pala de roca que nos encontramos medio nevada pero que se sube fácilmente hasta llegar a la cima.


Tramo final de la subida, con vistas a la desolada planicie del Entremón, tras el cual surge la Punta Lierga.

El vértice de la cumbre del Cotiella.

La cima es increíblemente panorámica, con inmejorables vistas de la Maladeta, Ordesa, la Munia y el valle de Chistau, pero destaca sobretodo las vistas sobre el Posets y su macizo, que son sobrecogedoras. En esta foto, el dúo Espadas-Posets y el Perdiguero, dominando sus respectivos macizos.

Las Tres Sorores alineadas, al fondo del valle de Pineta.

Las Maladetas y la solitaria cumbre del Vallibierna, tras la sierra de Chía.

La agreste Peña Montañesa, cumbre de la Sierra Ferrera.

Con la vista puesta en el collado de Cotiella y el Cotielleta, empezamos el descenso.

De nuevo en el collado de las Neiss, con la alomada cumbre homónima en lontananza, volvemos a realizar el flanqueo.

El ascenso al Cotielleta desde el collado es un paseo, fácil y corto.

A media subida, detalle sobre el descompuesto descenso del collado de Cotiella.

Desde la cumbre del Cotielleta, las vistas sobre el hermano mayor son extraordinarias y denotan la magnitud de esta cumbre. 

La cresta del Cotielleta sigue sin obstáculos hacia el sureste, hacia la Punta Yali.

La cresta que conduce al Reduno desde el Cotielleta es muy vistosa.

El Circo de Armeña queda a nuestros pies, con todas sus simas que denotan la complejidad kárstica de su interior.
Tras el retorno al collado, solo hará falta volver por el mismo camino hacia el refugio, disfrutando del mágico entorno de Armeña, como esta vista de la impresionante pared norte del Cotielleta.

Poco a poco vamos dejando atrás el Cotiella, que refulge en una luz casi celestial.

Superado el karst, tras el cual el cabezón del Cotiella empieza a esconderse.

Poco a poco vamos descendiendo la tartera que cae bajo el Llosal, cercanos al Refugio de Armeña...

...que repentinamente aparece, en medio de un bucólico prado. Sin duda, uno de los lugares más bellos de toda la cordillera.