Monteró (574 m) desde Sant Llorenç de Montgai

 El Monteró y el Segre: circular por el entorno de Sant Llorenç de Montgai

El Castell de Gelís y el Monteró dominando Sant Llorenç de Montgai

Antes de internarse en la apacible Plana de Lleida el Segre tiene que rodear su última montaña, el último representante del Prepirineo en esta zona, el Monteró. Se trata de un pequeño macizo separado del pueblo de Sant Llorenç de Montgai por el Segre y el pantano que lo represa en este pueblo. La cumbre del Monteró es achaparrada y voluminosa, con paredes de notable tamaño cayendo sobre el pantano mientras que en su parte alta es totalmente suave. Sin embargo, en su cara norte, justo cuando el Segre se estrangula en el Pont d'Escalera, del Monteró se desprenden unas espectaculares crestas y escarpes calizos que, junto con las que existen en la vertiente contraria, ofrecen uno de los grandes paraísos de la escalada en el Prepirineo

En esta ruta se propone una clásica circular en la que rodearemos todo el pantano de Sant Llorenç de Montgai, ascendiendo al Monteró por su cara sur y descendiendo por su cara norte, por el Pas de l'Orellut y la Coma de Gelís, aprovechando para ascender al torreón rocoso del Castell de Gelís. Tras descender de nuevo al Segre, volvemos al pueblo por un camino que va paralelo a la carretera y a las grandes paredes de la Paret de l'Ós, conociendo en profundidad el último y más salvaje rincón del Prepirineo de la Noguera.

Ficha técnica

Desnivel: 440 m

Longitud: 9 km

Altura mínima: 250 m

Altura máxima: 575 m

Dificultad técnica: Nula

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

A Sant Llorenç de Montgai se puede llegar desde Balaguer o desde Camarasa. Viniendo desde Balaguer, poco antes de llegar al pueblo, a mano derecha hay un sitio habilitado para aparcar. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace de Google Maps.

Fotodescripción

En un día gris y neblinoso, empezamos nuestra andadura dando la espalda al pueblo de Sant Llorenç de Montgai y avanzando paralelamente a la carretera que va a Balaguer.

Algo más allá, el camino se separa de la carretera y entra en un bonito pasillo entre árboles, con el pantano y sus juncos justo al lado.

En esta curva y ya en terreno despejado nos alejamos definitivamente de la carretera y nos dirigimos hacia la presa del pantano.

En la otra punta del pantano, la mole del Monteró se encuentra bajo la niebla, que queda a su altura. Más a la izquierda, el Castell de la Coma de Gelís marca el límite de lo visible entre la neblina.

Las instalaciones de la presa se encuentran muy cercanas, con la central hidroeléctrica quedando a la derecha.

Debemos pasar por lo alto de la presa, que se encuentra abierta a todos los caminantes.

Mientras pasamos vemos como el Segre, ya bastante ancho en estas alturas de su vida, se interna definitivamente en el Pla de Lleida, dirigiéndose a Balaguer, capital de la Noguera.

En el otro lado de la presa nace un sendero que sigue rodeando el pantano, pero ahora por la otra vertiente. El sendero se interna en el bosque, pasando bajo el tendido eléctrico y cruzando un barranco.

Tras poco más de 500 metros por esta vertiente del pantano, a mano derecha se abre un sendero, marcado con un hito. Aquí nos debemos desviar del camino que rodea el pantano para empezar un fuerte ascenso.

El sendero avanza por el margen izquierdo de una torrentera que se halla invadida por la carrasca, aunque el camino la atraviesa bastante cómodamente. Debemos llegar a la cabecera de este barranco, defendido por la Roca Ramprunyera, cuya pared empieza a divisarse entre los árboles.

El ascenso es intenso por lo que la lámina azulada del pantano ha quedado rápidamente abajo.

Tras ganar unos 100 metros de desnivel, el sendero se aparta del fondo del barranco y gana la loma que cierra la torrentera por la derecha, lo que nos otorga una bonita perspectiva del diente rojizo de la Roca Ramprunyera. 

Ya estamos en la cabecera del barranco. El sendero se dirige ahora hacia la cara sur del Monteró, para ganar su arista somital.

El sendero nos deja delante de un corto murete algo pulido de trepada fácil y que se puede esquivar por la izquierda si se desea.

Tras el paso, el único en el que utilizaremos las manos en toda la ruta, el sendero asciende por la pelada cara sur del Monteró, tumbándose progresivamente hasta que...

...llegamos a la arista somital en la cota más meridional del macizo. Desde esta modesta punta vemos la cumbre del Monteró y, a la izquierda, la fortaleza del Castell de Gelís.

Seguimos la anchísima loma del Monteró, trasponiendo varias cotas sin ganar apenas altura hasta que nos plantamos en la base de la cúpula somital, donde ahora sí, ascendemos los 70 metros que nos quedan hasta la cumbre.

Así, ganamos la anchísima cumbre del Monteró, donde se aloja un conjunto arqueológico de época romana, concretamente un fuerte tardorrepublicano del siglo I a. C.

Al ser la cumbre totalmente aplanada, la propia cima limita las vistas. Las pocas que tiene las podemos mejorar avanzando hacia el norte, por lo que nos quedamos poco rato arriba.

Así, con las cumbres más altas del Mont-Roig luchando con la niebla, empezamos a descender por la loma norte del Monteró continuando en el mismo sendero por el que habíamos llegado.

Y mientras el Mont-Roig cae presa de la gris niebla, la Muntanya de Sant Salvador aparece bien soleada, contrastando fuertemente con la sombría pared del Pic del Mu desplomándose encima de Camarasa.

Ignorando desvíos a mano izquierda, seguimos descendiendo por la loma mientras va apareciendo el torreón rocoso del Castell de Gelís.

Ante la aparición de una pared que cierra el paso, el sendero se desvía por la derecha hacia el llamado Pas de l'Orellut, que salva el corte en el camino mediante unas placas inclinadas que en caso de estar húmedas obligan a prestar algo de atención.

Con la pared a la izquierda y un muro arbustivo a la derecha, el sendero se abre paso por un estrecho pasillo a la vista del...

...formidable Castell de Gelís, una fortaleza rocosa rodeada de agujas y abismos en la que aún se pueden observar restos de una antigua edificación.

Llegamos al collado que nos separa de esta cumbre, en apariencia inexpugnable, aunque, como veremos, existe un paso para coronar su diente.

Las nieblas parece que se van retirando del bucólico entorno de Sant Llorenç de Montgai aunque no tardarán en regresar.

Para ascender al torreón, desde el collado sale un senderillo que en fuerte y descompuesto ascenso avanza en dirección a las paredes.

El camino se acerca a la impresionante pared septentrional del castillo, un buen mirador de las sierras exteriores prepirenaicas.

Y, cuando parece que el paso se torna imposible, vemos como una estrecha y alta brecha corta el diente en dos. En la pared derecha hay restos de un antiguo muro que delata la presencia humana en esta fortaleza natural desde hace siglos, anterior incluso al derruido Castell de Gelís.

Atravesando la boscosa plataforma somital y realizando una breve trepada, nos acercamos a la desplomada cumbre del Castell de Gelís...

...en lo más alto de la cual hay una Senyera que marca el punto más alto.

A pesar de ser más bajo, el Castell de Gelís tiene mejores vistas que desde el Monteró al ser una punta mucho más destacada. Aún así, el Monteró, cuya gran cúpula tenemos muy cercana, limita toda perspectiva hacia el este.

Al otro lado del Segre, vemos el pueblo de Sant Llorenç de Montgai dominado por otro castillo...

...el Castell de Llorenç, coronando a su vez una fortaleza rocosa casi idéntica a la que estamos actualmente pero aún más intimidante.

El panorama septentrional se vería limitado por el Mont-Roig, la gran sierra de la zona, pero irónicamente hoy se ve cubierto él mismo por las nubes altas que cubren gran parte del cielo. Pero el gran atractivo visual en este punto cardinal son los mil y uno roquedos que escoltan al Segre en su último tramo de montaña. 

Precisamente bajo estos roquedos transcurre nuestra vuelta, que empieza en el collado de la Coma de Gelís, por la cual bajaremos.

La Coma de Gelís está encajonada entre las paredes septentrionales del Monteró, a la derecha...
...y los crestones calizos que empiezan a brotar por doquier en la ladera norte del Castell de Gelís.


El descenso es empinado y se complica notablemente por el barrizal en el que se ha tornado el camino por la humedad de la niebla, muy habitual en estos lares durante la época hivernal. Por ello, tardamos más de lo previsto en dejar atrás los torreones del Castell de Gelís y el collado de donde venimos.


Habiendo descendido casi 200 metros de desnivel, el sendero se suaviza por fin y empieza a girar hacia la derecha para...


...unirse al sendero que rodea todo el Monteró por la ribera del pantano y que habíamos abandonado hace un buen rato para ascender hacia la cumbre. En esta foto se aprecia el inicio del sendero de la Coma de Gelís y también se aprecia el estado del camino, totalmente embarrado.

El sendero nos deja en la carretera de Sant Llorenç a Camarasa en el punto donde cruza el Segre por el Pont d'Escalera.

Cruzando el puente, empezamos el largo retorno a Sant Llorenç de Montgai por la carretera, que afortunadamente cuenta con suficiente espacio al lado de la misma para poder andar con tranquilidad. Además, no es muy transitada.

El retorno es sumamente plácido, lo que aprovechamos para gozar de los escarpados centinelas que se reparten por las dos vertientes del Segre; aquí vemos uno de los más espectaculares: la cresta de la Coma de Gelís, una vistosa arista caliza que culmina en un espectacular torreón. 

El tema es que en el otro lado, hay parajes igual de impresionantes, como la descomunal Paret de l'Ós, que se inicia como un descarnado murallón rojizo...

...y finaliza con una pared desgajada del muro principal y que tiene una pavorosa brecha que parece fruto de un tajo de un ser descomunal.
La vuelta nunca se hace pesada puesto que las perspectivas van cambiando a cada paso, especialmente las de la cresta de la Coma de Gelís, que se va tornando más atractiva cuanto más nos separamos de ella.

Y así de bien acompañados vamos retornando relajadamente hacia Sant Llorenç de Montgai para cerrar esta preciosa circular por los últimos reductos meridionales del Prepirineo de Lleida que compiten por ser también los más bellos.