Serra Carbonera (789 m) y Pic del Mu (740 m) por Camarasa

 Travesía por la selva y la niebla de la Serra Carbonera

El Pic del Mu desde el sendero a la Cova del Tabac, en el Mont-Roig.

Antes de llegar al vasto Pla de Lleida, el Prepirineo muestra sus sierras más exteriores, de una altura muy modesta pero que destacan bastante sobre la ya muy cercana llanura por sus grandes paredes y su carácter agreste. Sierras como el Montessor, el Mont-Roig o la Serra de Boada son las primeras elevaciones que se ven cuando uno se empieza a adentrar hacia el norte de la provincia de Lleida. En general son muy poco pateadas debido a su baja altura y su incomodidad de tránsito, puesto que se ven invadidas frecuentemente por un denso matorral de carrasca y otros desagradables arbustos. Una de esta sierras es la Serra Carbonera, que ocupa una posición privilegiada con respecto al Segre, ya que primero forma el precioso Estret del Mu y, una vez el Segre se une con la Noguera Pallaresa en el Aiguabarreig, forma el Congost de Camarasa con el Mont-Roig.

La Serra Carbonera está protegida por grandes roquedos y paredes por casi todas sus vertientes pero en su parte alta es un gran altiplano en la que hay la ermita de Sant Jordi, muy popular en la vecina población de Camarasa. Todas sus cumbres dan a la parte exterior, ya sea mirando al Segre como el Pic del Mu o al Pla de Lleida como la cumbre de la sierra. La cumbre del macizo, curiosamente, es la menos transitada de toda la sierra ya que está bastante apartada del centro y además está literalmente engullida por la vegetación. Por eso no es raro notar como no tiene un nombre propiamente dicho, aunque para referirse a la misma se suele utilizar el nombre del macizo, Carbonera. Su ascensión se la recomendaría únicamente a los coleccionistas de cumbres, que se van a llevar unos cuantos arañazos para llegar a una cumbre sin visibilidad. No es el caso del resto de la excursión que detallaré aquí, que tiene las mejores vistas posibles del Aiguabarreig del Segre-Pallaresa, del espectacular Mont-Roig y de la Noguera profunda

Ficha técnica

Desnivel: 600 m

Longitud: 12,5 km

Altura mínima: 440 m

Altura máxima: 789 m

Dificultad técnica: Nula.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

A Camarasa se llega desde Balaguer cogiendo la C-13. Al principio del pueblo tomamos una carretera en dirección a Cubells que atraviesa el pueblo. Cuando la carretera está a punto de abandonar Camarasa, otro indicador que señala el ayuntamiento nos hace entrar en el pueblo otra vez y lo atravesamos hasta su parte superior hasta una fuente con otro indicador que marca la dirección a la Ermita de Sant Jordi. A la derecha, una pista con fuerte pendiente sale, primero de cemento y luego, cuando la pendiente disminuye, de tierra aunque con buen piso. Siguiendo esta pista hasta el final nos llevaría a la ermita de Sant Jordi pero nosotros dejamos el coche en un lugar plano, en un cruce de caminos entre campos donde hay espacio para dejar el coche. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción


Dejamos el coche en el cruce de caminos y seguimos la pista hacia arriba. Al otro lado del Segre, las rojizas paredes del Mont-Roig luchan por dejarse ver frente a la niebla, que va ganando terreno.

De igual manera, la Serra Carbonera va difuminándose ante nuestra vista, aunque en ocasiones la blanca Ermita de Sant Jordi se distinga encima del cerro que tenemos enfrente.

 La primera parte de la excursión es muy sencilla, simplemente tenemos que seguir la pista, que sube suavemente hasta lo más alto de la sierra para llegar casi a la Ermita de Sant Jordi, que vemos encima de las paredes del macizo. 

Pasamos por la parte alta del Barranc del Canudell, que tiene un curioso paisaje de "badlands" en su vertiente derecha. Por este barranco sube una de las rutas que asciende a la Carbonera desde Camarasa.

La pista se acerca a un circo entre las paredes de Carbonera, que es por donde el camino accede al altiplano somital. 

La pista sube suavemente hasta que llegamos a una bifurcación. La pista izquierda rodea toda la Serra Carbonera y es por donde volveremos. De momento seguimos subiendo por la pista principal.

Al frente deberíamos tener la cumbre de Carbonera, pero la niebla la cubre (y la va a cubrir todo el día).

Para ganar altura, la pista realiza una serie de zigzags y llega a la base de las paredes que defienden el fondo del circo.

La niebla nos ha engullido totalmente, aunque si miramos abajo podemos ver las lazadas de la pista.

Cuando llegamos a lo alto del circo, la pista aprovecha un punto donde los roquedos ceden y traza una diagonal hacia lo alto de la sierra. 

Ya estamos en la meseta de Carbonera. Si siguiéramos rectos llegaríamos a la ermita de Sant Jordi, pero nos desviaremos para ascender a la cumbre de Carbonera.

Para ir a la cumbre de Carbonera, abandonamos a la pista tomando un carril a mano derecha.

Este carril nos conduce a un campo totalmente helado que debemos cruzar.

Llegados al otro lado del campo, empezamos a ascender hacia la cota central de Carbonera sin sendero pero por terreno cómodo y algún hito esporádico.

Cercanos a la cota central, que está ocupada por una pequeña estación meteorológica, aparece un gran hito. Irónicamente, va a ser el último que veamos hasta llegar a la cumbre de Carbonera.

La niebla, caprichosa, nos engulle al llegar a la cota central de Carbonera, por lo que nos impide ver el camino hacia la siguiente cota de Carbonera, que es ya su cumbre principal.

De momento, empezamos a bajar hacia el collado que nos une a la cumbre de Carbonera, aprovechando un tramo rocoso libre de vegetación al filo de la pared, vegetación que va ganando densidad a medida que avanzamos.

Llegamos al collado y la vegetación se cierra totalmente. Así pues, nos metemos de lleno en la selva de arbustos y carrasca que tenemos delante. Imprescindible la manga larga si queremos salir indemnes.

A pesar de que apenas nos separa algo más de medio kilómetro de la cumbre, el avance es muy lento y penoso. En un momento dado encontramos unas marcas verdes pintadas en los árboles que parecen señalar lo que antes era un sendero pero que se ha perdido totalmente. Como es mejor que nada, lo intentamos seguir.

Sin embargo, lo acabamos perdiendo y volvemos a entrar en la selva. Cercanos a la cumbre, un pequeño roquedo aparece y lo aprovechamos para ganar algo de altura con más comodidad.

Llegando ya a la cumbre de Carbonera, perdemos un rato en encontrar el punto más alto.

Finalmente, magullados y repletos de arañazos, llegamos a la cumbre de Carbonera, rodeada de vegetación y sin apenas panorámica. Por no haber, no hay ni hito que marca la cumbre.

Lo único que conseguimos divisar entre la fronda es el Montsec de Rúbies y Sant Mamet.

Volviendo, nos encontramos de nuevo con pintadas y cartelitos con el verde, alguno con el número siete. Deduzco que debía ser un antiguo sendero en desuso.

Volviendo ya, volvemos a bajar por el roquedo pero luego no logramos encontrar el sendero.

Desorientados por la niebla, bajamos demasiado y nos metemos de lleno en la cara sur, donde hay alguna pared importante que nos encontramos de frente. Tras superar algún paso delicado y el muro de vegetación, más denso que nunca, volvemos al collado y, de allí, al terreno más amable. Con buena visibilidad esto debe ser otra cosa.

Tras superar la cota con la estación meteorológica, avanzamos ahora sí, hacia la ermita de Sant Jordi, que vemos al fondo.

La ermita de Sant Jordi tiene una estructura realmente curiosa.

Si miramos hacia el resto de la Serra Carbonera, podemos ver la cota central, con el punto blanco de la estación meteorológica en lo más alto. A la derecha tendría que estar la cumbre de Carbonera, pero sigue cubierta.


Desde la misma Ermita de Sant Jordi, avanzamos por la pista que se dirige hacia el norte, para cruzar toda la meseta somital.

Dejamos al lado los Corrals de Sant Jordi.

Este árbol no cede su escasa isla de pasto a pesar de estar rodeado de un campo de cultivo, un auténtico superviviente.

A medio camino, aparece a mano izquierda el profundo Avenc de Sant Jordi, objetivo de los espeleólogos.

 La pista cruza la parte alta de la Serra Carbonera mientras va descendiendo ligeramente para acercarse a la otra vertiente de la sierra, donde se encuentra nuestra próxima cumbre: el Pic del Mu o Tossal de Sant Jordi, cuyo bulto vemos al fondo.

Cuando llegamos a la curva que hace la pista, entramos en el campo para cruzarlo y llegar a la base del pico. Desde allí, superamos los escasos 70 metros de desnivel que nos separan de su cumbre.

Que diferencia de vistas con respecto a la otra cumbre de hoy... Tenemos el Aiguabarreig del Segre y la Noguera Pallaresa a nuestros pies, con la Noguera entera en el horizonte.

La proa del Mont-Roig apenas muestra su parte baja. Si que se distingue la entrada a la Cova del Tabac.

En la cumbre hay una trinchera de la Guerra Civil, recuerdos de la sangrienta batalla que hubo en esta zona hace casi 90 años. Seguramente sus malogrados ocupantes también tendrían días de niebla, como la que hoy sigue cubriendo la cumbre de Carbonera.

La presa de Camarasa a vista de pájaro.

Y tras la sinuosidad del embalse de Camarasa, que se intuye debajo de las paredes que flanquean las aguas de la Noguera Pallaresa, el Montsec d'Ares.

Como la niebla está subiendo de nuevo y la sensación de frío es cada vez mayor, nos disponemos a bajar.  Empezamos a descender hacia el collado meridional del Pic del Mu, para recuperar la pista.

Cruzamos de nuevo el campo y entramos en la pista, que rápidamente se convierte en sendero.

Este sendero primero bordea un barranco para después empezar a descender fuertemente hacia una torre eléctrica.

Tras cruzar el barranco el sendero va en dirección oeste y empieza a bajar con fuerza.
El primer tramo tiene algún destrepe fácil, con el resto del sendero entrando en tramos boscosos y empinados.

Descendida bastante altura, hacemos una diagonal hacia la torre eléctrica, que ya vemos cercana.



Para los que hacen la ruta en sentido contrario, en la curva de la pista que va hacia la torre, este hito marca el inicio del sendero hacia el Pic del Mu.

Ahora podríamos seguir por la pista, pero tomamos este atajo y emprendemos un descenso más directo por la ladera.

Hemos dejado bastante atrás el Pic del Mu, que tiene este sombrío aspecto.

Cruzamos el cortafuegos que sigue el tendido eléctrico, que sale de la misma central hidroeléctrica de Camarasa, en el fondo del valle.

Finalmente, llegamos a la pista de les Coves, que nos conducirá de nuevo al coche tras bordear toda la parte occidental y meridional de la Serra Carbonera.

La vuelta es plácida, ya que la pista apenas tiene desnivel y tiene unas panorámicas soberbias. La pista primero va paralela al Segre, teniendo estas vistas de Camarasa, que vemos al fondo, y de la Muntanya de Sant Salvador.

Poderosas agujas se descuelgan de las laderas de Carbonera.

Atrás dejamos el Montroig, de nuevo totalmente cubierto por la niebla alta.

Vamos bordeando toda la Serra Carbonera por el oeste y luego por el sur.

Ya estamos llegando a los pies del Tossal de Sant Jordi, donde se encuentra la ermita homónima.

Cuando el Segre llega a Camarasa, hace una curva para rodear el Monteró, pasando por Sant Llorenç de Montgai.

 Llegamos de nuevo a la bifurcación del principio de la excursión y, tras pocos minutos, de nuevo al coche para finalizar esta excursión por la modesta pero agreste Serra Carbonera.