Los tres Eristes (3.051, 3.031 y 3.041 m) por Barbarisa

Ascenso a las tres islas del mar granítico de Bagueña y Barbarisa: los Eristes

Los tres Eristes por encima de las nubes desde la Punta Suelza: el Pico Beraldi o Eriste Norte, el Eriste Central y el Eriste Sur

Las tres montañas que reciben el nombre de los tres Eristes o Bagueñolas, cabecera del valle de Bagueña y Barbarisa, tienen cierta fama de montañas desagradables, pestosas y complicadas de ascender. No voy a ser yo el que refute estas opiniones, pues ciertamente son cumbres de accesos por terrenos podridos, eternos pedregales, de largas y muy poco intuitivas ascensiones y con tramos finales que tienen su complicación, más aún si no encuentras el camino correcto, lo que suele ser habitual.  Sin embargo, los montañeros que se decidan por ascender a estas montañas se van a encontrar con tres bellos tresmiles con una de las panorámicas más excelsas del Pirineo Central al estar desgajados hacia el sur del cuerpo principal del gigantesco Posets y tener una altura nada desdeñable, circunstancias que permiten que estas tres pequeñas cabezas puedan ser vistas desde la mayor parte del Pirineo. Su propia dificultad y mala fama hacen de filtro y provocan que nos encontremos en la mayoría de ocasiones en una soledad absoluta, apenas acompañados de algún grupo de cabras sorprendidas por hallar a humanos en semejante terreno de alta montaña.

Estas montañas permiten hacer una circular que en mi opinión, es la mejor opción para realizar las tres. Conoceremos el Valle de Barbarisa en profundidad, puesto que lo vamos a recorrer en su totalidad durante la ida como aproximación, pudiendo observar sus preciosos ibones escoltados por la dolomítica muralla que conforma la cara oeste de las montañas que vamos a realizar. También conoceremos la desolada planicie de Bagüeña, un entorno impresionante de alta montaña, que es la vertiente que vamos a utilizar para ascender a nuestros objetivos y que también vamos a utilizar para descender para volver, ya bastante al final de la ruta, al valle de Barbarisa. Es una ruta larga, para hacer cada uno de los Eristes se tienen que descender bastantes metros que, junto a la dureza del terreno, incrementan la dificultad de la ruta en general. Por todos los factores mencionados, recomiendo esta excursión a montañeros con cierta experiencia y buena forma física, con buena orientación y con gusto para rutas solitarias. En el caso que así sea, esta ruta va a cumplir las expectativas con creces pues dicho montañero va a tener la oportunidad de conocer tres montañas únicas.

Ficha técnica

Longitud: 17 km

Desnivel: 1900 m

Altura mínima: 1.830 m

Altura máxima: 3.056 m

Dificultad técnica: Algún paso de II para el Paso de la Gralla, I+ para el Gran Pico de Eriste, II continuado para el Eriste Norte, II+ en la chimenea del Eriste Sur

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Para llegar al Puerto de Sahún, se puede acceder desde Chía o desde San Juan de Plan mediante una pista de 25 km. Desconozco el estado de la pista desde Plan, pero el estado de la pista que conduce al Puerto desde Chía es más que aceptable para un turismo normal, donde hay apenas un par de tramos en los que se tiene que tener cuidado. Hay incluso tramos cimentados. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pinchando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

El Puerto de Sahún es el inicio de esta excursión y, como divisoria de los valles de Chistau y Benás, es un mirador extraordinario, con unas grandísimas vistas sobre el Valle de Pineta y las Maladetas. Desde el collado, tenemos estas vistas del macizo de Cotiella, con la Peña las Once haciendo de muro frontal.

Desde este puerto también podemos contemplar, la terrble cara oeste del Eriste Sur culminando el tremendo muro que cierra el Valle de Barbarisa por el este. Desde el mismo puerto sale una pista de acceso restringido que pierde cerca de 200 metros de desnivel para llegar a la Cabaña dels Prats, punto de inicio del PR que recorre el Valle de Barbarisa. Pero hay una alternativa: existe un sendero que permite entrar en el Valle de Barbarisa sin perder altura, faldeando las estribaciones meridionales del Mollón Cuadrado del Yerri.

Sabiendo que se debía avanzar hasta el verdadero puerto para encontrar el inicio, abandonamos el coche y nos dirigimos hacia el norte. Una vez allí, vimos como multitud de senderos, creados por los rebaños que pululan por la zona, se generan justo al lado de una cabaña. Tomando uno de ellos que avanza a media altura y esperando que sea el correcto, empezamos nuestra andadura. Aunque vamos viendo algún hito de forma ocasional, el sendero se va perdiendo y creando, dejando clara su condición de sendero de rebaño.  La Sierra de Chía, con el Puntal bien destacado a la izquierda.

En un momento dado, llegamos a un prado donde un sendero muy claro aparece pero que parece descender. Lo seguimos y perdemos unos 50 metros para llegar a otro prado, que queda enfrente de dos cortados a distinta altura. Ahora ya tenemos claro que no hemos seguido el camino correcto, puesto que si seguimos bajando para esquivar el cortado, se llega casi a la misma altura que la pista, muy próxima ya a la Cabaña dels Prats.
Entre los dos cortados mencionados hay un estrecho pero transitable pasillo herboso y por encima del cortado superior parece haber bastante más espacio para pasar. En el prado de la foto es donde aparece el sendero que nos hace perder altura y que no es el correcto. El sendero adecuado avanza sin perder altura, pero es muy tenue. 

Tras subir una empinada pendiente, ganamos un sendero muy tenue que pasa por encima del cortado y que aparece y desaparece, aunque empiezan a aparecer hitos que nos hacen mantener el rumbo, mientras cruzamos canales y siempre por terreno desagradable. Tras pasar un gran hito, no tardamos en juntarnos con el buen camino que viene de la Cabaña dels Prats. En conclusión, diría que el camino que flanquea desde el puerto de Sahún es un camino un poco engorroso, más rápido que la alternativa por la pista pero bastante más incómodo, aparte de que las frecuentes subidas y bajadas aportan también cansancio en las piernas. Cuestión de gustos y de prioridades.
Cuando nos unimos al PR que viene de la Cabaña estamos sobre unos 2150 metros de altura. El camino, bien marcado, sube fuertemente al lado del barranco para ganar altura rápidamente y llegar al Ibón Chico de Barbarisa, que dejamos a la derecha. El camino se bifurca aquí, puesto que el PR se aleja hacia la surgencia que viene del Ibón de Barbarisa mientras que nosotros seguimos rectos, siguiendo un camino que no tiene marcas y que sube hacia una pequeña colina que tenemos delante.
Siguiéndolo, vamos acercándonos al muro que marca el final del Valle de Barbarisa, que debemos superar y que queda justo encima de los Ibonets de Barbarisa, donde debemos llegar en primer lugar. El camino finaliza justo al llegar a ellos, desde donde vemos el Ibón de Barbarisa detrás de nosotros, de mucho mayor tamaño y de forma alargada. Los ibones superiores de Barbarisa, casi secos.


A nuestra derecha, la tremenda y larga muralla de las montañas de Bagüeña, de apariencia dolomítica y de muchos metros de altura, un entorno verdaderamente único. Nuestros pasos deben dirigirse a la base de esta muralla, justo debajo del Eriste Sur que aparece imponente desde aquí. Pero para llegar a él, debemos superar el muro anteriormente mencionado.
 
Desde el sendero al Ibón de Barbarisa vemos el collado de la Ribereta, por donde volveremos mañana. Nuestra vuelta irá por el otro lado de la muralla de Barbarisa hasta llegar al collado.
Este muro tiene una pared que ocupa toda su parte central y derecha, cortada por algunas canales que parecen ser bastante verticales. Lo más fácil es esquivarla por su parte izquierda, como si fuéramos al collado de Barbarisa, donde hay una pedrera con un roquedo justo en medio, y llegar a una zona herbosa que gira hacia la derecha (NE) y que va por encima de la pared, ganando altura y avanzando en dirección a la pared del Eriste Sur.  Croquis de como llegar al Ibón Chelau desde Barbarisa.
Empezamos a subir por la pedrera, formada por rocas de tamaño medio pero inmóviles en su mayor parte, lo que permite ascender con una relativa comodidad y guiándonos por hitos que aparecen muy esporádicamente. El islote rocoso que marca la mitad de la pedrera lo superamos por su izquierda, aprovechándonos de los tramos herbosos, para luego volver a la pedrera, que se va haciendo cada vez más incómoda.

Los ibones de Barbarisa desde la pedrera.
Seguimos subiendo pero con tendencia hacia la derecha, separándonos del collado de Barbarisa. Cuando vemos que la zona herbosa empieza a aparecer a nuestra derecha, nos unimos a ella, sabiendo que hemos superado la muralla. 
 Barbarisa a vista de pájaro.

La sierra de Barbarisa, con el collado homónimo a mano derecha.
Después de un rato ganando altura la inclinación va en decremento y vamos entrando en terreno cada vez más rocoso, cruzando las pedreras que caen de la Tuca del Sen, señal de que nos acercamos a la base de los Eristes y al Ibón Chelau.
Llegados al Ibón Chelau nos encontramos con una imagen sobrecogedora, las terribles caras oeste del Eriste Central y Sur, en medio de un silencio sepulcral. Pocos ambientes he visto tan hostiles y tan de alta montaña como este alejado rincón, en medio de la nada.

Ibón Chelau, el Pico del Sen y el torreón del Gran Pico de Eriste.

Una vez encontrado un lugar más o menos llano y con hierba (debe ser el único) para dormir, vamos a la Porteta de l’Infierno para ver la puesta de sol, que se va escondiendo entre las nubes que adornan el día y que no nos dan mucha visibilidad pero que añaden belleza al panorama. Al otro lado de la Porteta, el otro Ibón Chelau, con el Bachimala, los Culfreda y la Munia en el horizonte.

Detrás, toda la ruta realizada para llegar hasta aquí, más allá del brutal diente del Pico de Bagüeña: el Valle de Barbarisa entero con los ibones de Barbarisa en nuestra vertical y el Puerto de Sahún, muy lejano y separando el macizo de Eriste del Puntal de Chía y el inmenso Cotiella. 
 
El primer problema que se nos plantea es como superar el muro que tenemos delante, que parece infranqueable. Pero hay un paso que permite cruzarlo y pasar a la vertiente de Bagueña sin mucha dificultad. Este paso no se ve a simple vista puesto que es una canal que queda escondida detrás de las paredes del Eriste Sur y que traza una diagonal desde una pedrera que hay en la base de la muralla hasta una marcada brecha que se ve entre los dos Eristes.  En la foto, croquis de subida al Paso de la Gralla y al Gran Pico de Eriste.

En la base de la pared vamos directamente a por el murete negro por su parte central, donde hay pasos que no superan el segundo grado, aunque es más fácil encararlo por la izquierda.

En la pedrera intermedia trazamos una pequeña diagonal hacia la derecha para encarar un segundo murete, de dificultad similar al anterior pero más corto. Cuando llegamos a la mitad de éste, vamos desviándonos hacia la derecha para llegar a la pedrera desde donde sale la canal, muy clara y marcada con algún hito. Ibón Chelau y Tuca del Sen.

En la entrada de la canal, vista atrás. Se puede apreciar la pedrera situada a la base de la canal, su parte más descompuesta.

La canal es muy sencilla y no está tan descompuesta como cabe pensar, aparte de corta. Tiene algún resalte de segundo grado como mucho que yo creo que se puede esquivar para hacerlo más fácil. Poco a poco vamos ascendiendo la canal y superando resaltes hasta que llegamos a la parte superior, el Paso de la Gralla. 
En el Paso de la Gralla,nos recibe el sol de mañana y vemos la desoladora planicie pedregosa de Bagüeña al otro lado. Vista desde el paso al diente del Gran Pico de Eriste.

Para ascender al Eriste Central o Gran Pico de Eriste, el más alto de los tres, bajamos unos metros hasta que podemos desviarnos a la izquierda para luego volver a subir a una brecha muy cercana y de altura superior. Canaleta de acceso a la brecha superior.

Desde allí, vemos la corta canal que nos queda hasta la cumbre. Cuidado en esta canal porque a pesar de que es fácil, está muy podrida y es fácil resbalar.

Cumbre del Gran Pico de Eriste, entre las nubes. Por la mala visibilidad y el frío, apenas estamos unos minutos arriba y nos volvemos para abajo, una lástima.
 
Eriste sur mientras bajamos del Eriste Central.
De nuevo en la brecha nos dirigimos al Eriste Norte o Pico Beraldi, el más bajo de los tres. La cara que vemos es una auténtica pared que tiene una característica fisura en su parte derecha. Para ascenderlo, bajamos de la brecha por un terreno caótico de piedra mediana y grande pero incómoda y nos vamos acercando a la base de la pared del Eriste Norte.

A medida que nos vamos acercando, la calidad del terreno es cada vez peor hasta que llega el punto de que cada paso que damos implica que las piedras de nuestros pies se vayan para abajo, convirtiendo el flanqueo en una travesía penosa. Afortunadamente, en la misma base del muro que queremos rodear, vemos una estrecha franja de hierba, por lo que nos dirigimos ahí.

A pesar de que vamos subiendo y bajando, se avanza mucho más rápidamente y rodeamos la pared con bastante comodidad. El pasillo de hierba termina justo donde la pared cede, entrando de nuevo en una infame pedrera.
Desde allí, podemos unirnos a la vía normal que viene del collado de Millares, que va por la arista NE y que según parece es bastante sencilla. Pero para llegar ahí tenemos que cruzar la abominable pedrera que tenemos frente a nosotros. Pico de Millares, Forqueta N y el dúo Espadas-Posets desde la pedrera al Eriste N.

Por ello, preferimos ir directamente hacia el pico, acercándonos a su arista SE, que vista desde aquí no parece tampoco muy complicada pero que implicará trepar bastante más. Para evitar la pedrera nos dirigimos a la arista SE, que vemos al fondo.

Empezamos a subir, primero por la mencionada pedrera pero rápidamente entrando en roca firme y terrenos de trepada. La roca es muy buena y a pesar de que hay algún paso bastante vertical y aéreo, se sube con cierta facilidad. Hay pasos de segundo grado de manera continuada pero no pasan de ahí. Alternamos tramos de andar con trepadas.

Después de un buen rato de trepada, nos situamos en el filo de la misma arista y, desde allí, ya nos queda muy pocos metros para llegar a la cumbre del Eriste Norte.

Desde la cumbre del Pico Beraldi, la vista sobre el Eriste Central y el Eriste Sur es grandiosa, igual que sobre los ibones de Millares y Leners.
 
Bajamos por el mismo sitio, con sumo cuidado pues el terreno es muy vertical. Una vez llegados a la pedrera, en vez de volver a entrar en la franja herbosa, bajamos un poco más, donde vemos que el terreno es mucho más sencillo para progresar más rápidamente hacia el Eriste Sur. Así pues, empezamos a dejar atrás el gran colmillo del Eriste Norte.

Vamos cruzando el inmenso pedregal de Bagüeña, avanzando sin casi ganar altura hasta la base del lomo que desciende de la misma cumbre, al que subimos sin casi poner las manos en el suelo. En esta foto se ven bien claras las brechas del Paso de la Gralla y la que da acceso al Gran Pico de Eriste, a mayor altura.

A partir de allí, y con terreno de igual comodidad, ascendemos hasta la base de la pared del Eriste Sur. A pesar de que sabemos que hay que ascender por una de las canales de la izquierda y que la ascensión es fácil, no sabemos ver ninguna canal sencilla para ascender. Un servidor sube por una canal que tiene un paso al principio muy vertical y expuesto pero con buenos agarres.

Después de este paso inicial, la dificultad decrece bastante y llegamos a la arista, que ya no reviste ningún tipo de dificultad pero tiene algún tramo bien aéreo hasta llegar a la cumbre.
La cumbre del Eriste Sur es afilada y rodeada de abismos.
El Eriste Norte, entre Posets y Forquetas. Al fondo, entre nubes, el Perdiguero.

Los dos ibones Chelaus desde un balcón privilegiado.
Vemos como desde el Pico de Bagüeña cae un contrafuerte hasta casi el fondo del Valle de Bagüeña. Para volver por el collado de la Ribereta tendríamos que rodear este contrafuerte, perdiendo mucha altura. Pero existe un paso donde este contrafuerte cede y nos permite descender mucho más directos y cómodos hasta dicho collado. Este paso está hacia unos 2800 metros y es una vira herbosa que sin apenas dificultad nos permite entrar en el vallecito contiguo, justo debajo del Pico de Bagüeña Baixo.

La canal de bajada del Eriste Sur. Las nubes van en aumento así que rápidamente nos vamos para abajo, mirando a ver si existe alguna canal más sencilla pero no la sabemos ver y descendemos por la misma, con mucho cuidado.

Para llegar a él, vamos directos hacia el Pico de Bagüeña por terreno terriblemente descompuesto que nos supone bastantes problemas, mucho mejor seguir por el contrafuerte y llegados abajo, girar a la derecha. Llegamos hasta un ibón estacional, que rodeamos por la derecha mientras vamos descendiendo y flanqueando el Pico de Bagüeña. Ya vemos el paso enfrente nuestro, un corredor herboso que sube entre las paredes del contrafuerte. Subimos por él, con un par de pasos de trepada fáciles y llegamos a la parte alta del contrafuerte casi sin enterarnos. 
Desde este punto, hay una vista sobre los tres Eristes extraordinaria, se ve casi toda la ruta que hemos hecho para ascender a los tres. Al otro lado del pedregal, destaca el muro de las Forquetas y también la altiva Tuca de la Llantia, en una perspectiva diferente a la habitual pero es una montaña bonita por cualquier lado.
A partir de aquí, la bajada ya transcurre por terreno mucho más sencillo. Debemos descender por un valle colgado, quedando a nuestra derecha el Bagüeña Baixo, por donde avanzamos rápidamente entre roquedos con bastante hierba
Vamos dejando atrás el Pico de Bagüeña. A la derecha se ve el collado que nos ha permitido saltar del valle de Bagüeña a este vallecito.

Llegamos a un pequeño ibón que dejamos a nuestra izquierda y seguimos descendiendo por la pedrera.

 Cuando llegamos a las paredes que marcan el final del Bagüeña Baixo, ya sobre el final de Aigüeta de la Vall, giramos a la derecha para ir flanqueando entre pedreras y llegar al collado de la Ribereta.

El collado se muestra al fin, finalizando esta pesada media ladera.
Una vez en este collado, ya sobre un camino bien marcado, descendemos al ibón de Barbarisa. Vistas al valle de Barbarisa desde el collado de la Ribereta.

Los murallones del Bagüeña Baixo, con el Eriste Sur de fondo.

Acercándonos al ibón de Barbarisa  donde tomaremos el camino de esta mañana, hasta que llegamos al punto donde el sendero que flanquea se desvía.

Al estar muy cansados ya y ser la meteorología bastante inestable, pues vemos nubarrones muy negros encima de Chía, preferimos seguir por sendero trillado y después por pista a ir a media ladera por mal terreno. Yendo por el sendero, llegamos a la Cabana dels Prats, donde cogeremos la pista para dirigirnos al collado de Sahún.

Así pues emprendemos la durísima subida de casi 200 metros de desnivel hasta el Puerto de Sahún, donde finalizamos esta larga, dura y ardua excursión por un terreno de alta montaña pero que compensa todo esfuerzo por la belleza que nos acompaña en todo momento. Y que mejor que despedirnos con esta tenebrosa imagen de los picos de Bagüeñola, al fondo del valle que hemos recorrido.