Puigsacalm (1.514 m), Puig dels Llops (1.485 m) y Puig Corneli (1.359 m) desde Joanetes por la canal dels Ganxos Nous

La gran muralla de la Garrotxa

Puigsacalm, Puig dels Llops y el Puig Corneli desde el Puig del Soi

La orografía de la comarca catalana de La Garrotxa es muy compleja. Lo más destacado de la geografía local son los archiconocidos volcanes del Parque Natural y la preciosa Fageda d’en Jordà, pudiendo visitarse ambos en una suave y bonita excursión. Pero la mayor parte de la Garrotxa es muy abrupta y accidentada, teniendo picos muy destacados y prominentes como el Comanegra o el Bassegoda. Sin embargo, la más famosa de las cumbres garrotxinas es sin lugar a dudas el Puigsacalm

Destacando sobre la Plana d’Olot y levantándose mil metros por encima de ella, es una altiva fortaleza que presenta un murallón meridional de un porte impresionante y una cara norte con profundos bosques de hayas y robles que de tanto en cuando se ven interrumpidos por algún cortado de cierta importancia por el que se desprenden preciosos saltos de agua, tomando como ejemplo el cercano Salt de Sallent. 

A pesar de que se puede acceder a la cumbre fácil y cómodamente por la collada de Bracons, la ruta que aquí describo seguramente sea la más completa y a la vez difícil para ascender al Puigsacalm. Se trata de la canal dels Ganxos Nous, vertical canal que está equipada con hierros y escalones para poder ascender por ella y que es considerada por algunos como una vía ferrata a pesar de que se puede hacer perfectamente sin ningún material de escalada. De bajada y para completar la circular se pasó por el Pas dels Burros, aéreo camino que bordea los numerosos espolones que se desploman de las cumbres del Puigsacalm hacia el sur y que ofrece unas espectaculares vistas sobre la parte más abrupta de esta montaña.

Ficha técnica

Desnivel: 1150 m

Longitud: 12 km

Altura mínima: 610 m

Altura máxima: 1515 m

Dificultad técnica: II-II+ en la canal dels Ganxos Nous

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Empezamos a andar en el bonito pueblo de Joanetes, aparcando justo a la entrada del pueblo viniendo desde la Collada de Bracons. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Joanetes, situado a los pies del macizo del Puigsacalm, tiene unas grandes vistas de su parte más agreste y vertical. Empezamos a andar por esta pista encementada, indicada en el principio con un cartel señalando el camino a Santa Magdalena del Mont por los Ganxos.

Tememos que estas nubes avancen y nos priven de las vistas desde la cumbre pero afortunadamente se van a quedar en la Serra de Llancers. Pasamos primero por el lado de un verde campo.

Tras abandonar el pueblo, la pista se transforma en sendero y empieza a ascender por el bosque con fuerza. Subiendo con intensidad encontramos una pedrera, que rodeamos por la derecha para llegar a su parte superior antes de volver a entrar en el bosque, que ya no abandonaremos hasta el Puig del Soi.

A partir de ahí, nos vamos encontrando con pequeños cortados en el camino producto de la erosión pero que se superan con facilidad. Después de media hora larga de haber entrado en el bosque llegamos a un pequeño rellano que nos permite ver el Puig del Soi a poco más de 100 metros de desnivel de nosotros.

Siguiendo con la misma tónica, alternando fuertes tramos de subida con alguna trepada ocasional, el sendero se va tendiendo y va reduciendo la inclinación hasta que, de repente, nos encontramos en el Puig del Soi, apenas una protuberancia en la loma que se desprende del Puig Corneli. Al despejarse el bosque tenemos esta bonita vista de la Vall d'en Bas, cabecera del Riu Fluvià y principal accidente geográfico de la Garrotxa.

Al otro lado del Coll de Joanetes, completando la tríada, el altivo Puig dels Llops y, a la izquierda, el Puigsacalm, cumbre del macizo. 

Tras el Puig del Soi, desaparece el bosque y aparecemos en los pies del monumental murallón del Puig Corneli, que parece infranqueable. Y sin embargo, existe un paso que sube por la derecha de la pared. La canal dels Ganxos Nous hace una diagonal justo debajo de la antena y está tapado por un espolón que se confunde con la pared.

Siguiendo el sendero llegamos a la piedra pintada del Barret (no se parece en nada) y aquí hay una importante bifurcación. Si siguiéramos a la izquierda iríamos a la canal dels Ganxos Vells, menos vertical pero sin equipar. Nosotros seguimos el plan inicial y seguimos a la derecha, hacia los Ganxos Nous.

En esta foto se pueden apreciar unas cintas que cierran el camino de los Ganxos Vells. Este camino lo pensábamos utilizar de bajada pero al ver estas cintas, pensamos que habría pasado algo y que estaba cerrada. Acertamos, pues luego veríamos que estaba cerrado por un desprendimiento.

Seguimos de frente y a los pocos metros ya pasamos por una escalera metálica que facilita un paso estrecho. Pasado un cartel recordando el aniversario del equipamiento de esta canal, el sendero gira para encarar la canal de frente, rodeando un espolón. Ya en el interior de la canal, escondida detrás de un espolón del Puig Corneli, vemos como está repleta de vegetación.

El sendero se yergue bastante y va superando alguna dificultad con alguna escalón metálico aunque sin llegar a poner las manos en el suelo. Nos vamos acercando a la pared de la derecha y aparecemos en el primer paso complicado de la canal: una escalera clavada a la pared que va seguida por un paso vertical de tres metros donde hay clavados unos hierros y un pasamanos para facilitar el paso.

Vista atrás sobre el primer tramo de canal, el más sencillo.

Una vez superado, volvemos a encontrar un murete vertical donde nos ayudamos de unas grapas y hierros para superarlo.

Cuando hemos superado la primera mitad de canal, vemos como a nuestra derecha, levantada encima de un murete, se levanta una pequeña campana: la Campana de Santa Magdalena, que no nos resistimos a tocar. El lugar donde está situado es espectacular, pues está en el filo del espolón que separa la canal dels Ganxos Nous, a la derecha...

...con el vacío que aparece a la izquierda.

Volvemos a la canal y nos disponemos a subir la última sección. Rápidamente la canal se encajona pero mantiene la verticalidad, por lo que el pasamanos sigue siendo de gran ayuda. En la parte central del tubo vuelven a aparecer tramos verticales que requieren de nuevo algún hierro para superarlos para luego volver a tenderse.

Dejamos atrás el espectacular roquedo donde está asentada la campana...

...y ascendemos el último tramo de la canal, de nuevo ayudados por una cadena metálica. En su parte final, la canal empieza a abrirse hasta que termina abruptamente, en un colladete en medio del bosque rodeado de paredes e inclinadas laderas boscosas.

Cuando llegamos al final de la canal nos sorprende un último paso expuesto, pues para acceder a la meseta somital del Puig Corneli debemos superar un tramo rocoso lateral algo aéreo pero bien equipado.

Superado este último paso se acaban las dificultades y llegamos rápidamente a la amable cumbre del Puig Corneli, ocupada por una estrella de Navidad que afea en parte la verde cima.

En la parte baja del prado somital, la ermita de Santa Magdalena del Mont. Sorprende encontrarse con una llanura de esta magnitud rodeada de tales abismos.

Subiendo unos pocos metros en dirección a la antena y luego siguiendo el breve cordal, llegamos a la primera cumbre del día, el Puig Corneli, marcada con un piolet clavado en el suelo.

Superpuestas se encuentran nuestras dos cumbres de hoy. el vertical triángulo rocoso del Puig dels Llops y, en segundo plano, el altivo Puigsacalm. Al estar defendido el Puig dels Llops por una vertical pared en esta cara, tendremos que bordearla hasta llegar al norte de la cumbre.

En primer lugar, debemos descender directamente hacia el Coll de Joanetes, que vemos debajo del Puig dels Llops. Lo hacemos directamente, aunque hay un sendero que llega al collado varios metros por debajo a la derecha.

En el collado nos encontramos con un indicador señalando dos maneras de acceder al Puigsacalm, una por el Puig dels Llops, camino que cogeremos a la ida y la otra por el Pas dels Burros, por donde volveremos. Escogiendo la primera opción, vamos ascendiendo la cara este del Puig dels Llops en diagonal, en dirección al norte.

El camino avanza por el sombrío bosque mientras va salvando toboganes que en caso de lluvias deben bajar repletos de agua y pueden llegar a ser peligrosos. Hoy, debido a la sequía de este mes de febrero, están totalmente secos por lo que no hay problema, aunque hay algo de presencia de hielo.
Al otro lado del barranco de les Olletes, la parte inferior del prado del Puig Corneli. En la parte inferior de la fotografía se puede apreciar como baja por la ladera uno de los toboganes.
Para superar alguno de los toboganes, más liso que otros, hay una cadena en el suelo que permite asegurar en caso de resbalón. 

Ocasionalmente debemos superar algún resalte salvado de nuevo por alguna ayuda (no había visto tanta concentración de hierros en una montaña) mientras vamos ascendiendo hasta que cambiamos de vertiente y llegamos a la cara norte, donde la inclinación es muy suave y el sol nos aparece de nuevo, dando un color precioso al bosque desnudo y a la alfombra de hojas del suelo.

Subiendo por la tendida cara norte, no tardamos en llegar a la parte más alta de la sierra. Como la mayoría de cumbres del macizo, el Puig dels Llops está algo más adelantado respecto a la cresta, teniendo que superar un pasillo entre las paredes que defienden la cima.

Cumbre del Puig dels Llops. Delante tenemos el Puig Corneli y detrás del mismo, la Vall d'en Bas con Olot, capital de la Garrotxa, en su parte más septentrional.

Desde el Puig dels Llops, la siguiente cumbre es ya el vistoso Puigsacalm, máxima altura del macizo homónimo y nuestro próximo objetivo.

Para llegar al mismo, desandamos el Pas dels Burros (homónimo del camino que seguiremos a la vuelta), el pasillo que une la sierra con la cumbre del Puig dels Llops.

Llegados de nuevo a la arista somital, un sendero al borde del filo nos conducirá al Puigsacalm.

El Puig dels Llops y el Puig Corneli, mostrándonos ambos sus paredones meridionales.

Tras una travesía de pocos minutos por la cresta, nos encontramos a la base del triángulo que forma la cumbre y ascendemos directamente y sin camino por la empinada pero corta ladera. Arriba nos encontramos con una senyera y un vértice, detrás del cual nos resguardamos del gélido viento.

La sierra sigue, aún bastante agreste por su cara sur, hasta el collado de Bracons, desde donde sale la ruta normal al Puigsacalm.

El Canigó, la montaña sagrada de los catalanes, desgajado del resto de los Pirineos y situado ya enteramente en territorio vecino.

Ya en nuestro país, las montañas de Ulldeter ponen el punto y final de la cordillera en territorio catalán.

Abandonamos la cumbre del Puigsacalm y nos dirigimos hacia el oeste, utilizando el camino de la Collada de Bracons y transitando por la amable cara norte del macizo, que contrasta fuertemente con la salvaje cara sur.

Tras rodear el Puigsacalm Xic, en el siguiente collado un sendero que indica el Pas dels Burros empieza a descender hacia la cara sur, de momento aún bastante suave, pero empinándose gradualmente.

Entre los árboles desprovistos de hojas volvemos a ver como la sierra avanza hacia el oeste, con el Puig del Tossell Gros como máxima altura en esa sección del macizo. Entre la empinada ladera boscosa, torres rocosas van surgiendo.

El camino se difumina rápidamente y debemos estar muy atentos a las marcas amarillas que ocasionalmente aparecen en los árboles para no perder el camino, ya que el terreno es complicado y bastante aéreo, pudiendo aparecer de repente un precipicio en cualquier lado. Vista atrás del collado por donde hemos descendido.

Finalmente entramos en la faja que seguiremos hasta el Coll de Joanetes, el Pas dels Burros, que va pasando por la parte inferior de los brutales espolones de las cumbres de la sierra, como el del Puigsacalm, que vemos delante.

A nuestra izquierda tenemos las paredes de la parte superior de la montaña y a nuestra derecha aparecen tubos que desembocan en abismos que caen sobre el bosque de fondo del valle. El sendero, aunque tiene el abismo siempre muy cercano, apenas tiene pasos aéreos. Ahora bien, la sensación es de estar casi volando por encima de la Vall de Joanetes. 

Tras pasar por la parte inferior del Puigsacalm Xic, le toca el turno al espolón del Puigsacalm, que tiene esta formidable proa rocosa.

El sendero constantemente tiene altibajos, pues tiene que ir bordeando los distintos barrancos que caen de las paredes de la sierra. De momento el final aún está lejano.

Tras bordear el Puigsacalm, volvemos a acercarnos al muro del macizo.

Ahora le toca al Puig dels Llops, que rodearemos por la terraza totalmente llana que se ve en su base.

Tras el mismo y cada vez más cercano, el Puig Corneli.

El único tramo equipado del Pas dels Burros se encuentra en su parte final. Una cadena nos da seguridad a la hora de rodear una roca en un paso algo aéreo, tras el cual ya nos quedarán apenas unos minutos de sencilla bajada para llegar al Coll de Joanetes.

De nuevo estamos en el Puig Corneli pero ahora lo vamos a rodear por este sendero colgado por encima de la pared.

Bajo la pared del Puig Corneli, se aprecia perfectamente la pelada loma que conduce al Puig del Soi, y debajo del mismo, el pueblo de Joanetes, final de nuestra ruta. Aún nos queda un buen rato.

Descendemos con cuidado la canal dels Ganxos Nous, desechada la idea de bajar por els Ganxos Vells.

Cuando llegamos de nuevo al Puig del Soi, aprovechamos la luz del atardecer para fotografiar el Puig Corneli. Con esta luz se aprecia perfectamente como detrás del espolón se esconde la canal dels Ganxos Nous. En la mitad del espolón se aprecia una parte más llana, que es donde se encuentra la Campana.

A la derecha del Puig Corneli, más baja pero igual o más espectacular, la cumbre de les Agulles y el Cap dels Homes.


Después del Puig del Soi y ya algo cansados, solo nos quedará descender por el boscoso sendero que nos lleva a Joanetes, un paseo comparado con los tramos que hemos ido realizando durante la ruta.

Para cerrar la ruta, dejo una foto realizada desde la carretera: las cumbres del Puigsacalm a contraluz, mostrando cada una una silueta perfectamente reconocible. Sin duda se trata de la Gran Muralla garrotxina.