Roca Roja de Benavent (1.241 m) desde Benavent de la Conca

La muralla que cierra la Conca Dellà por el este: el Roc de Benavent

La pared de la Roca Roja y el Sac desde cerca de Benavent

La mayor de las tres cuencas del Pallars Jussà, la Conca Dellà, está delimitada por distintas sierras en tres de sus puntos cardinales ya que hacia el oeste se encuentra el valle de la Noguera Pallaresa. Al sur se alza, gigantesco, el Montsec de Rúbies, al norte el gran Sant Corneli ejerce de avanzadilla de la afilada Serra de Carreu mientras que al este se encuentra una sierra con mucho menor prominencia e importancia pero que se encuentra protegida por una alta pared en casi toda su longitud. Este cordal recibe varios nombres según avanza de sur a norte pero sin duda el sector más destacado y transitado es el más cercano al importante Coll de Comiols, principal escape de la Conca Dellà. Este sector recibe el nombre de Roc de Benavent por el poblado homónimo que se encuentra en la vertical de su cumbre más imponente y destacada (pero no más alta), la Roca Roja de Benavent, paraíso de los escaladores gracias a su frontón vertical y rojizo de más de 200 metros de verticalidad. Esta sierra solo se ve rota en contadas ocasiones por los graus, pasos que permiten acceder al amable cordal y transitar por sus panorámicas alturas. En esta ocasión, recorreremos la totalidad del Roc de Benavent subiendo a ella por el Grau de Moles y descendiendo por el Grau Curt.

Ficha técnica

Desnivel: 450 m

Longitud: 9,5 km

Altura mínima: 1.000 m

Altura máxima: 1.266 m

Dificultad técnica: Nula

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

A Benavent de la Conca se llega a través del Coll de Comiols si se viene del sur, cogiendo la L-512 en Artesa de Segre o utilizando la C-1412B saliendo desde Tremp y pasando por Isona. En la misma entrada del pueblo hay un aparcamiento. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Salimos del mismo pueblo de Benavent de la Conca, en el aparcamiento que hay en su entrada y que tiene varios carteles descriptivos. Cruzamos el pueblo hacia el norte cogiendo la calle que sigue paralela a la carretera de Isona hasta que termina en la misma carretera, aunque en ese mismo punto sale de nuevo una pista que vuelve a subir.

El día es muy gris y frío, la Conca Dellà está bastante descubierta pero al fondo, en la Conca de Tremp, la niebla lo cubre todo.

La niebla no solo cubre el valle, también las alturas. La Roca Roja de Benavent, única cumbre con nombre de la sierra, vigila el pueblo desde sus paredes de más de 200 metros.

Esta pista pasa por el lado de una casa y tras cien metros, se bifurca de nuevo. En esta bifurcación tomamos la pista de abajo.

Nosotros cogeremos la pista que se abre más a la izquierda, señalada con un cartel que indica la dirección a seguir para llegar al Grau de Moles, el que utilizaremos para llegar al cordal. No abandonaremos la pista ni veremos ningún desvío hasta el mismo Grau de Moles.

   

La mañana es gris y muy fría, con la niebla cubriendo totalmente la parte alta de la Serra de Benavent y prácticamente todas las cumbres que rodean la Conca Dellà, por lo que las panorámicas hoy van a estar muy reducidas. La pista va realizando sube y bajas mientras avanza hacia el norte, paralela a las paredes de Benavent, yendo en búsqueda de uno de sus pocos puntos débiles.

Mientras vamos ascendiendo, la helada va cobrando fuerza y los árboles y el camino se van emblanqueciendo con la escarcha. Tras llegar casi a la vertical del Grau de Moles, el camino se estrecha notablemente y empieza a hacer zigzags mientras va ganando altura más decididamente y nos vamos acercando a la pared.

Estamos en una niebla heladora, que cubre de escarcha todo lo que toca.

El camino sale del bosque y pasa por tramos algo vertiginosos, pues tenemos la pared al lado. El paisaje es puramente invernal y el ambiente también, hace mucho frío. 

Tras ganar unos 100 metros de desnivel por un bosque totalmente escarchado trazando zigzags, llegamos a la puertecita que marca la entrada al Grau de Moles, dando paso a la mucho más amable cara este de la sierra.

Llegamos al Grau de Moles, donde se nos abriría el panorama hacia el Alt Urgell y tendríamos unas grandes vistas de Aubenç y Carreu, pero hoy no vemos ni nuestros pies.

Ahora toca hacer el camino inverso hacia Benavent, pero por lo alto de la sierra. Para ello, iremos superando distintas elevaciones, nos disponemos a superar la primera, la que culmina el Serrat de la Socarrada. También se podría seguir una pista que recorre la sierra por su base, pero da bastante vuelta y además se pierde la sensación de estar siempre por lo alto del cordal.

Primero por sendero y luego campo a través, la subimos y bajamos para llegar al siguiente collado, que es el previo a la cota máxima del Serrat del Pèl, de menor altura.

En días como hoy, es importante tener buena orientación porque la visibilidad es nula. Sabemos que tras subir, tenemos que bajar manteniendo dirección para llegar de nuevo a la pista.

Ahora tenemos que superar la segunda elevación, bastante más llana y corta. Intentamos siempre ir lo más cercano del filo que podemos, para no desorientarnos. 

Bajamos de nuevo y empezamos el suave ascenso a la siguiente cota, innominada pero que tiene la particularidad de ser la máxima altura del Roc de Benavent. Cuando la encaramos, vemos como se va formando el abismo a nuestra derecha.

Lo que parece es que va despejando el día, pues empezamos a ver como la niebla se va diluyendo sobre Benavent.

Más o menos sobre este punto llegaremos al punto más alto de la Serra de Benavent. Más alargada que las otras, el punto más alto no está destacado con hitos ni ninguna señal, por lo que seguimos sin apenas parar. Bajamos suavemente y nos encontramos con la pista de nuevo.
Tras bajar de la cota que culmina la Serra de Benavent nos encontramos con una pista algo degradada que va paralela a la pista principal, que va a una altura más baja. La seguiremos, pues nos conducirá a la cercanía de la Roca Roja.

Ya vemos el pueblo de Benavent. En su vertical está la Roca Roja, por lo que ya queda poco para ascender a la cota puntuable de la jornada.

Tras superar la penúltima elevación, la que culmina el Serrat de l’Herba-Sana, nos disponemos a ascender por última vez en el día de hoy. Primero por pista y luego por un exiguo sendero que asciende pegado a la pared, primero llegamos a un bonito balcón, justo en el momento en el que la niebla se abre bastante por primera vez.

Desde el mencionado balcón tenemos esta vista privilegiada del vertical paredón de la Roca Roja, gigantesca en comparación al pequeño pueblo.

Tras una corta subida, llegamos a la emboscada y civilizada cumbre de la Roca Roja de Benavent, donde hay un vértice geodésico y una instalación con antenas a la que no podemos acceder. 
La zona de Comiols, cubierta de niebla que ya no se va a retirar en todo el día. También se ve la sombra del Montsec.

La situación es distinta si miramos al oeste, pues la Conca Dellà y, al fondo, la de Tremp, están bastante despejadas.
Una pista abandona la cumbre en dirección al sur y la seguimos por el momento. Tenemos que llegar al collado que une la Roca Roja con el Sant Miquel, la otra cumbre con nombre de toda la sierra.
Vista atrás hacia la Roca Roja de Benavent.

El Sant Miquel, también cubierto por antenas. En este punto tenemos que llegar al punto inmediatamente previo al inicio de su ascenso, donde encontraremos el cartel que señala el inicio al Grau Curt.

Mientras vamos acercándonos al Grau Curt, el cielo se despeja lo suficiente para poder observar el Turbón, cubierto de un buen manto nival.

Llegamos al indicador que estábamos buscando para empezar el descenso.
El sendero, estrecho pero claro, baja de manera muy empinada y nos tenemos que ayudar de las manos para descender un par de pasos rocosos algo verticales, pero no reviste de mayor complicación que esta.

Tras pasar el tramo más vertical, el sendero baja por un bosque, donde nos encontramos con alguna señal pintada de amarillo.

Cumbre de la Roca Roja de Benavent y lo Sac, la aguja que se desprende de la pared cimera.

Tras haber perdido bastante desnivel, el sendero vuelve a girar hacia el norte y llega a un prado que toca a la carretera, punto donde se pierde momentáneamente. Aquí podríamos seguir la carretera hasta el pueblo, que queda a un kilómetro aproximadamente pero si se cruza el prado en diagonal el sendero vuelve a aparecer pero bastante menos claro.

Volviendo a subir unos metros, el camino va por el bosque a cierta altura sobre los campos que tenemos a la izquierda mientras va bordeando las grandes paredes del Roc de Benavent.

Si miramos atrás, vemos los dos graus por los que se puede bajar de la sierra: el Grau Curt bajo las antenas de Sant miquel y el Grau de les Cabres, a la izquierda de la pared central, algo más difícil.

El sendero asciende hasta llegar a la base del Sac y luego emprende el descenso definitivo al pueblo.

El Coll de Comiols, despejado al fin.

Apenas quedan unos metros para llegar a Benavent, privilegiado mirador, igual que la Roca Roja, de la Conca Dellà.