La Morella (596 m), Puig d'Agulles (552 m) y la Desfeta (525 m) desde Begues

Circular por la caliza mediterránea del Garraf

La Morella vista desde la Serra de la Guàrdia

El macizo del Garraf es uno de los más característicos de la cordillera litoral catalana. Es un macizo calcáreo, con abundante presencia de cuevas y fenómenos kársticos, con barrancos abruptos que contrastan con la suavidad de las cumbre, de muy modesta altura. Las zonas costeras, donde la montaña cae con bonitos y abruptos desfiladeros sobre el Mediterráneo, son especialmente bonitas, al menos en las partes donde hay menos presencia humana. Y es que su posición justo al lado de Barcelona, provoca que el macizo esté muy humanizado, con gran cantidad de población viviendo no solo a su alrededor, sino también en su interior, con innumerables urbanizaciones inundando los valles y laderas.

El macizo consta de varias sierras, todas con cumbres de similar altura, muy modesta. La más meridional es la Serra de la Morella, probablemente la más conocida por la presencia de un radar en una de sus cumbres. Quizás es la que tenga un carácter más kárstico, con notables campos de lapiaz en su parte alta y con profundos agujeros que jalonan sus laderas. Si nos olvidamos del radar de la cumbre y del vertedero que hay a sus pies, la Morella es una cumbre bonita y, dentro de lo que cabe, poco humanizada, ya que está relativamente lejos de cualquier núcleo urbano a diferencia de otras cumbres del macizo, que tienen casas directamente en sus laderas. Con el Mediterráneo a apenas unos kilómetros y un aislamiento notable esta cumbre nos va a proporcionar unas vistas preciosas y un paisaje áspero y desolado, que contrasta enormemente con la urbanidad, que en todo momento notamos cercana pero que en ningún momento llegamos a palpar directamente.

Ficha técnica

Desnivel: 710 m

Longitud: 15 km

Altura máxima: 596 m

Altura mínima: 370 m

Dificultad técnica: Nula. Ruta realizada enteramente por caminos, que en alguna ocasión tienen bastante piedra suelta.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Salimos de la urbanización Mas Ferrer, en la población de Begues. Aparcamos en una de las calles que están cercanas a la carretera principal, que separa Begues de la urbanización. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pinchando a este enlace de Google Maps.

Fotodescripción

Salimos de la urbanización del Mas Ferrer, al otro lado de la carretera de Begues. Tras avanzar por el Carrer del Maresme, una calle que se convierte en pista aparece a mano derecha; la debemos tomar.

No seguiremos esta calle mucho rato, pues a la que vemos que el avance por el campo de nuestra derecha está libre, nos metemos en él para atravesarlo.

Al otro lado del campo nos espera esta pista, que tomaremos para ir al Mas Roig.

Avanzamos por la pista, marcada con un cartel del parque natural y del ayuntamiento de Begues, aparte de otro que prohíbe la circulación rodada por la misma al ser camino particular.

Tras pasar por el Mas Roig, la pista rápidamente se degrada y se interna en el bosque.

Al pasar por el Corral del Mas Roig, la pista ya se ha convertido en sendero.

Tras un rato de avance por el bosque y a la vista de las casas de la Creu, el sendero se une de nuevo a una pista.

Esta pista llega a un importante cruce de caminos, la Creu del Coll Fitó, atravesado por una pista en perfecto estado.
El camino que debemos tomar está justo al otro lado del collado, es el que sigue recto y sube hacia la izquierda, directamente por la ladera.

Este sendero avanza por una terrosa ladera entre arbustos hasta llegar, tras el ascenso de un centenar de metros de desnivel... 

....al Puig Verdeguer, donde ya empezamos a ver una buena panorámica.

No paramos en esta modesta cota, sino que avanzamos por el sendero en dirección a la Serra de la Guàrdia, tras la cual ya se empieza a ver la Morella.

En la bifurcación que nos encontramos en el collado tomamos el camino de la derecha, para así encontrar el camino que desciende a la Tronera más fácilmente, al estar directamente al otro lado de la pista.

Atravesamos la pista de la Serra de la Guàrdia y encontramos justo en el lado contrario el sendero que desciende al Barranc de la Tronera.

El inicio del sendero es difuso, pero se aclara, formando un estrecho pasillo entre la gran masa arbustiva que nos rodea.

El descenso al Barranc de la Tronera es obligado, puesto que la Morella queda justo al otro lado de este profundo valle.

En la otra vertiente del Fondo de la Tronera podemos observar la pista que nos llevará a la Morella ascendiendo mediante zigzags al collado al que llegaremos en poco rato.

El descenso es bastante empinado y con algo de piedrecilla que lo convierte en incómodo, además de la constante presencia de la carrasca, que dificulta el avance.

El sendero desemboca en un cruce de pistas. La que nos interesa asciende por la otra vertiente, cruzando el barranco.
Empezamos a subir por la pista de la Morella, mientras dejamos atrás la Serra de la Guàrdia, punto de donde venimos. La pista asciende con decisión y traza los zigzags que hemos visto desde el descenso al Fondo de la Tronera.

Tenemos que cruzar varias lomas que caen de lo alto de la sierra y que separan varios barrancos, a uno de los cuales tenemos que descender.

Siguiendo ahora unos indicadores que ya nos señalan el camino hacia la Morella (señalados en verde), dejamos a la izquierda la pista que va al Coll Sostrell, al cual descenderemos luego, y volvemos a bajar, ahora hasta el fondo de la Riera de la Morella.
Después de bajar hasta el fondo del barranco, volvemos a ascender todo lo perdido y nos plantamos en la cara norte de la cumbre principal de la Morella, que no es la que tiene el vistoso radar y la encaramos trazando una curva hacia el sur dejando de lado una pista secundaria, que sigue recta en dirección oeste. 

La pista empieza a subir hacia el cálcareo casco somital de la Morella hasta que, al llegar justo a su base, lo rodea y llega al collado occidental.

En el collado, a la derecha dejamos las cotas más humanizadas de la Morella, ligeramente más bajas que la principal...

...que tenemos a tiro de piedra.
Siguiendo unos metros hacia el sur la pista, el sendero a la cumbre aparece a mano izquierda.

Tras cruzar una ladera de arbustos, llegamos a la cumbre, no sin antes tener que trepar por la caliza que defiende su parte más alta.

El voluminoso vértice de la Morella.

La panorámica es muy dilatada, propia de una de las principales cumbres del Garraf y la que está más aislada. Tras la cruz de la Morella, la megalópolis barcelonesa cubre todo el litoral, con el horizonte mediterráneo ocupando hasta el infinito todo el panorama oriental.

La estación sismológica y el radar coronan respectivamente las dos cotas occidentales de la Morella, apenas unos metros más bajas que la principal.

Hacia el oeste, profundos barrancos caen de las amables lomas del macizo y desembocan bien en los desfiladeros del mar o bien en la gran llanura del Penedés, que apenas vemos por la bruma.

Al norte, tras la Serra de la Guàrdia, el macizo del Garraf se eleva en sus mayores cotas como el Montau, principal cumbre del macizo, que destaca por su descarnada cara sur, destrozada por las pedreras.

En el horizonte, Montserrat domina el centro de Catalunya, con las nevadas crestas pirenaicas en un tercer plano.

Tras un rato en la cima, empezamos el descenso, siguiendo ahora el GR, que sigue por lo alto de la Serra de la Morella y empieza bajando hacia el noreste.

Cuando la parte superior de la sierra se convierte en un gran lapiaz, el sendero avanza a media ladera por la derecha.

Atrás dejamos el vértice de la Morella...

...y emprendemos el empinado descenso a la pista del Coll Sostrell, que nos llevará a nuestra siguiente cumbre: el Puig de les Agulles, la siguiente cota en la sierra y la más agreste.

El descenso alterna tramos despejados con otros de cerrado bosque.

Retomamos la pista en el Coll Sostrell.

Vista atrás hacia el camino por donde hemos llegado.

La pista vuelve a ir por lo alto de la sierra, aunque no de forma directa, pues a veces da rodeos para ganar altura. Sin embargo, en cada rodeo un sendero nos permite atajar distancia y avanzar mucho más rápidamente.

Ya tenemos a una buena distancia la Morella.

Desde la antecima occidental del Puig de les Agulles ya vemos cercana la cumbre y sus agujas. Cerca de este punto encontraremos el escondido desvío a la Cova Cassimanya, que se encuentra unos metros por debajo de la cresta.

Abandonamos la pista principal, que rodea el Puig de les Agulles para ir al Coll de la Clota y a la Serra de la Guàrdia, y tomamos una secundaria que se dirige a la cima.

La pista termina en un ancho rellano, del que sale un estrecho sendero.

El sendero pasa cerca de los abismos meridionales de la cumbre.

Cumbre del Puig de les Agulles. Al fondo, la Morella, con los verdes campos de la Vall de Joan escondiendo bajo la hierba el vertedero del Garraf.

La cumbre del Puig de les Agulles se desploma sobre el litoral en un abismo nada característico del Garraf.

Pero lo más impresionante de esta cumbre son les Agulles, imponentes e individualizadas torres rocosas que se desprenden de la cumbre a la que dan nombre y que destacan sobremanera entre las suaves cumbres del Garraf.

El Castell d'Eramprunyà se levanta con carácter en la estribación oriental de la Desfeta, cuya achaparrada cumbre será nuestro último ascenso de la jornada.

Abandonamos el Puig de les Agulles por un estrecho sendero que va hacia el norte.

Momentáneamente salimos de la vegetación que nos rodea y tenemos una bonita vista de Begues bajo el Montau y tras la Plana de Mas Trabal.

El sendero traza un fuerte descenso por la cara norte del Puig de les Agulles.


Cuando nos encontramos con la pista, los postes indicadores nos señalan en todo momento el camino para acortar el trazado.

De nuevo un atajo aparece para acortar el camino.

Solo seguimos la pista en su parte final, para encarar la recta que nos lleva al coll de la Clota, desde el cual podríamos descender directamente a Begues.

En el collado, seguimos la pista pero solo momentáneamente...

...puesto que un sendero sin indicar (ignoramos el poste, que ahora señala el camino a Begues), aparecerá a mano derecha; será el que nos llevará a la Desfeta.

Tras un tramo de bosque, el sendero sale a terreno despejado y nos permite ver el bonito cono del Puig de les Agulles, con sus torres cayendo por su vertiente meridional.

El sendero asciende con fuerza pero con comodidad por la loma oeste de la Desfeta.

Cuando nos encontramos con la pista, de nuevo unos hitos nos señalan atajos para evitar los rodeos.

Llegando a la torre de vigilancia de incendios de la Desfeta.

La gran cúpula de la Morella apenas asoma por detrás de les Agulles.

La torre de la Desfeta, que no su cumbre, ya que el punto más alto queda unos metros más al norte.

Desde esta cumbre vemos unas vistas similares a las que llevamos viendo todo el día, aunque ahora el panorama hacia el este está más despejado y podemos ver con mayor claridad Barcelona y su área metropolitana, dentro de su habitual nube de contaminación. También tenemos un primerísimo plano del bonito Castell d'Eramprunyá en su nido de águilas.

Bajando unos metros por la pista, en una de sus últimas curvas nos encontramos con este camino, que pasa bajo una línea eléctrica y que deja la auténtica cumbre un par de metros por arriba.

El camino nos deja al inicio de un cortafuegos, que utilizamos para descender con rapidez.

El cortafuegos se convierte en camino, que sigue recto hacia el norte.

El camino desciende hasta un collado, donde tomamos una rojiza pista que vuelve a ascender por el bosque y rodea la cumbre de la Guardiola, ignorando pistas secundarias que aparecen a ambos lados.

Tras este rodeo, la pista empieza el descenso definitivo y pierde el color rojizo a medida que se va acercando a la civilización.

Finalmente llegamos a la población de Bartró, desde la que llegar al Mas Ferrer es un paseo.