Tuc de la Llança (2.658 m) desde el Port de la Bonaigua

La atalaya septentrional de la Bonaigua

El Tuc de la Llança desde el Coth des Arcoïls

El Tuc de la Llança es el punto culminante del sector sur del macizo de Moredo o Marimanha, la que da al afamado Puerto de la Bonaigua, y también una de sus cumbres más altas y airosas. Como su nombre indica, su apariencia se asemeja a la de una lanza que aparece, violentamente, entre las cumbres del circo de Baciver y Arcoïls, como si quisiera pinchar el cielo con su afilada punta. Una de las cumbres más bonitas de la zona y con una de sus mejores panorámicas, su base se ve afeada por la proliferación de telesillas y hierros del macrocomplejo de Baqueira-Beret, que ha invadido también los dominios de esta altiva montaña, al menos los de su cara sur, por donde transcurre su vía normal. 

Al salir del Port de la Bonaigua, a mucha altura ya, esta es una excursión que se puede hacer en apenas tres o cuatro horas, por lo que se puede hacer perfectamente en media mañana o aprovechar la tarde, como fue mi caso. La primera parte de la subida no es espectacular, al transitar por las pistas de esquí. La segunda parte es otra cosa, y es que esta cumbre, a pesar de que la aparente sencillez que indique el corto desnivel y tiempo de subida, no regala su ascensión. El final de la ascensión requiere trepar un poco por roquedos y empinadas y expuestas laderas de hierba, que obligan a extremar el cuidado y no son aptos para senderistas con mucho vértigo. En conclusión, el Tuc de la Llança es una montaña de obligada visita, ya que su moderada altura es compensada con creces por su altivez, panorámica y porte.

Ficha técnica

Longitud: 6.5 km

Desnivel: 620 m

Altura mínima: 2.070 m

Altura máxima: 2.658 m

Dificultad técnica: I algo expuesto en la parte final. Pendientes herbosas muy empinadas y con bastante exposición.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

El punto de partida de esta excursión es el aparcamiento del restaurante Cap de Port, en el Port de la Bonaigua. A este puerto, se puede llegar tanto desde Esterri d’Àneu como desde Vielha. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Salgo a media tarde del Port de la Bonaigua, no me puedo despistar porque no quiero que se me haga de noche. Así pues, meto buen ritmo y empiezo a andar por la pista que sale del mismo restaurante Cap de Port hacia el sector de la Bonaigua de Baqueira Beret.  


La pista sube en todo momento y nos da una bonita perspectiva de la Vall de Saboredo, presidida por el Tuc de Ratera.

Andar por las pistas de las estaciones de esquí, aparte de feo, siempre me ha parecido muy engorroso, puesto que están llenas de piedras pequeñas que te hacen resbalar constantemente y además son bastante empinadas. Detrás del collado hacia donde se dirige la pista nos encontraremos con el circo dels Arcoïls.

Allí, aparece por primera vez la esbelta pirámide del Tuc de la Llança, dominando el circo con sus escarpados escuderos, la aguda cresta del Tuc des Arcoïls y el Escornacrabes, a pesar de que este último se esconde detrás de una inofensiva loma, a la izquierda de la cumbre.

Al oeste, las montañas del Aran central.
Sigo la pista en dirección al Tuc de la Llança, pero el tránsito por la misma va a ser breve.

Y es que más o menos cuando estoy en la vertical del Estanyet dels Arcoïls empiezo a ascender por la ladera de la izquierda, para ganar altura en dirección al collado que se ve al fondo.

El Estanyet dels Arcoïls, bajo la cumbre con el mismo nombre.

Una traza de sendero que rápidamente se pierde pero que tiene algún hito me hace ganar altura en un flanqueo a media ladera en dirección al collado oeste del Tuc de la Llança.

Al hacer la excursión en horario de tarde, las luces vespertinas le dan a la montaña de un color dorado que solo hace que acrecentar la belleza de las mismas. En este caso, la Vall de Gerber, con el Tuc d'Amitges y el paredón de los Bassieros en su cabecera.

Más lejana, la Punta Alta de Comalesbienes y su corte.

Cercano al collado y al Tuc de la Llança, ya solo queda ascender por unas fáciles laderas herbosas. 

Cuando llego al collado, se me abre esta panorámica de la gran llanura de Baciver y de las montañas del Naut Aran. Hay vacío hacia todas direcciones menos por la que he venido. Las tremendas caras norte del Tuc d’Escornacrabes y el Tuc de la Llança se desploman sobre la coma d’Escornacrabes mientras grandes buitres van volando entre estos abismos

Estoy a un poco más de 100 metros de desnivel de la cumbre del Tuc de la Llança pero presumo que me van a hacer sudar.

El ascenso empieza por esta pendiente herbosa, fácil pero inclinada, en dirección a la pared que se ve encima de mi cabeza. Distintos hitos me acompañan en esta subida hacia el collado que se abre a la derecha de la pared.
Mientras subo, me fijo en el cambio de apariencia del Tuc dels Arcoïls, mostrándose ahora como una afiladísima cresta.

Al cabo de poco rato, entro en el paso clave de la ascensión, el cruce de este tobogán herboso muy inclinado. Tengo que llegar al otro lado, donde cambiaré de vertiente.

El paso es delicado por lo expuesto que es, ya que el tobogán tiene un corte abajo. Muy peligroso en condiciones húmedas.

Allí paso a la cara norte, igual de vertical pero más rocosa, cosa que me permite asegurar más los pasos. Tras una breve y fácil cresta llego a la airosa cumbre del Tuc de la Llança, donde sorprendo a un buitre que rápidamente alza el vuelo, verdaderamente impresionante.

Cumbre del Tuc de la Llança, con inmejorables vistas del muro septentrional de Aigüestortes, desde el Bassiero hasta los Besiberris.

Esta cima es un verdadero nido de águilas en todas direcciones. La cara oeste del Tuc de la Llança se desploma sobre el Estany de Baix de Baciver y el Cap de Baqueira.

El Port de la Bonaigua, de donde hemos salido hace un rato.

El blanco Moredo, cumbre del macizo de Beret-Marimanha, asoma por detrás del Bonabé, segunda cumbre del macizo.
También surge detrás del Tuc de Parrós el monumental Mauberme, máxima cumbre del Naut Aran y de la cordillera fronteriza.


El Montardo asoma, gigantesco, entre los Besiberris y la Serra del Molar Gran.

He ido bastante rápido y no creo que me alcance la noche, pero debo empezar a volver. Destrepo con cuidado la cresta, cruzo con aún más cuidado el tubo sur y desciendo hasta el collado con el Escornacrabes, ya en sombra.

Desciendo la ladera hasta el Estanyet dels Arcoïls.

Y una vez allí, dirijo mis pasos hacia la pista que me conducirá a la Bonaigua.

No sin antes echar una última mirada a mi cumbre de hoy, preciosa con la luz del atardecer.

Finalmente, llego a la Bonaigua con las últimas luces del día para cerrar esta excursión vespertina.