Pic de Peguera (2.982 m) desde Sallente

El señor de la Vall Fosca y de Sant Maurici

El Peguera desde el Pic de Mainera.

El Pic de Peguera es la montaña más alta de la zona oriental de Aigüestortes (la que alberga Sant Maurici y la Vall Fosca) y una de las más altas de Catalunya. Emergiendo al fondo de la Vall Fosca, las dos grandes palas que forman sus vías normales se unen en una afilada cresta rocosa, que se une al Saburó de forma muy accidentada. Esta misma cresta es la que conduce a la cumbre desde la que se desploma la terrible cara norte del Peguera, un brutal paredón negro de 400 metros de desnivel que cae sobre la Vall de Monestero. La presencia de esta triangular y oscura cumbre domina indiscutiblemente toda la zona de Sant Maurici y la Vall Fosca además de verse desde medio Pirineo catalán, emergiendo entre las innumerables cumbres de Aigüestortes. Aunque no llega a los 3000 por apenas unos pocos metros, a esta montaña le sobra carácter y entra en la categoría de principales cumbres de los Pirineos sin ninguna duda.

Sus dos vías normales, por cualquiera de sus dos collados laterales, implican pasos de trepada y una fácil pero expuesta cresta final, por lo que su ascensión requiere de cierta experiencia. Además, las aproximaciones son largas desde los puntos de partida, así que mejor prepararse para una ascensión dura. Aún así, los que logren hollar su cumbre se encontrarán en una de las montañas más importantes del Pirineo y, para mí gusto personal, de las más bellas.

Ficha técnica

Desnivel: 1400 m

Longitud: 18 km

Altura mínima: 1.770 m

Altura máxima: 2.982 m

Dificultad técnica: II en la cresta final

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Fotodescripción


Empezamos, como en tantas otras ocasiones, en Sallente, principal punto de inicio de toda la Vall Fosca. Y si se empieza en Sallente, lo que suele seguir es la siempre dura Canal del Pigolo, que nos permite superar el circo que cierra el fondo del valle. Saliendo desde el mismo parking al otro lado de la presa, el sendero, siempre bien trazado, asciende por la canal ganando casi 400 metros de desnivel, hasta que llega al Carrilet.

Bajo los espolones de les Pales de Colomina, el refugio de Colomina se ve bien pequeño. Para llegar a él, tenemos que ir primero al Estany Gento, al cual se llega rápidamente siguiendo el Carrilet por la izquierda.

Hoy seguiremos el atajo de la Parada de Jou para ir a Colomina. Desde detrás del bar, vemos una pedrera que conduce hacia una especie de caseta que hay por encima nuestro. Aunque el "camino" va por la pedrera, ascendemos por el lado de la misma, sin camino pero sin problema, siguiendo trazos de pintura rojos.

Vamos subiendo por el lado de la pedrera, en dirección a la caseta que está en la parte superior de la misma, ascendiendo entre placas de granito.

Rápidamente dejamos abajo el bar-restaurante de Estany Gento, donde empieza el camino por la Parada de Jou.

Desde la caseta, trazamos una diagonal hacia la derecha, trepando constantemente por el liso granito con la inestimable ayuda de unas cadenas y hierros incrustados en las piedras, probablemente utilizados por los antiguos trabajadores del Carrilet.

El camino equipado finaliza en una ancha canal herbosa. Ascendemos por su interior para llegar a los parte inferior de los prados de la Parada de Jou, con estas magníficas vistas del Estany Gento bajo el Montorroio.

Siguiendo trazos de sendero, vamos ascendiendo por los prados en dirección norte. Al frente, el gran promontorio tras el cual se alojan el Estany Frescau y el de Colomina. En la parte izquierda del mismo se encuentra el refugio, donde tenemos que llegar.

Tras ganar algo de altura, veremos el Refugi de Colomina y detrás suyo, por primera vez y con un aspecto brutal, el Peguera.

Vamos avanzando entre prados y preciosas cascadas por donde desagua el Estany de Colomina.

Finalmente, llegamos al camino de la Carros de Foc, preámbulo del Refugi de Colomina.

Llegamos al Estany de Colomina, que debemos bordear por la izquierda, ahora ya por el buen camino de la Carros de Foc, que atraviesa toda la parte alta de la Vall Fosca.

Empezamos el rodeo en dirección a la presa del Estany de Mar, que vemos al fondo debajo del Saburó y el Pic de la Mainera.

El trillado y llano sendero nos permite disfrutar de las vistas, como estas de Pala Pedregosa de Llessui y el Montorroio reflejándose en el Estany de Colomina.

Tras una corta subida llegamos a la presa del Estany de Mar que debemos rodear a su vez por la izquierda.

Tras el Estany de Mar, vemos como un gran roquedo protege el Estany de Saburó, el más alto que está represado y nuestro siguiente objetivo. Sin embargo, un estratégico paso nos permite superar esta muralla y llegar a la parte alta de la Vall Fosca: el Pas de l'Ós.

Llegamos al Pas de l'Ós, brecha entre dos afiladas torres graníticas. El camino va haciendo zigzags hasta emprender una última e intensa subida hacia lo alto de la brecha.

Como se puede observar en la foto, el camino está muy bien trazado y a pesar de la intensidad de la subida, las lazadas la atenúan.

El Pas de l'Ós nos deja en un rellano previo a l'Estany de Saburó, que como casi siempre, está medio vacío. Descansamos unos minutos observando el Pic del Clot de Mainera y la Pala Pedregosa, inseparable tándem.

Abandonamos el camino de la Carros de Foc, que bordea la cuenca vacía del Estany de Saburó para dirigirse al collado homónimo y tomamos un camino que se abre a mano izquierda y que sube por una ladera herbosa. Vista atrás de las presas del Estany.

Este camino va a media ladera por encima del Estany de Saburó en dirección al Estany Petit de Saburó y al collado de Peguera, al que tenemos que llegar para subir la pala oeste de nuestra cumbre, que cada vez tenemos más cercana.

Llegamos al Estany Petit de Saburó, bajo la mole del Pic dels Vidals, pero apenas andamos por su orilla, pues el sendero lo abandona para dirigirse directamente al Coll de Peguera.

El sendero va subiendo y bajando constantemente por colinas rocosas pero es claro en todo momento.

Llegamos por fin a la vaguada previa al collado, en la misma base de la pala por la que ascenderemos al Peguera, cuya cumbre descolla violentamente entre las paredes que la protegen.

Tras un último ascenso por una descompuesta ladera, llegamos al Coll de Peguera, tras el cual el terreno se desploma hacia la Vall de Monestero. Al otro lado del valle, la bicéfala cumbre del Bassiero, domina la otra vertiente de Sant Maurici.

Antes de empezar a subir por la pala, nos asomamos un poco para ver la terrible cara noroeste del Peguera, 400 metros de negra pared que caen, entre agujas y espolones, sobre las pedreras de Monestero.

Ahora sí, nos disponemos a ascender por la ancha pero empinada pala oeste del Peguera en dirección a la ancha brecha que vemos en el centro de la foto, entre la cumbre y la cota central.

Primero cerca del filo y por terreno herboso y luego entrando en terreno más descompuesto y rocoso, más centrados en la pala, vamos ganando altura por la ladera, que no tiene obstáculos de relevancia.

Cuando llegamos a la canal que conduce a la brecha, nos vamos fijando en las puntiagudas rocas que jalonan la cresta del Peguera y que tendremos que superar en un rato.

En el tercio final de la pala, la presencia de grandes bloques de granito nos fuerzan a poner las manos al suelo, más por estabilidad que por otra cosa.

Llegamos por fin a la ancha brecha, ya encabalgada en los bloques de la cresta.

Desde la brecha, vemos los 200 metros largos de desnivel que hemos superado desde el collado, con el Pic dels Vidals dominando los estanys más pequeños de Saburó.

Desde el punto donde nos subimos a la cresta mirando atrás hacia la cresta que une el Peguera con el Saburó, que vemos en segundo plano.

Zoom sobre las canales y cresta del agreste Pic de la Mainera.

Llegados a la brecha empezamos a recorrer los 100 metros de cresta que nos separan de la cumbre. Al principio tenemos un muro tumbado de roca lisa con algo de exposición y luego seguimos ascendiendo por el filo, con excepción de algunos tramos donde bordeamos las agujas siempre por la vertiente de la Vall Fosca.

Tras la primera parte de la cresta, llegamos a una sección formada por inmensos bloques graníticos, la mayoría llanos y pulidos, por los que andamos fácilmente hasta que llegamos a la última parte, en la que volvemos a subir algunos metros. Tras rodear una roca parecida a un gran yunque, vemos la cima al fondo, protegida por un muro tras el cual hay una brecha.

Vista atrás desde la mitad de la cresta más o menos, sobre la parte más llana de la misma. En primer plano vemos una piedra balanceante que tenemos que superar, no sin algo de adrenalina.

La tónica de la mayoría de la cresta son grandes bloques, la mayoría lisos, algunos llanos y otros inclinados, que se inclinan sobre el vacío que nos rodea, por lo que tenemos que tener cuidado.

Al fin llegamos a una penúltima brecha, donde realizamos el último flanqueo y el único por la derecha, donde tenemos que rodear una panza en un paso bastante expuesto pero no muy complicado para llegar a la brecha previa a la gran roca que corona la cumbre.

El austero hito que marca la cumbre del Pic de Peguera.

Nuestra primera mirada va hacia la cumbre que escolta el Peguera por el sur, el Tuc de Saburó, con una bonita estampa triangular.

Hacia el este, el Pic de Monestero se empequeñece ante la altura del Peguera y no tiene una buena perspectiva, a diferencia del Pic de Fonguera y el Pui de Linya, en la misma línea del cordal. Al fondo, las siluetas de las montañas del Alt Pirineu.

Hacia el norte, 400 metros de vacío, aunque una tremenda aguja rompe la lisa pared y nos impide ver todo el abismo.

El Peguera domina el valle homónimo, viéndose desde la cima todos los estanys de la Vall de Peguera, con el Estany Negre, el mayor, bajo la Pala de Sudorn y la Pala d'Eixe.

Hacia el sur, otra buena dosis de estanys, en este caso los de la Vall Fosca que se funde con el Baix Pallars ante la atenta mirada de sus centinelas: el Montsent de Pallars y el Tossal de la Costa.

Hacia el oeste, las infinitas montañas de Aigüestortes, con el sombrío Subenuix, otra de las grandes, en una posición central, escoltado por la derecha por la Creu de Colomers, también en sombra y por la izquierda por la Punta Alta y los Besiberris, con las Maladetas en el horizonte.

Destrepamos la aguda cresta hasta la brecha, que vemos en la parte inferior derecha de la foto, y de allí al collado.

Desde el Coll de Peguera, ya en terreno cómodo, nos disponemos a volver primero hacia el Estany de Saburó.

Desde el Estany de Saburó bajamos al Estany de Mar y Colomina.

Y desde el Refugi de Colomina volvemos a atajar por la Parada de Jou, yendo en dirección al Carrilet superior.

Una vez llegados al Carrilet, vemos el Pic de Mariolo, en la otra vertiente de la Vall Fosca.

Nosotros seguimos el Carrilet, (mucho menos transitado que el que va por el Estany Gento) en sentido contrario, hacia el Montsent de Pallars y el Montorroio.

El Carrilet finaliza en una infraestructura que a principios de siglo contenía un teleférico, que transportaba material hasta el Estany Gento.

Desde el final del Carrilet bajamos directamente por los prados hasta recuperar el camino que nos conducirá a la canal por la que llegaremos al Estany Gento.

Retornamos a los hierros, desde el que vamos directamente a la pedrera, por la que bajamos.

Ya en el Estany Gento, nos relajamos al notar el final de esta ruta, dura pero preciosa, una de las obligadas para todo pirineísta que se precie.

Una última mirada al rey de la Vall Fosca y de Sant Maurici, altivo y arrogante.