Pic Tort (2.886 m), Pic dels Vidals (2.904 m) y Pic de Mar (2.842 m) desde Sallente

En el corazón de la Vall Fosca

Pic Tort y Pic dels Vidals desde la arista SW de la Pala Pedregosa de Llessui

La Vall Fosca es un estrecho y oscuro valle, como indica su nombre, pero es uno de los más largos del Pirineo Catalán y en su cabecera alberga bastantes de sus cumbres más altas. Una vez dentro del valle, las anchas vistas que se tienen desde el Pallars Jussà desaparecen puesto que nos rodean altísimas y empinadas pendientes y paredes. Sin embargo, en la parte final del valle se distinguen dos imponentes montañas que ocupan una parte central dentro de él. Son el Pic Tort y el Pic dels Vidals, que forman un inseparable binomio con cada pico controlando un sector de la extensa Vall Fosca.  De muy notable altura, son de las montañas más altas de Aigüestortes y del Pirineo catalán, característica que juntamente con su posición céntrica fomenta unas vistas que pocos picos del sector pueden tener. De hecho, estos dos picos son los únicos desde los que se puede observar la totalidad de los estanys de la Vall Fosca, la zona con mayor concentración lacustre del Pirineo.

El Pic Tort destaca especialmente dentro del binomio puesto que se desploma sobre el gigantesco estany Tort con una pared de más de 500 metros de canales y paredes. A algo menos de un quilómetro de una fácil cresta se encuentra el Pic dels Vidals, hermano mayor del grupo pero menos destacado, mostrándose como una voluminosa y achaparrada montaña que sin embargo muestra algún imponente roquedo, sobretodo en su cara norte, un inmenso e inhóspito pedregal. La cara sur de estas cumbres es una pequeña cubeta que guarda una sorpresa en forma de varios lagos, los Estanys Vidals d’Amunt, de los más altos del Parque Nacional.

A la ya de por sí dureza propia de la excursión (por desnivel y terreno), nosotros le añadiremos un factor añadido puesto que parte del objetivo de esta excursión era conocer el estado del camino que directamente sube desde la Central al Estany Gento por el barranco homónimo, que ahorra la vuelta que da la Canal del Pigolo a costa de tramos aéreos y un camino bastante más complicado (eso sí, subes en 45-50 minutos 400 metros de desnivel, casi nada). 

La excursión es pura Vall Fosca. Transcurre por sitios bellísimos, alternando verdes praderas con una ingente cantidad de estanys y la visión de un auténtico mar de granito por doquier. En pocos sitios hay esta comunión entre la roca y el agua. 

Ficha técnica

Longitud: 14 km

Desnivel: 1.390 m

Altura mínima: 1.770 m

Altura máxima: 2.905 m

Dificultad técnica: Pasos de I-I+ en la ascensión al Pic Tort y al Pic de Mar.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

El pantano de Sallente se encuentra al final de la carretera de Cabdella, a la cual se llega cogiendo un desvío en Senterada. Aparcaremos en la central, al lado del teleférico. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.


Fotodescripción

No las tengo todas con la parte inicial de la excursión. Sé que existe una ruta que va directamente desde la central hasta Estany Gento pero también sé que no se utiliza de forma asidua desde hace muchos años y que el terreno es sumamente vertical. Pero tendremos que verlo sobre el terreno. Empezamos nuestra andadura en la central eléctrica de Sallente, tomando el camino que bordea el embalse para llegar a la Canal del Pigolo, ruta normal para los que suben al Estany Gento andando.

Una vez traspasada la central, en unos metros vemos como un sendero empieza a ascender por la izquierda por lo que presuponemos que es éste. El sendero, llega a la base de una torre eléctrica y pasa por una valla hundida, tras la cual empieza a ascender de valiente.

El sendero es muy empinado en todo momento, pero muy claro también. Sorprendentemente está bien marcado en todo momento, en mucho mejor estado de lo que imaginaba.

Primero va en dirección a la hendidura del barranco para luego girar hacia unos escarpes rocosos. 


El sendero supera un primer muro rocoso por una canal diagonal, donde hay un paso con rocas lisas con un cable de soporte. En un par de tramos ayuda pero después, debido a lo deficiente de su estado, se cae y se pasa mejor sin él, con mucho cuidado eso sí. 

En un visto y no visto hemos ganado bastante altura desde Sallente.
E
A la vuelta tenemos que recordar más o menos donde empieza la canal herbosa, al lado de esas rocas, ya que el sendero aquí se vuelve algo difuso.

Una vez superados los roquedos estamos en la parte intermedia de la pared del circo, predominantemente herbosa pero muy vertical. Ahora nos tenemos que dirigir al mogote rocoso de delante, por donde empieza a salir el Sol. 

El camino gana altura muy rápidamente ahora en dirección a la pared del Torrent de l'Estany Gento, impresionante desde aquí, mientras el agua baja mediante cascadas, en un entorno sumamente salvaje y vertical.
Una vez en su base, el camino desaparece por la presencia de una pedrera a nuestra izquierda, a la cual entramos brevemente. Solo estaremos en ella unos metros porque veremos como el trazo aparece de nuevo a la derecha, casi tocando el promontorio, muy difuso al principio, pero aclarándose de nuevo después.

Superado el mogote rocoso, insignificante desde arriba, el camino se dirige hacia las paredes superiores del circo, que parecen infranqueables desde aquí.

Sin embargo, veremos como el sendero se dirige ingeniosamente hacia la parte donde las paredes se tumban más, apareciendo de nuevo otro cable, que nos da seguridad ante la presencia constante de placas lisas que hacen de tobogán.

También aparecen unas escaleritas talladas en la roca, que me hace suponer que esto era la ruta utilizada por los trabajadores de la central. Vaya caminito...

Poco a poco vamos avanzando por la escotadura del barranco. Cabe decir que hay pasos bastante aéreos y que un resbalón nos conduciría al fondo del barranco, por lo que se debe estar atento. 

Vista atrás desde donde empieza el sendero de bajada.

Superado este paso el paisaje se abre y se nos muestran las construcciones de Estany Gento delante nuestro y bajo la mole de la Pala Pedregosa de Llessui. El camino cruza una glera y aparecemos en el concurrido Estany, con gente empezando a aparecer por el carrilet. .

Tomamos como referencia esta "pista" para saber donde dirigirnos a la vuelta.  Hemos subido unos 400 metros de desnivel en poco más de 45 minutos y en un quilómetro, una subida durísima y con algún paso aéreo pero que acorta significativamente el tiempo respecto a la Canal del Pigolo.
Ahora nos toca transitar por un camino mucho más cómodo y fácil. Pasamos por debajo del teleférico y bajamos unos metros, dejando a un lado el camino que conduce al lejano Port de Rus.
El Estany Gento, 400 metros por debajo nuestro.

Seguimos el trillado camino, que después de unos zigzags y ascendidos poco más de 100 metros de desnivel llega a la Portella a donde se une con el carrilet superior y el camino de la Carros de Foc.
Nosotros lo tomaremos en sentido Colomina para abandonarlo al cabo de pocos metros cuando vemos este hito, que marca el inicio de un camino mucho más escondido que será el que nos llevará a los Estanys Vidals. 
Este camino, al principio poco claro, va ganando altura sobre el carrilet mediante zigzags en la pala herbosa.

 El camino llega a una terraza desde la cual ya coge dirección norte y se dirige a la base de la pared de la Roca d’Abellers, que se muestra imponente.

El larguísimo Estany Tort, bajo el Pic Fosser, el Pic de Mariola y la Pala de Dellui, situadas en fila.

Por fin entramos bajo la sombra de la Roca Abellera, donde el camino supera unas pedreras inclinadas que caen de la pared pero que no suponen ningún problema y se trasponen rápidamente.

Vista atrás desde la pared de la Roca Abellera.

Superado e paso, el camino cruza algún barranco y nos lleva a una terraza colgada encima del Estany Tort, con vistas ya a nuestro primer objetivo, que se muestra indómito desde nuestra posición, con una cara oeste espectacular.

También vemos la canal a superar, poblada por una pedrera en su parte intermedia y que nos va a dar acceso al circo superior.
Rodeamos un promontorio por la izquierda y descendemos para cruzar por un puente el desagüe del Estany Vidal, que apenas vemos a pesar de su tamaño al quedar muy hundido entre la Pala de Colomina y otras cotas.

Para ganar altura, aprovecharemos al máximo la pendiente herbosa, por lo que iremos por la derecha de la canal.

En un corto tramo, no tenemos más remedio que cruzar la pedrera, que no se hace muy pesada ya que el tramo es corto.

La Roca Abellera vigila atentamente el Estany Tort y la Vall Fosca, que se funde con el Prepirineo.

Ahora viene la parte más inclinada de la canal, dura pero no incómoda. Incluso hay trazas de camino que nos ayudan a superar más rápidamente el desnivel.

Llegamos a un pequeño estany, primero de los Estanys Vidals d’Amunt.  El rincón es precioso, una cuenca lacustre remota y escondida pero de un tamaño más que notable y con la presencia de los dos picos principales de hoy, formando un binomio se muestra curiosamente simétrico, conectados por una cresta fácil y con el Coll de Carboneres en el punto intermedio. En esta foto, el Pic dels Vidals, con el Saburó en segundo plano.

Antes tenemos que ascender al Pic Tort, que vemos aquí al final de una empinada ladera poblada de placas de granito.
Iremos directamente al Pic Tort por su arista sur. Nos dirigimos a la franja herbosa que separa el estany al que acabamos de llegar con el estany Vidal d’Amunt de la izquierda y desde ahí emprendemos la subida directa a la arista por una pala mixta entre hierba y roca.

El ascenso es cómodo y en poco tiempo nos plantamos en un colladito en la arista, justo antes del casquete somital del Pic Tort. Varias canales surcan este casquete pero nosotros decidimos ir a toda cresta pues se ve disfrutona y con poca exposición.

A nuestra izquierda una canal se desploma hacia el Lac Tort, más de 500 metros debajo de nuestros pies. Más allá, el sector occidental de la Vall Fosca, con los estanys Tort, Mariolo y Cubieso debajo de las cumbres de Mariolo y la Pala de Dellui.

Empezamos a ascender por unas placas lisas pero bastante llanas para después entrar en una zona de trepadas bastante fáciles.

En un momento dado aparece una roca lisa de varios metros que nos obliga a abandonar momentáneamente el filo por la vertiente del Estany Tort para luego volver a trepar por la cresta.

Unas trepadas más y nos plantamos en la aérea cumbre del Pic Tort, con el hito en el único lugar llano de la pequeña cumbre. 
Más allá de la elevada cubeta de los Estanys Vidals d'Amunt los colosos de la Vall Fosca.
Nos quedamos poco rato en la cumbre puesto que aún nos queda excursión. Empezamos a descender por la cresta por terreno bastante rocoso en el que nos ayudamos con las manos para ir bajando en dirección a la collada de Carboneres.

Lisas y verticales canales caen sobre la cara norte del Pic Tort.

Vamos flanqueando cortes en la cresta siempre por la vertiente de los Estanys Vidals mientras vemos de fondo el Peguera y el Pic dels Vidals, nuestro siguiente objetivo.

Seguimos bajando y en poco rato llegamos a la collada de Carboneres, que separa la pequeña cubeta de los Vidals d’Amunt con la salvaje cabecera de Carboneres. Este valle es un pedregal inmenso e inhóspito con algún pequeño estany, por el cual muy poca gente pasa y dominado por nuestros dos picos y el piramidal Sobremonestero. Al fondo, el Subenuix.
Desde aquí la bicéfala cumbre del Pic dels Vidals se muestra agreste pero tiene un acceso muy sencillo. Más a la izquierda, el alargado cresterío del Pic de Mar, última cumbre de la jornada.

La primera parte es más empinada pero luego la arista se tumba y mediante pequeñas trepadas nos vamos acercando a una aparente cumbre que no es sino la antecima del pico.
De allí venimos.
Desde esta antecima ya podemos ver la cumbre real del Pic dels Vidals, que se muestra bastante agreste y protegida por unos escarpes rocosos entre tarteras y empinados corredores. No ascenderemos directamente, sino que bordearemos parte de la cumbre por el este y a la que vemos que el terreno se suaviza subiremos los últimos metros.

Parece que alguien ha llegado antes que nosotros a la cumbre del Pic dels Vidals.

Así como el Pic Tort nos enseñaba la parte occidental de la Vall Fosca, el Pic dels Vidals nos enseña su parte oriental, presidida por el Peguera y flanqueada por grandes picos como el Saburó, el Pic de la Mainerala bicéfala Pala Pedregosa de Llessui, el ancho Montorroio y el colosal Montsent de Pallars, todos ellos con numerosos lagos a sus pies. Desde estas dos cumbres podemos ver la totalidad de los lagos de la Vall Fosca.

Detalle de la cumbre del afilado Pic Tort desde el Pic dels Vidals.
Bajamos del Pic dels Vidals por la ladera norte, no muy empinada pero bastante descompuesta y en poco tiempo llegamos al collado que separa el Pic dels Vidals del Pic de Mar, al que decidimos hacer una visita. Desde este collado hay una magnífica vista de la desolada cuenca de Carboneres.

A pesar de que la primera punta sea la más alta y vistosa de todas las que conforman la cresta del Pic de Mar (y tenga un hito), la auténtica y más prominente es la final, tras la cual la cresta se desploma hacia una brecha de aspecto terrorífico que la separa del Sobremonestero. Esta primera cota se puede rodear por la derecha para un acceso más sencillo.

Las distintas puntas de la cresta son cada vez más abruptas, a medida que la cresta se va afilando. Vamos rodeando todas las dificultades por la derecha hasta llegar a la antepenúltima punta.
Antes de la penúltima punta la cresta se complica, así que bajamos por una empinada canal por la vertiente de Sobremonestero, superamos acrobáticamente una estrecha roca y ascendemos por otra canal herbosa hasta la punta del Pic de Mar, un nido de águilas.

Desde aquí podemos ver la cara más salvaje del Pic Tort y el Pic dels Vidals, por encima del pedregal de Carboneres.

El Pic de Peguera con su tremenda cara norte, el rey de la zona sin discusión.

También observamos la cresta que nos separa del Sobremonestero, uno de esos picos que están lejos de todo, solo apta para buenos escaladores debido a las traicioneras brechas y a lo agudo de su filo. 

Con el Pic dels Vidals atento a nuestros pasos, empezamos a desandar toda la cresta, que tiene alguna punta realmente estética.

Un paso en falso nos llevaría al fondo del Valle de Monestero.
Empezamos a descender hacia el Coll de Mar por una ladera muy dócil comparado con el terreno por el que hemos circulado últimamente.

Las paredes del Pic de Mar impresionan durante la bajada.

Llegamos al Coll de Mar y giramos hacia la derecha, para descender hacia los Estanys de Saburó d'Amunt, bordeando la mole del Pic dels Vidals.

Al llegar al primero, podríamos ir hacia el más grande de todos, yendo hacia el este y coger el camino que va del Coll de Peguera hacia el Estany de Saburó, donde cogeríamos el camino de la Carros de Foc. Pero tomaremos una atajo más salvaje. Nuestro objetivo es llegar a los collados que hay debajo de la pared de la Pala de Colomina, que vemos a la derecha, para atajar hacia el sendero de la Carros de Foc.

El terreno es fácil, pero es un constante subibaja. Llegamos ahora al barranco que baja hacia el Estany de Saburó d'Amunt principal y lo cruzamos. 

El Cervino o el Pic de la Mainera?

El Pic dels Vidals se ve enorme desde aquí.

Tras cruzar el vallecito que va de los Estanys Vidals d’Amunt al principal Estany Petit de Saburó, ascendemos al otro lado del barranco, donde flanquearemos dos pequeños lagos por la izquierda.

Nos encontramos con que estamos en la parte superior de un circo presidido por la muralla de las Pales de Colomina y con el Estany de Mar en la parte baja del mismo. Vemos como tenemos una vertical canal a nuestros pies y por ella empezaremos a bajar.

En un momento dado, nos desviamos a la derecha para bajar al fondo del circo por unas pendientes herbosas. Cabe decir que este trayecto, que con suelo seco es muy incómodo pero nada más, con el terreno mojado es muy peligroso por lo vertical del terreno.

El muro que hemos descendido desde la parte baja del circo.

Llegados al prado, vamos por un vallecito rocoso que nos conducirá a un prado aún más grande, que curiosamente tiene una gran piedra en el centro, pareciendo que fuese colocada por un gigante en tiempos antediluvianos.

El circo que nos ha permitido atajar parte del camino, con el Pic dels Vidals de fondo.

Llegamos al Estany de Mar y con él, el fácil sendero. O esto pensábamos.

Y es que nos encontramos con el desagradable descubrimiento de que el sendero estaba totalmente inundado, gracias a una negligencia de Endesa (que sorpresa), que se ve que ocurre habitualmente según dijeron en el Refugi de Colomina. Para no volver atrás tuvimos que trepar por las paredes que bordean por el Estany de Mar para coger el sendero alternativo, que sube a las cotas debajo de la Pala de Colomina.

El sendero alternativo, más elevado, está a salvo de las inundaciones del Estany de Mar. Que un camino tan transitado como la Carros de Foc esté a merced de las incompetencias de Endesa es tremebundo.

Después del Estany de Mar tenemos que rodear el Estany de Colomina, a salvo de inundaciones porque el camino está a cierta altura. El rodeo se hace algo pesado, por la cantidad de piedras que hay y, sobretodo, porque ya llevamos bastante cansancio en las piernas.

Llegados al Refugi de Colomina, atajamos de nuevo por los Corralets de Jou, que nos llevarán al Estany Gento sin tener que pasar por la Portella.

Tomando el camino normal de la Carros de Foc, que va a la Portella, veremos al cabo de poco este sendero a mano izquierda, que tomamos.

Este sendero nos llevará al Carrilet del Estany Tort, que seguimos hasta las instalaciones de teleférico de su final.
Desde el final del Carrilet, miramos atrás para observar la Pala de Colomina flanqueada por el Pic Tort, al que no le da el Sol, y el Peguera.
Volvemos a descender en dirección S, con vistas ya al Estany Gento, hasta que encontramos un sendero que se dirige a una canal, pasada la cual unos hierros nos ayudan en algún paso.
El sendero que da inicio a la canal.

Estos hierros indican que vamos por buen camino, ya que tenemos las instalaciones del Estany Gento a tocar.
Pasado el Estany Gento, volvemos a tomar el camino de la mañana, con el Pic de l'Espada de fondo...

...que nos dejará en apenas 40 minutos en el Estany Gento, para finalizar esta preciosa circular por dos de los grandes picos de la Vall Fosca.