Pic de Filià (2.772 m), Pic de Llena (2.686 m), Tossal de les Tres Muntanyes (2.597 m), Tossal de Calma (2.621 m), Tossal de la Costa (2.604 m)

La Olla de Filià

El Valle de Filià casi al completo desde el Tossal de la Costa.

El valle de Filià es el último valle pirenaico por el sur de la zona de la Vall Fosca. Como tal, sigue las características de esa zona, grandes lomas herbosas se combinan con abruptas y descompuestas paredes en un entorno bucólico y agradable. Sin embargo, este valle es funestamente recordado por las abominables construcciones que iban a ser una estación de esquí y gigantesco complejo de ocio, incluyendo piscina y campo de golf, uno de los últimos coletazos de la fiebre de la construcción que engulló a este país y que, como la mayoría, se abandonaron tras la crisis económica, no sin antes haber desgarrado un precioso espacio natural. Por ello, el fondo del valle está ocupado por cadáveres de cemento, telesillas a ninguna parte y movimientos de tierra que destrozaron las laderas del valle. Recuerdos de lo que nunca debió ser y que nadie se ha molestado en retirar, quedando como fantasmales testigos para los montañeros que se aventuran por estos lares.

Porque sí, a pesar de todo, las montañas siguen estando ahí y su atractivo sigue estando intacto. Y es que existe una ruta que evita totalmente el desolado fondo del valle y que además permite realizar todas las cumbres del valle de Filià. Es una ruta que toma el nombre de la legendaria Olla de Núria y que, como ella, realiza una circular siempre sobre las crestas del valle y siempre a mucha altura. La Olla de Filià es una ruta muy larga, que requiere de buenas piernas y mejor cabeza, puesto que siempre ves el final pero muy muy lejos. También es dura, con un desnivel más que notable y constantes subidas y bajadas y a pesar de que la mayoría de la caminata se desarrolla sobre terreno fácil, tiene un gran final con la ascensión por una cresta delicada a un gran desconocido, el Tossal de la Costa.

Así, transitando sin hitos ni camino por grandes y herbosas laderas, rotas crestas y bucólicos rincones pero siempre con grandes panorámicas en el horizonte (ya que es la línea de montañas que ejerce de frontera meridional), la larga caminata nos hará olvidar la triste historia de Filià y pero nos la sustituirá por una bellísima excursión, de esas que se te quedan en la memoria.

Ficha técnica

Longitud: 14,6 km

Desnivel: 1560 m

Altura mínima: 1920 m

Altura máxima: 2772 m

Dificultad técnica: Pasos aéreos y descompuestos de II en la cresta del Tossal de la Costa.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Justo después de la salida de la Central de Cabdella y antes de cruzar un puente sale una pista a mano izquierda que, después de varios km en estado decente con algún que otro tramo con peor piso, conduce a una barrera antes de la Cabana de Filià, con espacio para aparcar. Para llegar ahí también se puede utilizar una pista que sale de Espui. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Nuestra andadura empieza en el aparcamiento que hay justo antes de la valla que impide el paso de la Cabana de Filià. Si miramos al sur vemos los picos que vamos a recorrer muchas horas más tarde, no volveremos a tenerlos tan cerca en mucho tiempo... 

Tras volver sobre nuestros pasos unos metros y cruzar el puente que salva el barranco de la Coma de Fuses, les daremos la espalda para subir hacia el norte por una empinada ladera de hierba. Vamos ascendiendo por el margen derecho del Barranc de la Coma de Fuses, que baja cargado de agua tras esta lluviosa primavera y forma bonitas cascadas.

Cuando el vallecito se abre vamos escorándonos hacia su parte oriental, evidentemente sin camino.

Cuando se bifurcan los barrancos de la Coma de Fuses, que sigue gira hacia el Pic de Filià, que empezamos a ver, y el de Coma-l'empriu, que sigue recto, nos desviamos del fondo del valle y empezamos a subir por la ladera oeste del Fitero.
Subimos por una ladera herbosa muy empinada esquivando escarpes rocosos intentando ganar la loma sur del Fitero.

La pendiente es bastante fuerte y la ascensión se hace dura, pero las vistas de las cumbres meridionales del Valle de Filià nos da fuerzas para seguir.

La Serra d'Altars con sus profundas y altas canales cayendo sobre la Vall Fosca.

Una vez arriba de la loma sur, quedarán 200 metros más amables, pero igualmente inclinados para llegar a la primera cumbre del día, el discreto pero panorámico Fitero.

El Pic de Filià o dels Paiassos, cumbre más alta del valle homónimo y siguiente pico en nuestra lista.

La pendiente cede cuando vamos llegando al achaparrado Pic de Fitero, que ya vemos al fondo.

Desde la cumbre del Fitero, la mirada se va inevitablemente a las grandes cumbres de la Vall Fosca que aparecen por primera vez.
Apenas descansamos en la cumbre del Fitero, bajamos unos 30 metros de desnivel y empezamos a subir el crestón rocoso que llega a la cota 2664 Iberpix.

 Es una subida muy sencilla, apenas en algunos momentos tenemos que poner las manos sobre el suelo más por equilibrio que por otra cosa y no hay exposición. 

Finalizado el crestón rocoso, la arista se arrellana antes de encarar la subida al Pic de Filià, previo paso de su antecima norte, que es esquivable.
Evitamos ascender a la antecima del Filià y hacemos una diagonal a media ladera por una inclinada pedrera en dirección al collado entre las dos cimas.

El rocoso casquete somital del Pic de Filià. La subida final es corta pero intensa y muy rocosa, tanto que nos obliga a poner varias veces las manos en las movedizas piedras para mantener el equilibrio. 

Como las rocas son muy inestables, vamos hacia la nieve para hacer la última subida más cómodamente.

Cumbre del Pic de Filià o Tossal dels Paiassos, máxima altura del valle homónimo y de fenomenal panorama.

Hacia el sur, todas las cumbres que nos quedan por recorrer, empezando por la derecha: Pic de Llena o Tossal Llarg, Tossal de les Tres Muntanyes, Tossal d'Astell y Tossal de la Costa.

Al norte, parte de las cumbres d'Aigüestortes, destacando el piramidal Subenuix.
Hemos llegado a la máxima altura de nuestra ruta y, sin embargo, aún nos falta más de la mitad de la excursión. El Tossal Llarg aguarda al otro lado del valle de Filià y para llegar a él tenemos que realizar la larga e incómoda bajada hasta el Port de Filià y luego emprender una dura subida hacia su cumbre. No perdemos el tiempo y empezamos a descender hacia el sur, mientras vamos viendo el macizo de Boí al otro lado.

Vemos que hay varias puntas, algunas bastante abruptas, que intentaremos esquivar en lo posible. La primera es quizás la más aérea de todas y de hecho puede llegar a ser complicada si se quiere acometer por el filo pero el resto son bastante dóciles.

El descenso de la cumbre del Pic de Filià, del cual vemos su cara sur en esta foto, es rápido.

Para no tener que realizar un constante subibaja en las múltiples cotas, muchas veces las rodeamos, encontrando en ocasiones una traza de sendero y en otras resbaladizas pedreras.

Al otro lado de la Vall de Manyanet, una ventana al Cotiella.
Volvemos a descender a un segundo collado, que será el último antes de llegar al Port de Filià, del cual nos separa esta imponente cota que despunta 100 metros de desnivel respecto a donde estamos. Para evitarlo, decidimos flanquearla por la derecha. Craso error, mucho mejor ascenderla por lo que explicaré ahora.

Primeramente, es más o menos fácil, aunque algo incómodo, empezando por una pedrera y luego por inclinadas praderas. Vamos avanzando sin perder mucha altura en dirección al cambio de vertiente.

Al final del praderío, vemos esta arista que tenemos que trasponer para entrar en la vertiente del Port de Filià.

Pero al cambiar de vertiente la ladera se convierte en una empinadísima tartera que se desmenuza a tus pies y convierte cada paso en un suplicio ya que el resbalón es casi inevitable y cada paso te hunde aún más en el fondo de la tartera. Pasamos largo tiempo intentando cruzar este calvario rocoso a pesar de que la distancia es corta mientras que vemos como, desde arriba, la bajada desde la última punta es franca y sencilla.

 Después de estar a punto de partirnos la cabeza varias veces y de haber gastado varias veces más energía de la que habríamos gastado subiendo los míseros 100 metros de desnivel de la mencionada punta, llegamos al Port de Filià, ocupado por un telesilla herencia de la estación abandonada. Desde aquí aconsejo a los que intenten realizar esta ruta que suban a las cotas a pesar de la ganancia de desnivel.

 

Sin pararnos mucho, damos la espalda a la basura que se encuentra por doquier en el collado y emprendemos la dura subida al Pic de Llena. La primera parte es muy empinada y de lejos parece muy descompuesta pero se sube muy bien puesto que la roca está muy asentada. 

A pesar de que hay unos verticales escarpes que rompen la subida por el medio, siempre hay alguna sencilla forma de pasar. Así, los primeros 100 metros se suben rápida y cómodamente.  Desde lo alto de la prominencia, el Port de Filià, con la bicéfala cota detrás y la infernal tartera por la que la hemos esquivado a la izquierda.

Después de estos primeros 100 metros, llegamos a una arista disfrutona, salpicada de pequeñas puntas que se rodean por la parte de la Coma Tancada y mientras vamos viendo la imponente cara norte del Pic de Llena o Tossal Llarg, no muy alto pero con mucha personalidad.

Aún nos quedan por recorrer toda esta muralla hasta el Tossal de la Costa, que se ve al fondo del cordal.

Trazas de sendero nos guían por los mejores pasos, esquivando varios escarpes rocosos y vigilando nuestros pasos puesto que hay flanqueos con bastante caída

Tras la arista, encaramos una subida dura y bastante pedregosa, que se puede hacer por cualquier sitio. Habrá los que prefieran hacerlo por la mitad de la ladera (donde parece haber trazas de camino, probablemente de animales) y habrá los que prefieran hacerlo por el borde de la pared.

Tras ascender algo más de 100 metros de desnivel, nos plantamos en el plató cimero, con la cumbre delante.

Llegamos a la llana y herbosa doble cumbre del Pic de Llena o Tossal Llarg, primera montaña de la vertiente sur de Filià y una cumbre poco ascendida, como todas las de esa parte del valle.
El verde Valle de Filià, afeado en parte por las construcciones de la estación esquí, con la Vall Fosca de fondo.

El Pic de Filià, máxima cumbre del valle en el lado contrario del mismo.

Tenemos una vista privilegiada de otro de los grandes de la región, la altiva Pica de Cerví, muy cercana pero lejana a la vez debido al profundo tajo de l’Estretet del Riu de Manyanet.

Pero no podemos perder más tiempo, puesto que ahora debemos recorrer todas las montañas del sur del valle, empezando por el Tossal de les Tres Muntanyes.
Tras unos minutos de merecido descanso, empezamos el descenso por la arista este del Tossal Llarg. La bajada es herbosa en casi su totalidad, solo rota por algún resalte en el que no hace falta ni poner las manos.

Poco a poco va apareciendo el vacío a nuestra izquierda cosa y es que la vertiente sur del Valle de Filià es mucho más agreste que la amable y pratense vertiente norte.

Uno de los cortes rocosos que rompen la homogeneidad de la arista del Tossal Llarg.

Más lejos de lo que se observa se encuentra el Tossal de les Tres Muntanyes, nuestro próximo objetivo, una punta que apenas destaca entre las cotas de la sierra, pero sin duda la más abrupta en su cara norte.  Llegamos al punto más bajo de la loma y emprendemos la corta y rocosa subida al Tossal, con algún subibaja pero que se puede esquivar por la vertiente de Avellanós. 

El Tossal Llarg va ganando perspectiva y magnitud a medida que nos alejamos.
Llegados al pie de la cumbre, podemos hacer dos cosas. Los menos aventurosos pueden rodear la cumbre en diagonal, tanto por un lado como en el otro y después emprender la subida por la fácil pendiente del otro lado.

Nosotros optamos por la segunda opción, subir directamente por la parte frontal, que de lejos podría parecer que tiene alguna complicación, pero nada más lejos de la realidad, puesto que apenas se ponen las manos en el suelo.

Sin más problemas llegamos a la poca relevante cumbre del Tossal de les Tres Muntanyes, que como su nombre indica, es una montaña con varias puntas, (más que tres yo cuento cuatro, pero una dando únicamente a la vertiente de Avellanós). Las otras son las que marcan las paredes norte y son más bajas, así que decidimos obviarlas y dirigirnos directamente al Tossal d’Astell.
El Aneto aparece detrás de la arista norte del Tossal Llarg.

Para ir a él, bajamos a la vaguada que hay detrás de las otras puntas del Tossal, aún ocupada por una lengua de nieve, y dirigirnos al collado previo a la primera cota del Tossal d’Astell.

Dejamos atrás la ancha meseta cimera del Tossal de les Tres Muntanyes.

Ahora le toca al Posets acompañar el Tossal Llarg.

Rodeamos la primera cota, más baja, por la derecha, subiendo solo lo necesario por un terreno pizarroso y accedemos al punto intermedio entre las dos, llegando a la segunda y principal cota del Tossal d’Astell, quinta y penúltima cumbre del día.

Las vistas son similares a las que llevamos viendo desde hace un rato, pero las perspectivas de las cumbres que hemos hollado a lo largo del día van variando a medida que vamos avanzando por las alturas, como este panorama de la Punta Alta y el Pic de Filià.

Pero la que más impresiona desde aquí es la última cumbre de la Olla, sin duda la más complicada. El Tossal de la Costa se muestra al otro lado de las profundidades del Portarró con dos partes bien diferenciadas: una tartera en la cara norte y una terrosa ladera en la cara sur, ambas muy empinadas y con varios cortados. Ambas opciones implicarían un acceso muy penoso a la cumbre. Pero existe una tercera opción: una afilada cresta que separa ambas vertientes y de la que apenas tenemos información. Y lo que nos dicen los ojos es que la cresta es muy vertical y tiene al menos dos resaltes que nos proporcionaran complicaciones que no sabemos cómo vamos a sortear. Sin embargo, es la opción que decidimos tomar.
Pero antes de llegar a la cresta tenemos que bajar al Portarró, bajada que presuponemos muy desagradable por lo descompuesto y empinado del terreno. Bajamos directamente de la cumbre pero nos encontramos un cortado, así que nos desviamos hacia el norte hasta que vemos clara la bajada. Desde el collado podemos bajar fácilmente al Estany de Filià, para los que no quieran acometer la cresta.

El collado en sí es apenas una brecha, pues enseguida empiezan a aparecer unos escarpes donde no se gana mucha altura pero que acercan a la base de la arista en sí. Es en estos escarpes donde empieza a aparecer la verticalidad, y a pesar de que no entrañan dificultad no podemos perder la concentración en ningún momento, y las manos son ya necesarias. Tras unas cortas trepadas, llegamos a la cresta. 
El inicio de la cresta es sencillo, pero ya podemos observar que la calidad de la roca es muy baja y hay bastante verticalidad, por lo que tenemos que ir con mucho cuidado.
Al poco llegamos al primer paso relevante, un resalte bastante vertical de unos 10 metros de altura que puede contener algún paso de II+. Siempre hay agarres pero el principal problema y, de hecho, el de toda la arista, es que la roca es muy mala, en más de una ocasión nos quedamos con la roca en la mano.
Superado este resalte, aparece otra zona de cresta más o menos llana, en la que se puede ir incluso andando.

Sin embargo, la tensión continúa porque apenas hay medio metro entre abismo y abismo. .

Después de alguna que otra trepada llegamos a una brecha en la cresta que no podemos trasponer, ya que hay una roca inclinada que cae encima de un pedestal con demasiada poca superficie como para arriesgarnos en un salto. Así, volvemos atrás y vemos cómo podemos descender por la parte de Filià unos metros para llegar a la brecha por la parte de abajo.

El bloque que nos ha forzado a abandonar la cresta.

Trepando volvemos a ganar el filo de la cresta, que se afila aún más hasta que llegamos a un paso muy expuesto que solo podemos cruzar en bavaresa (o montándolo como un caballo, similar al Paso de Caballo del Vallibierna). Este es el último paso complicado, ya que después la arista se tumba definitivamente.
El Tossal d'Astell y el Portarró.

Superados unos fáciles pasos desaparece el vacío a nuestra derecha y se cubre todo de frondosa hierba, ya podremos respirar tranquilos.

La arista se arrellana mucho, pasando a convertirse en una herbosa loma con algunas rocas sueltas allí y allá que en poco rato nos llevaran a la amable cumbre del Tossal de la Costa, sin duda uno de las cumbres menos ascendidas no solo de la Vall Fosca sino de toda la zona del Parque Nacional.

Muy cansados pero igual de satisfechos podemos ver la gigantesca circular que hemos hecho, todas las cumbres del valle de Filià: el pequeño Fitero dominando la cascada donde hemos dejado el coche, el piramidal Pic de Filià, máxima altura de hoy, la larga bajada hasta el Port de Filià, el imponente Tossal Llarg, el poco relevante Tossal de les Tres Muntanyes y, muy cercano, el rocoso Tossal d’Astell.

Estamos seguramente en el mejor mirador de la Vall Fosca y sus grandes cumbres, como el Pic de Peguera, la Pala Pedregosa de Llessui y el Montorroio o el Pic Tort y el Pic dels Vidals, entre muchas otras.

Al otro lado, a pocos kilómetros de distancia pero separada por un tajo de 1400 metros de profundidad, la Serra d'Altars.

Esta sierra es la última del Pirineo por el sur, abandonándose las grandes alturas a partir de aquí.
Emprendemos el descenso por el lomo norte, que yo consideraría la ruta normal de esta montaña. La bajada es a ratos engorrosa, con mucha pedriza y piedra mediana pero se baja muy rápidamente.

La bajada es en todo momento muy empinada, y la primera parte, rocosa también, por lo que el descenso es algo incómodo.

Las montañas que forman el frontón sur de Filià.

Pasados un par de resaltes y descendidos unos 300 metros de desnivel, pasamos a descender por una parte herbosa y con bastante arbusto, en dirección a un collado que nos permitirá el descenso al Estany de Filià.

Dejamos atrás el Tossal de la Costa, una montaña con carácter.

Finalmente, una corta bajada nos sitúa en un collado sobre los 2200 metros de altura, la vía más sencilla de bajar con rapidez hasta el Estany de Filià.

Vista atrás, en dirección al collado por donde hemos bajado.

El entorno del Estany de Filià es realmente precioso, de un verde cautivador y rodeado de bellas flores, protegido por las imponentes cumbres por las que hemos transitado y con unos bellos humedales. Para mí, uno de los más bucólicos del Pirineo, a pesar de las pistas.

Esta plácida bajada nos da tiempo a observar con detenimiento las cumbres de la jornada de hoy. Delante, el Pic de Filià, donde hemos empezado la jornada si no contamos la cota del Fitero.

Detrás, el Tossal d'Astell y el Tossal de la Costa, donde la hemos terminado.
Más lejanas las vistas son igual o más magníficas, pues tenemos un primer plano del colosal Montsent de Pallars que muestra su cara más feroz.

Lo único que puede estropear este bellísimo lugar son las consecuencias de la fallida estación de esquí, pues casi a la vera del lago hay una pista de esquí que, montaña abajo conduce a la más aberrante construcción de todo el valle, hacia la cual nos dirigimos por el otro lado del barranco por plácidas praderas.

A medida que nos vamos acercando, va aumentando de tamaño: presuponemos que debía ser el centro de todo el complejo pero solo hicieron el esqueleto de cemento, quedando para la posteridad y para la vergüenza. Con la pintada se resume todo.

Nosotros ni nos acercamos, vamos por los humedales del margen derecho del barranco hasta que nos encontramos una valla para el ganado, que saltamos. Ya podemos ver la cascada donde hemos dejado el coche, debajo del suave Fitero, .

Ya estamos terminando esta hermosa circular, solo queda descender por unas frondosas canaletas para llegar a la pista que conduce a Espui y después vadear el frondoso río de Filià y llegar al coche, exhaustos.

A lo lejos, el Port de Filià y el Tossal Llarg nos despiden y nosotros a ellos, agradecidos por esta magnífica jornada que nos ha deparado el precioso valle de Filià, un lugar que vale la pena conocer.