Puigpedrós (2.915 m) invernal desde Malniu

Visita invernal al coloso de la Cerdanya

La cumbre del Puigpedrós, culminando la extensa llanura somital,

El Puigpedrós es una de las grandes montañas del Pirineo catalán. Montaña más alta de la provincia de Girona, no es la cumbre más alta de la Cerdanya por apenas 6 metros, honor que se lleva el Carlit, pico mucho más escondido entre las crestas de Lanós, ya en la Cerdanya francesa. En cambio, el Puigpedrós es omnipresente, con sus anchos hombros vistos desde casi cualquier lado de la llanura ceretana.

Es una montaña de proporciones muy contundentes, sobretodo debido a la gran llanura que hay en su cumbre y que se extiende durante quilómetros hacia el sur, el este y el noreste, finalizando en empinadas laderas que caen sobre los distintos valles que salen del corazón ceretano. En cambio, hacia el norte del Puigpedrós cae una imponente pared surcada de canales sobre un circo con otros agrestes picos, como el Peiraforca o la aguja del Roc Colom, la cumbre más complicada de la Cerdanya.

Fuera de esta cara más salvaje, el Puigpedrós es una cumbre amable, lo que convierte su ascenso en uno de los más fáciles y agradecidos de la cordillera, más aún teniendo una carretera hasta el Refugi de Malniu, ya en los 2100 metros. Por ello, es una montaña muy transitada en verano, ya que es una montaña de altitud más que notable a un precio muy barato. Cuando hay nieve hay mucha menos gente, pero ofrece igualmente un ascenso fácil, apto para cualquier montañero que haya pisado el blanco elemento alguna vez. En el caso que nos ocupa, realizamos el ascenso al Puigpedrós por la vía normal en raquetas, en una ruta sencilla y muy panorámica.

Ficha técnica

Desnivel: 1000 m

Longitud: 15 km

Altura mínima: 1.950 m

Altura máxima: 2.915 m

Dificultad técnica: Nula en verano. Cuando hay nieve, pendientes suaves excepto en la subida al Serrat de les Perdius Blanques, donde se puede llegar a los 30-35 grados en tramos de 50 o 100 metros.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

El acceso al refugi de Malniu está abierto todo el verano, previo pago de una tarifa de acceso. En otras épocas del año, se abre en los fines de semana excepto cuando hay nieve, que, aunque a veces se puede limpiar, suele limitar el acceso por la pista, pudiendo llegar a estar completamente cerrada. En nuestro caso la pista estaba abierta hasta la curva previa al refugio, a unos 1950 metros. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pinchando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Caprichosas nubes impiden una vista diáfana del Puigpedrós desde la curva de la pista al refugi de Malniu, donde aparcamos al estar cerrada la valla de la pista al refugio. Vemos el hoyo donde se encuentra el refugio, bajo las paredes de nuestra cumbre.

La pista, muy bien cuidada, atraviesa un bosque mientras va ganando altura paulatinamente.

Tramos más despejados nos dejan ver lo que nos queda hasta el refugio. En total, desde la curva donde hemos dejado el coche son unos 3 km de pista, que se hacen un poco largos.

Cuando encaramos la Roca de la Llosa sabemos que ya nos acercamos a la llanura donde se asienta el refugio.

El Refugi de Malniu, hoy cerrado a cal y canto y sin ninguna alma alrededor, a diferencia de la marabunta de las jornadas estivales. De hecho, no veremos a nadie en toda la jornada.

Pasado el refugio, un ancho camino bien indicado con carteles y marcas de GR desciende unos metros...

...para llegar al semihelado Estany Sec, con el Roc de la Llosa dominándolo desde las alturas.

El sendero cruza el desagüe por unas pasarelas y empieza a ascender por la ladera nevada del fondo.

Vamos ascendiendo por el prado salpicado de nieve. Al fondo se observa el ancho tubo del Torrent d'Envalls, por donde empieza el ascenso al Puigedrós.

Atrás dejamos el estany y el refugio.

En la parte alta de la pradera nos encontramos con una bifurcación clave. El sendero inferior es el que se dirige al Valle de Engorgs, mientras que el que sube por la derecha es el del Puigpedrós.

Retazos de nubes van tapando partes del Cadí, pero se intuyen perfectamente sus peculiaridades y detalles.

El sendero a la cumbre primero avanza a media ladera, sin ganar mucha altura, en dirección al tubo Torrent de Envalls, que utilizaremos para ganar el Coll de les Molleres y que vemos enfrente. El camino va atravesando torrentes, bien surtidos de agua por el incipiente deshielo y llega a la base de la cumbre de Pedradreta, donde empieza a ganar desnivel mediante zigzags.

En un momento dado, el sendero cruza el barranco, unos metros por debajo de una pequeña presa de madera. Será aquí donde nos desviaremos del camino y encararemos el barranco de frente, para llegar a la nieve más rápidamente.

Los primeros metros aún son sin nieve continua, pero no tardamos en encontrarla, cosa que aprovechamos para ponernos las raquetas.

La pendiente no supera los 30 grados y es bastante sostenida, lo que nos permite un ascenso cómodo.

Mirando atrás, vemos la extensa llanura de la Cerdanya y sus numerosos pueblos, delimitada en su frontera meridional por la mole de la Tossa d'Alp...

...y la más aguda Serra del Moixeró, con les Penyes Altes en una posición central.

Con cada vez más nieve, la pendiente se va tumbando, distinguiéndose el collado algo más adelante.

Cuando la pendiente se tumba definitivamente vamos girando hacia la derecha, sin llegar al mismo collado.

El siguiente objetivo: entrar en la vaguada entre la pala nevada y la cota rocosa de la derecha de la foto, salpicada de abetos.

Un pequeño colladito se abre delante nuestro y hacia él nos dirigimos, haciendo zigzags para esquivar las rocas que afloran en la ladera.

Mientras vamos subiendo observamos el inicio del Valle de Engorgs, a la izquierda del piramidal Cim de la Costa de Montmajor, cota secundaria del...

...Puigpedrós, cuya cumbre aún vemos lejana pero despejada por primera vez en todo el día.

Atrás dejamos el Coll de les Molleres y la irrelevante cota de Pedradreta.

Pocos metros antes del colladito anteriormente mencionado, cuando llegamos casi a la altura de la cota rocosa, empezamos a tirar hacia la izquierda, para comenzar el ascenso por el Serrat de les Perdius Blanques.

Como se ve en la foto, la pendiente se empina notablemente en este tramo. De fondo, el Bony del Manyer.

Las pendientes en este tramo son las más fuertes de la jornada, pudiendo llegar a picos de 35-40 grados en tramos muy puntuales, ya muy justos para raquetas. Por ello vamos trazando zigzags para ascender más cómodamente y esquivar las rocas que dominan en este tramo inicial, de unos 200 metros de desnivel.

Ganamos metros rápidamente por lo que la perspectiva sobre la Cerdanya va mejorando.

Superado el tramo más inclinado, entramos en una campa nevada, bastante pendiente pero menos que en el tramo inicial.

La Portella del Torer separa las cumbres de la Carabassa y del bicéfalo Bony del Manyer, ambos al otro lado del valle de Engorgs.

Un solitario hito marca el final de este tramo...

... y el inicio del último, la travesía por les Molleres del Puigpedrós, con la cima al otro lado de la planície.
Empezamos a atravesar les Molleres del Puigpedrós siguiendo pisadas previas, por una llanura que engaña bastante, porque es más grande de lo que parece a primera vista y es que tiene más de un kilómetro de longitud.

Núria queda medio tapada por las nubes, pero se pueden distinguir algunas cumbres como el Puigmal a la derecha o el Noucreus y el Bastiments más al centro de la foto.

La pendiente se va incrementando a medida que nos vamos acercando a la cumbre.

Aparece por primera vez el Carlit, cumbre más alta de la Cerdanya y con un porte muy distinto al del Puigpedrós.

El ascenso al Puigpedrós en condiciones de baja visibilidad se puede complicar por la inmensidad de la llanura somital y la falta de referencias para orientarse.

Llegamos ya a la base de la cumbre, pero no la atacamos directamente sino que la rodeamos por la derecha. La cara sur está demasiado helada y inclinada para las raquetas.

La cara este es más accesible, así que tras un rodeo de unas decenas de metros y cuando lo vemos mejor, atacamos el collado que hay entre las dos cumbres del Puigpedrós.

Vista atrás del tramo realizado por la cara este.

Tras un corto tramo de roca, llegamos al vértice del Puigpedrós, que no su cumbre, que es la que está más al norte. Pero en el vértice se tienen mucho mejores vistas del panorama sur y de toda la Cerdanya.

Tras la amable Carabassa, el mucho más fiero Cadí sigue el recorrido del Segre hacia el oeste.

Tras el Comabona, aparecen las otras grandes montañas del Prepirineo Central catalán: Ensija y la cresta del Pedraforca.

La Tossa Plana de Lles, el segundo y último 2900 de la Cerdanya española.

Tras el Pedradreta, que se muestra como un pequeño hombro blanco bajo la falda del Puigpedrós, la gran llanura de la Cerdanya, al otro lado de la cual...

...aparecen, monumentales y sombríos, el Puigllançada y la Tossa d'Alp.

Las montañas de Núria, en un claroscuro que las hace difíciles de identificar.

Bajo las montañas de Núria, la Cerdanya, ya francesa, sigue hacia el este hasta que se desploma en el valle de la Tet hacia el cercano Mediterráneo.

Nos acercamos a la cumbre norte para ver la cara más fiera del Puigpedrós, donde grandes roquedos y canales caen sobre el Clot de Peiraforca y el valle de Campcardós. Al fondo, el Carlit y las montañas de Lanós.

Del Puigpedrós sale una arista hacia el norte muy accidentada, donde se encuentra la cumbre más afilada y agreste de toda la zona, el Roc Colom.

Tras la cresta del Roc Colom y el Peiraforca y el valle de Campcardós, aparecen las montañas andorranas, en este caso los Pics de Fontnegra.

Y, tras la cabecera de Campcardós, las mil montañas de Andorra.

Desde la antecima norte, dejamos a la derecha las dos cumbres del Puigpedrós, apenas sobresaliendo por encima de la llanura somital.

Mientras vamos bajando por la llanura, tenemos esta momentánea vista del Montsec de Rúbies por encima del boquete de la Portella del Torer.

De vuelta, repetimos el mismo camino, pero desviándonos un poco para visitar el modesto Pic de les Molleres del Puigpedrós.

Y es que desde esta modesta cumbre se tienen unas magníficas vistas de los circos que caen de la llanura del Puigpedrós hacia el sur...

...y del Estany de Malniu, que vemos totalmente cubierto de nieve.

Tras el Pedró de la Tosa, un último vistazo al Carlit y su corte antes de descender hacia Malniu.

Descendemos por el Serrat de les Perdius Blanques no tan escorados a la izquierda como en la ida, pero siempre tendiendo hacia el Pedradreta, que vemos en la foto.

Una vez en el collado, descendemos por el Torrent d'Envalls, con una nieve muy transformada que provoca que surfeemos por el blanco elemento.

En la parte baja del tubo, la nieve se termina y nos unimos de nuevo al sendero que nos lleva...

...al Estany Sec y el Refugi de Malniu con mucha menos nieve que por la mañana. El calor va haciendo su efecto...

Y así, siguiendo la larga pista y con estas vistas sobre el Cadí, llegamos de nuevo a la curva donde tenemos el coche, no sin antes...

...despedirnos del Puigpedrós, con la cumbre mostrándose apenas un milímetro sobre la ancha llanura del Serrat de les Perdius Blanques.