Cap dera Picada o Pic de Pessó (2.626 m) desde la Besurta

 El guardián de la Picada

El Cap dera Picada desde su cara sur

El Puerto de la Picada (Pòrt dera Picada en aranés) es uno de los principales collados entre el valle de Aran (por Artiga de Lin) y el de Benasque (por el Hospital de Benasque) habiendo sido utilizado desde tiempos inmemoriales, pues es uno de los pasos más cómodos de la cordillera fronteriza, a diferencia del Còth deth Hòro, mucho más vertical por la vertiente aranesa. Este puerto, a pesar de ser de los más altos (dentro de los collados de paso clásicos), es muy suave y amable en ambas vertientes y está cubierto por bucólicas praderas donde vacas y ovejas pastan envueltas de un grandioso panorama.

El puerto tiene un vigilante que, desde el norte, guarda el paso. Se trata del Cap dera Picada, también llamado Pic de Pessó y se podría considerar la continuación de la brutal cresta del Pico de la Mina hacia el este. Esta cumbre no es muy vistosa, viéndose desde muchos puntos como una pared marrón y verde culminando en una cresta sin apenas cotas relevantes. Pero su ascenso tiene un importante premio, un primer plano de lo que, en mi opinión, es uno de los parajes más sobrecogedores del valle de Benasque: el Pico de la Mina y sus agujas septentrionales. Además, hay grandes vistas del macizo de la Maladeta y también del coqueto valle de la Freisha, en Francia. Por todo ello, vale la pena dedicar una mañana a conocer este desconocido pero interesante pico pues es capaz de aportar perspectivas distintas a panoramas de sobra conocidos en el magnífico valle de Benasque.

Ficha técnica

Desnivel: 780 m

Longitud: 7 km

Altura mínima: 1.870 m

Altura máxima: 2.626 m

Dificultad técnica: El ascenso del Puerto de la Picada hasta la cresta transcurre por una ladera extremadamente empinada de hierba y piedrecilla que puede ser bastante peligrosa (si está húmeda, mejor no subir a este pico). Los últimos 10 metros hasta la cresta transcurren por una canal vertical (I+). La cresta entre las dos cumbres es corta y sencilla, pero algo aérea. 

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

La Besurta es una caseta que marca el final de la carretera del Valle de Benasque. Su acceso queda restringido en los meses de verano y cuando la nieve impide el paso por la carretera. Fuera de estas épocas, se puede acceder en coche particular, habiendo varios aparcamientos habilitados tanto al final, junto a la caseta, como en varios recodos de la carretera. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Empezamos a andar en la curva previa a la última subida hacia la Besurta, donde un cartel indica el inicio del sendero de la Costera, que conduce a, entre otros lugares, el Puerto de la Picada, collado al que tenemos que llegar.

Este sendero se llama la Costera por razones obvias, puesto que tenemos que superar un muro de unos 300-400 metros de hierba y roca. Afortunadamente, un magnífico sendero los recorre con mucha comodidad trazando muchas lazadas.

Durante el ascenso, a medida que vamos ganando metros, se van descubriendo las cumbres de la catedral pirenaica por excelencia, el macizo de la Maladeta, hogar de sus cumbres más altas, viendo aquí su parte más occidental.

También vemos las montañas de Remuñe y de Gorgutes, aún cubiertas de bastante nieve.

Con la pared herbosa de Bargas enfrente, el sendero traza una última lazada para llegar...

...al gran rellano situado bajo las altivas cumbres del Salvaguardia y del Pico de la Mina, dos de las montañas más bellas del valle.

Al llegar al mirador sobre el glaciar de la Maladeta, el camino se divide. El sendero mejor trazado empieza a llanear por el rellano dirigiéndose hacia el concurrido Portillón de Benasque. Pero nosotros tomaremos la alternativa del Puerto de la Picada, señalado con marcas de GR y postes. Además aparece por vez primera nuestra cumbre de hoy, el Cap dera Picada, mostrándose como una achaparrada cresta protegida por un intimidante muro.

Aún no vemos el Puerto de la Picada, pero se puede intuir perfectamente entre nuestra montaña y el espolón herboso que cae de la cresta derecha.

Sobre esta altura ya se ha despejado la práctica totalidad de los Montes Malditos, visión que, aún observada mil veces, no deja nunca de impresionar.

El sendero se dirige, por prados de un verde cegador, casi hasta los pies de la gran pared de la Mina para, a último momento...

...girar a la derecha encarando el Puerto de la Picada, cuyo boquete divisamos al final de un pequeño valle.

Tenemos que ascender unos 150 metros por este valle, primero por hierba y luego cruzando alguna pedrera e incluso neveros, a los que les queda poco tiempo de vida.

Finalmente, tras 600 metros de desnivel muy bien ganados desde la Besurta, llegamos al Puerto de la Picada, uno de los más conocidos y transitados desde tiempos antiguos entre el Valle de Benasque con el Valle de Aran y el de Luchon.

Pero nuestro objetivo no está al otro lado del Puerto sino a nuestra izquierda. El Cap dera Picada o Pic del Pessó espera, 150 metros por encima de nuestras cabezas, en lo alto de una auténtica pared herbosa que tiene pinta de ser casi vertical. Tras mirármelo bien, decido una ruta que pasará por el tubo herboso que se ve entre las dos paredes inferiores para luego trazar una diagonal hacia la izquierda bajo el potente escarpe que se ve en lo alto del tubo para llegar a las pendientes herbosas bajo la cresta, desde donde ya veré como treparla.

No me equivocaba cuando suponía una pendiente endiablada que es incluso más fuerte de lo que en un principio imaginaba. El ascenso es penoso y algo delicado, puesto que no hay ni las terracitas terrosas que suelen haber en este tipo de pendientes; solo hay una muralla herbosa repleta de piedrecilla que obliga a asegurar cada paso e ir casi en todo momento a cuatro patas para tener el máximo agarre en este traicionero terreno.

La subida por la hierba es tan incómoda que, a la que podemos, utilizamos la pared situada bajo el escarpe para trepar con algo más de seguridad, a costa de realizar algún paso de I+ grado algo expuesto.

Cuando estamos directamente bajo el escarpe, utilizamos una vira diagonal para ir ganando metros, de nuevo por hierba resbaladiza. No hace falta decir que esta ruta en caso de terreno mojado pasaría de delicada a muy peligrosa, por lo que desaconsejo totalmente su ascenso en días de lluvia.

Finalmente, llegamos a la altura del escarpe y nos plantamos en las laderas herbosas bajo la cresta somital, de la que nos separan unos 30 metros de desnivel. Aquí, aunque la pendiente sigue siendo muy fuerte, no es tan incómoda y podemos incluso andar sin tener que poner las manos en el suelo.

Vista atrás de la vira bajo el escarpe y del tubo herboso que conduce al Puerto de la Picada, situado 100 metros por debajo.

La cresta está protegida por un liso murete metamórfico de unos 10 metros de altura cortado por numerosas canales. Nosotros escogimos una situada justo encima, aunque hay bastante variedad.

La canal escogida es vertical y cubierta de arbustos, pero hay bastante agarres y es bastante segura, no llegando al segundo grado de dificultad.

Esta canal nos deja en una cresta sorprendentemente ancha en un punto muy cercano a las dos cumbres del Cap dera Picada.

Tras superar algún paso más estrecho pero sin dificultad, recorremos los últimos metros hasta la aparente cima del Cap dera Picada.

Pero llegados allí, vemos como una punta se eleva un poco por encima de la cota donde estamos, separada de nosotros por una cresta algo estrecha.

La cresta se recorre prácticamente andando, aunque la aguda roca metamórfica nos hace poner las manos en el suelo en alguna ocasión.

A pesar de su sencillez, la cresta es aérea a ambos lados, y una buena caída nos esperaría en caso de resbalar.

Llegamos al fin a la cumbre real del Cap dera Picada o Pic de Pessó, señalada por un modesto hito.

En esta cumbre había venido a buscar específicamente esta perspectiva, un primer plano de una de las cumbres más salvajes y bellas no solo del valle de Benasque, sino de todo el Pirineo aragonés: el soberbio Pico de la Mina y sus temibles agujas, la Aiguille Morin y el Bec de Corbeau.

Descolgándose hacia el norte, una rota e intimidante cresta coronada por el Tuc dera Freisha y el Som dera Pica sale del Pico de la Mina para desplomarse abruptamente sobre el verde valle francés de Luchon.

A nuestros pies, las tarteras del valle de la Freisha dejan paso rápidamente a los bucólicos pastos de las montañas fronterizas con el Aran, dominadas por el Cap dera Entecada.

Oscuros nubarrones empiezan a cubrir el Perdiguero y el siempre bien innivado Valle de Remuñe, aunque el Malh Pintrat, rey de Gorgutes, sigue soleado.

Pero las nubes no solo están allí, pues ya envuelven en bruma la temible diente de la Maladeta, por lo que empezamos el retorno al collado. No queremos que nos pille lluvia en esta bajada tan delicada.


Así pues, desandamos la cresta del Cap dera Picada, que tiene una buena pared hacia el lado francés.

Al llegar de nuevo a la canal de subida, la destrepamos con mucho cuidado.

Pero con aún más cuidado tenemos que emprender el descenso al Puerto de la Picada, cercano pero con el muro herboso separándonos de él. A la izquierda se puede ver el resalte bajo el cual hemos subido. 

Pero de bajada tomamos un camino algo distinto. Vemos como por la derecha de la vira de subida una serie de graderíos nos permiten un descenso algo más cómodo, para luego ya trazar una incómoda diagonal hasta el tubo herboso del principio.

Llegados al Puerto de la Picada, y con el tiempo empeorando, nos despedimos del Aran y de la preciosa y olvidada Tuca de Bargas...

...y emprendemos el rápido y conocido descenso hacia la Besurta.

No sin antes darle un último vistazo a la cumbre de hoy, con más carácter del que le presuponía...

...y también aprovechamos para despedirnos del augusto Salvaguardia, antes de que quede engullido por las nubes.

Y con esta foto del archiconocido Plan d'Aigualluts bajo el oscuro pico homónimo, rodeado de brumas, nos despedimos en la jornada de hoy.