Comaloforno (3.030 m), Besiberri Sud (3.023 m) y Agulla Nord de Malavesina (3.009 m) por los Estanys de Gémena

El gris soberano de Aigüestortes
El Comaloforno y la Agulla Nord de Malavesina (en primer plano) desde la cumbre del Besiberri Sud,

El macizo de los Besiberris es uno de los más célebres del Pirineo. Culminando el paradisíaco parque nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, su larga y agreste cresta granítica es una de las más afamadas y codiciadas de todo pirineísta que se precie, pues la consecución de todas sus afiladas puntas es una de las principales actividades de alpinismo de los Pirineos. Situadas en el extremo más occidental del parque nacional, esta gris muralla se levanta por encima de la cifra mágica de los tresmil metros, siendo solo en esta punta del extenso macizo de Aigüestortes donde se supera esta altitud y uno de los dos lugares en toda Catalunya, junto con el macizo de Estats, en la lejana Vall Ferrera.

La cresta de los Besiberris se mantiene siempre sobre los 2.900 metros, por lo que hay poca diferencia de altura entre sus cumbres, que siempre se acercan a los 3.000 metros. En el extremo septentrional se levanta la terrible pirámide negra del Besiberri Nord, la cumbre más airosa y complicada del macizo, con permiso de la Punta Passet. Después de pasar por los antaño tresmiles del Besiberri del Mig, la cresta llega al Besiberri Sud, la cumbre más sencilla del macizo. De nuevo entrando en una zona accidentada de la cresta (donde recientemente se ha descubierto una aguja que cumple los criterios para ser considerada tresmil, la Agulla Nord de Malavesina) llegamos a la principal cumbre del macizo, el Comaloforno, apenas una pequeña punta granítica desde donde se desploman paredes por toda su circunferencia. Después de hundirse el terreno en la Bretxa de Comaloforno, la cresta vuelve a erguirse en la formidable aguja de la Punta Passet y, tras un complejo cresterío, la Punta Lequeutre, seguramente la cumbre menos relevante del macizo y también su final.

El Comaloforno es curiosamente la montaña menos individualizada de los Besiberris, pues se trata de un diente rocoso que de lejos parece una punta más de la cresta que lo rodea. Sin embargo, al tener 7 metros más que el Besiberri Sud, se convierte en la cumbre más alta de los Besiberris, sin tener su nombre. Montaña airosa por todas sus vertientes, su ascenso es fácil pero técnico y siempre duro, al tener que superar bien las desoladas laderas de piedra que caen a Cavallers o bien aguantar el notable desnivel y las descompuestas canales que se desprenden de la cresta, si se quiere subir por Caldes de Boí y los preciosos Estanys de Gémena. En la presente descripción se detalla la segunda vía, en, seguramente, la ruta más bella y completa de ascenso a una de las cumbres principales de la cordillera pirenaica, ruta que se puede complementar fácilmente con el ascenso al Besiberri Sud y la Agulla Nord de Malavesina.

Ficha técnica

Desnivel: 1.750 m

Longitud: 20,5 km

Altura mínima: 1.480 m

Altura máxima: 3.029 m

Dificultad técnica: Pasos de II en el ascenso final al Comaloforno y de II+ en la Agulla Nord de Malavesina. Pasos de I-II en la cresta entre el Comaloforno y el Besiberri Sud y alguno de I en la canal de ascenso a la cresta.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Siguiendo la carretera en el Valle de Boí que va al embalse de Cavallers, tras pasar por el balneario de Caldes de Boí, unos 500 metros más adelante cruzamos el río por el Puente de Toirigo. Justo a mano izquierda hay un parking de tierra donde caben unos cuantos coches. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pinchando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Desde el pequeño aparcamiento de Toirigo sale el camino hacia Caldes de Boí y a los Estanys de Gémena.

 Descendiendo unos metros hacia el balneario de Caldes de Boí y entrando en un frondoso bosque volvemos a encontrar un desvío a mano derecha en fuerte subida hacia los lagos. Mientras subimos por el bosque, aparece la mole de la Punta Alta en nuestra espalda, valle arriba. 

El sendero sube fuertemente por la ladera izquierda del valle, en búsqueda del valle colgado de Llubriqueto.

Afortunadamente, el ascenso transcurre mayoritariamente por un hayedo, que refresca el ambiente y nos dulcifica la intensa subida.

Un indicador de que estamos entrando en Llubriqueto es la cercana presencia de l'Aüt, la montaña señal de Boí-Taüll.

Poco a poco vamos acercándonos al Barranc de la Sallent, que baja siempre caudaloso al recibir el agua de los numerosos estanys que lo nutren. Al llegar a la ribera del río, el sendero deja de subir repentinamente y empezamos a seguirlo hacia arriba.

Cuando llegamos al Pla de Sallent, el bosque se abre momentáneamente, permitiéndonos intuir más arriba un nuevo rellano: el Planell de Llubriqueto.

Cruzamos el Barranc de la Sallent por dos puentes y empezamos a ascender por la otra vertiente.

El sendero sube ahora por un bosque menos frondoso y con la primera aparición de placas graníticas, que van a ser la tónica a partir de ahora.

El bosque se despeja definitivamente cuando llegamos al Pla de la Cabana o Planell de Llubriqueto.

Si miramos atrás podremos observar a la izquierda el Pic de Comaltes, antesala de la Punta Alta, y a la derecha el Bony Blanc, ya en la Ribera de Sant Nicolau.

El idílico Planell de Llubriqueto, con la muralla que tenemos que superar y que protege los Estanys de Gémena enfrente. Por esta muralla cae...

..el Salt de Llubriqueto, guardado por la piramidal cumbre del Pic d'Estany Gémena.

Con la muralla a superar de frente, abandonamos el sendero hacia el Estany Roi y giramos a la derecha...

...para atravesar el río por ese puente y pasar al lado de la Cabana de Llubriqueto.

La pendiente vuelve a ser fuerte, pero además ahora empezamos a atravesar pedreras de granito hasta que el sendero deja de encarar la ladera de frente y empieza a ir en diagonal, en busca de una vira por encima de la pared.

Dirigiéndonos hacia la canal en la que empieza la faja, mientras vemos el rellano donde se asientan los Estanys Gémena, 200 metros más arriba.

El sendero y los hitos nos guían hacia esta canal encajonada entre la pared y los abetos.

Con la parte inferior de la pared que cierra Llubriqueto superada, ahora solo nos queda trazar una larga diagonal en dirección al rellano de los Estanys Gémena, más lejano de lo que parece. Esta vira diagonal va ascendiendo canales y trepando por fáciles escalones de granito en un constante pero agotador subibaja.

Al otro lado del Serrat des Fonts, en primer plano, se levantan las agudas montañas de Comaminyana, un valle bastante desconocido pero precioso.

Cercanos a los lagos, el camino se suaviza y volvemos a entrar en terreno de pastos.

Llegamos por fin al bucólico circo de Gémena, con el Estany Gémena de Baix bajo las cumbres del Pic de Baserca y la piramidal Punta Senyalada. El Estany Gémena de Dalt queda escondido bajo las paredes de la segunda cumbre, que cierran el circo.

En el centro de la foto, el altivo Pic d'Abellers marca el camino que seguiremos mañana, puesto que tanto el Comaloforno como el Besiberri Sud quedan escondidos tras la masiva Punta Lequeutre, punto de inicio de la cresta de los Besiberris por el sur.

Un buen sendero recorre el contorno del Estany Gémena de Baix, subiendo y bajando las prominencias que se encuentran en su ribera y atravesando las pedreras que caen de la Serra Plana.

Sin haber ganado mucha altura, finalizamos el recorrido del lago inferior y el sendero pasa por el barranco que separa los dos lagos, que tiene esta bonita cascada bajo el Pic d'Estany Gémena.

El principal desnivel lo superamos por una ancha canal situada a la derecha del barranco tras lo cual aparecemos en los prados que hay...

...por encima del Estany Gémena de Dalt, un lugar mucho más gris y desolado por la mucha mayor presencia del duro granito, que a partir de aquí es dominante.

Nuestra intención es pasar la noche aquí, así que tras buscar un sitio para hacer vivac en las cercanías del estany, encontramos un prado al otro lado del desague del lago superior que es una buena opción para dormir. 

Desde nuestra posición de descanso tenemos, eso sí, una vista privilegiada de la oscura muralla de los Besiberris, que recorreremos en parte mañana.

Con las últimas luces del día cayendo sobre las montañas meridionales de Boí y Taüll nos disponemos a descansar.

Nos levantamos con las primeras luces del día, aún con el Sol escondido, y volvemos a la parte oriental del Estany Gémena de Dalt, donde recuperamos el sendero.

El sendero gana altura con rapidez y atraviesa una pedrera para llegar a la canal herbosa que hay bajo la pared negra que se ve en la foto, teniéndola que superar mediante cortos zigzags.

Esta ancha ladera herbosa es el único lugar donde las paredes que cierran el circo ceden y nos permiten el paso.

A nuestros pies la oscura lámina azulada del Estany Gémena de Dalt, con las crestas de Baserca reflejadas en sus aguas.

Ya hemos llegado a la altura de la pared negra, pero aún tenemos que superarla para empezar a andar por las pendientes rocosas que hay en la parte superior de la pared.

Cuando llegamos arriba de la canal, el sendero gira a la izquierda y va por el borde de la pared del circo, por un estrecho tramo herboso.

Este pasillo herboso nos permite evitar una gran pedrera que hay a la derecha, aunque en ocasiones debemos atravesar algún tramo más rocoso, guiados por hitos.

Seguimos subiendo con fuerza por los praderíos y las placas de granito.

Repentinamente llegamos a la cuenca de los Estanys Gelats, que quedan a nuestra izquierda. Sin embargo, esquivaremos esta cuenca por la derecha para entrar en el tubo rocoso del fondo, en el paraje conocido como la Comarcada d'Abellers o d'Avellaners, una amplia canal de granito que se abre entre las paredes de los Besiberris y la pirámide de Abellers y a la que nos dirigiremos.

Llegamos justo en el mismo momento en el que el Sol empieza a salir, iluminando la Punta Senyalada...

...y el horizonte meridional, como las montañas de Comaminyana y del Clot de l'Espós.

La tónica mayoritaria a partir de ahora va a ser ir saltando entre grandes bloques de granito que caen de la muralla, que tenemos muy cercana. Los hitos nos van guiando por los mejores pasos, mientras nos vamos acercando a la entrada de la canal. En mitad de la pedrera nos encontramos con un indicador señalando la dirección al Besiberri Sud, omnipresente al fondo de la Comarcada d'Abellers.

Para evitar el caos de granito, nos dirigiremos a la parte izquierda de la Comarcada d'Abellers, donde hay laderas herbosas que nos permiten un ascenso algo más cómodo. como la que vemos en el centro de la foto.

Pasamos por encima del segundo Estany Gelat, situado bajo la mole de la Punta Senyalada. Se llega a distinguir la cola del primero, a la izquierda, y se intuye el agujero donde está el tercero, en la parte superior derecha de la imagen.

Tras entrar en el tubo, nuestra dirección cambia, pues en vez de avanzar hacia la Collada d'Abellers, al fondo de la Comarcada (y que se ve en el extremo izquierdo de la foto), avanzamos en dirección a una visible canal que cae de la pared que es la que utilizaremos para subir a la cresta. 

La frontera entre la luz y la sombra la marca la cresta de los Besiberris, cuyo perfil oscuro se remarca frente a la Punta Senyalada: desde la Punta Passet a la izquierda hasta el redondeado Besiberri Sud a la derecha. Incluso se ve la pequeña punta del Comaloforno, a la derecha de la brecha.

Mientras subimos hacia la canal, vemos a la izquierda el Pic d'Abellers y su collado, por donde descenderemos y por donde va la vía normal al Besiberri Sud.

La parte inferior de la canal está colgada de derrubios, con bloques bastante grandes y estables.

Llegamos a la entrada de la canal y vemos como es de ascenso sencillo pero vertical, cortando en diagonal la pared de la muralla. A medida que entramos en la canal el tamaño de los bloques se va reduciendo y, sumándole a esto que la inclinación va aumentando, la consecuencia es que muchas piedras se van abajo con facilidad, lo que aconseja llevar un casco.

Evitamos ir por el centro de la canal, para poder ascender pegados a la pared y ayudarnos con las manos y evitar la parte central, mucho más descompuesta.

Llegamos al tramo más estrecho de la canal, donde se tienen que superar varias trepadas de primer grado.

Tras superar la parte más encajonada del tubo, llegamos a la parte superior, más sencilla. Vemos como al final de la canal hay un gran bloque empotrado; para esquivarlo, poco antes nos desviamos a la izquierda para trepar por unos pasos sencillos que nos permiten abandonar la canal.

Vista de las trepadas que realizamos para dejar el fondo de la canal.

Una vez fuera de la canal, solo tenemos que subir por esta amplia pero empinada ladera pedregosa para ganar el sendero que recorre la base de la cresta.

Entre la Punta Senyalada y el Pic d'Abellers, aparecen las Maladetas, con el Aneto en su centro.

Vista de la canal desde la parte superior de la misma. También se aprecian las trepadas por las que la hemos abandonado, a la derecha de la imagen.

Nos unimos al difuso sendero tras ascender unos 50 metros por la ladera.

Cercanas se encuentran las cumbres del Besiberri Sud y la Agulla Nord de Malavesina, que visitaremos más tarde.

De momento tenemos que ir hacia ese claro colladito que baja del espolón de la Agulla Sud de Malavesina. En segundo plano, la Punta Passet.

En el caso de que hagamos esta ruta en sentido contrario, debemos fijarnos en el espolón que se ve en el centro de la foto. A la izquierda del mismo se encuentra la canal. Importante acertar el camino, porque todo lo demás son abismos.

Tras bordear el espolón y pasamos a la otra vertiente, donde ya vemos el diente rocoso del Comaloforno en la parte superior de un desolador tubo que cae por las paredes graníticas.

La altiva y complicada Punta Passet, al otro lado de la Bretxa de Comaloforno.

Tras llanear unos metros para ir al centro de la canal, nos metemos en la pedriza que cae de la cumbre, muy descompuesta e incómoda de ascender.

Por ello, a la que podemos nos vamos a roca más firme, que implica trepar pero nos permite un ascenso mucho más cómodo. Vamos trazando una diagonal hacia la derecha de la cumbre.

Situados en la parte derecha del casco rocoso, encaramos ya el ascenso final a la cumbre, yendo hacia la pared. 

La vía de ascenso principal va por una estrecha y vertical canal que cruza en diagonal hacia la izquierda la gran roca de la cumbre y luego gira a la derecha. La segunda parte es algo más expuesta y técnica que la primera, con algún paso de II.

Tras la corta trepada nos plantamos en la estrecha y accidentada cumbre del Comaloforno.

Cumbre del Comaloforno, techo comarcal de la Alta Ribagorza y de todo Aigüestortes y Sant Maurici.
Desde su punto más alto, los Besiberris siguen hacia el norte, con el Besiberri Sud en primer plano, la bicéfala cumbre del Besiberri del Mig en segundo y la pirámide del Besiberri Nord en el punto más lejano, ya en el Valle de Arán.

Al sur, la agreste Punta de Passet y la llana Punta Lequeutre cierran el cresterío por el sur. En el horizonte, las montañas que cierran el valle de Boí por el sur.

La Ribera de Sant Nicolau se interna en el corazón de Aigüestortes, con las montañas de la Vall Fosca en el panorama más lejano.

Más al este, la cresta oriental del Comaloforno se hunde hacia el pantano de Cavallers, 1300 metros por debajo de nosotros. Al otro lado de este profundo foso, el otro gran tresmil de Aigüestortes: la solitaria y altiva Punta Alta de Comalesbienes.

Más allá del Pic de Abellers y la Punta Senyalada, el valle de Barravés separa los Besiberris de la Maladeta y la Ribagorza aragonesa.

Descendemos del Comaloforno por la canal de subida hasta que vemos que podemos tirar hacia la derecha, en búsqueda de la brecha que vemos enfrente, situada a la izquierda de la Agulla Sud de Malavesina.

Desde la brecha, el Comaloforno se ve temible, aunque luego su ascenso no sea tan complejo.

La brecha corta el espolón que previamente habíamos rodeado unos metros por debajo para llegar al Comaloforno. Tras saltar a la otra vertiente vemos como el Besiberri Sud queda cercano, pero queda un entretenido tramo para llegar a él.

Retornamos a la cresta y vamos unos metros por el mismo filo, muy aéreo pero fácil, hasta que varias brechas nos obligan a abandonarlo, de nuevo por la vertiente oeste.

Vista atrás del Comaloforno y de la Agulla Sud de Malavesina, que no es un tresmil al no cumplir los 10 metros de prominencia, a diferencia de su hermano septentrional, más bajo pero más aislado.

Para esquivar las brechas siempre vamos por la vertiente oeste de la cresta, aprovechando aéreas pero no muy complicadas viras. Puntualizar que en este tramo de cresta hay una línea de hitos que guían por los pasos más fáciles, aunque nosotros no lo seguimos al dedillo, pues intentamos ir siempre cercanos a la cresta y los hitos van varios metros por debajo.

En su parte más septentrional, el valle de Boí se abre en un dilatado circo, con multitud de estanys y montañas. En un primer plano, bajo la pared del Comaloforno, el Estany Gelat de Comaloforno.

El Besiberri Sud y la Agulla Nord de Malavesina. Para ascender a la aguja tenemos que rodearla por la izquierda e ir a su otra vertiente.

El recorrido es algo escabroso y siempre vertical pero nunca demasiado difícil, no superando los pasos el II grado. Aún así, hay algún paso algo expuesto en el que extremar las precauciones.

Cuando recuperamos el senderillo bajo la cresta, las dificultades casi desaparecen. Por esta vira bajo la Agulla Nord de Malavesina rodeamos esta cumbre.

El Besiberri S desde la brecha con la Agulla N de Malavesina.

Desde el collado, la Agulla N de Malavesina se encuentra a poco más de 10 metros pero tiene una pinta bastante feroz. El ascenso va por el estrechísimo filo de la corta arista norte, aunque empezamos por su cara este, la cual es una placa tumbada que cae hacia el vacío por lo que es muy impresionante. Aprovechando las grietas en el granito, superamos este primer y expuesto paso y nos plantamos en lo alto de la afilada arista.

Tras unos cortos pero aéreos pasos, llegamos en poco tiempo al segundo tresmil de la jornada, la Agulla N de Malavesina, que no está en la lista de Buyse pero que se ha comprobado que cumple todos los requisitos para estar dentro del club de los tresmiles al superar los 10 metros de prominencia. Esta cumbre tiene un magnífico primer plano del frontón del Comaloforno.

El gran pedregal que cae por la cara oriental de los Besiberris.


El descenso de esta agreste cumbre se hace por el mismo sitio, extremando las precauciones.

De nuevo en la brecha, no ascendemos directamente la cumbre del Besiberri S sino que la rodeamos por la izquierda...

...para ganar su cara oeste por unas fáciles viras herbosas.

La Agulla N de Malavesina vista desde la cara oeste del Besiberri S. También se tiene una perspectiva magnífica de la Punta Passet.

El valle de Gémena, con sus estanys al completo.

Una vez en la cara oeste, pocos metros nos separan de la cumbre del Besiberri Sud, a la que llegamos andando.

Cumbre del Besiberri Sud, la más sencilla del conjunto y con unas vistas muy similares al resto pero con una cima mucho más transitada.

El descenso transcurre por la cara oeste del Besiberri Sud en dirección a la Collada d'Abellers, tras la cual aparece el pico homónimo, de fácil acceso desde el collado.

Grandes paredes protegen la cara oeste de la cresta entre el Besiberri Sud y el Besiberri del Mig, al norte del Pas de Trescazes, punto más bajo de la cresta de los Besiberris (llegando aún así a los 2900 metros).

El penoso pedregal de acceso a la Collada d'Abellers desde el Valle de Besiberri, vía normal al Besiberri Sud desde este valle.

El gran domo del Besiberri Sud desde el collado. Como se puede ver, el ascenso desde aquí no tiene ninguna dificultad más que la inclinación e inestabilidad del terreno.

Yendo ahora bajo el Pic d'Abellers, no vamos por el fondo de la Comarcada, sino que aprovechamos las secciones herbosas que van por la derecha del tubo para descender altura con rapidez. 

La soberbia Punta Passet, rodeada de sus inexpugnables paredes.

Amenizamos el descenso observando los montañeros que al igual que nosotros hace un rato recorren la cresta entre el Comaloforno y el Besiberri Sud.

Sorprendentemente, encontramos bastante terreno herboso que nos facilita mucho el descenso. Por ello es totalmente recomendable no ir por el fondo de la canal e ir por la derecha de la misma.

Aparece el diente del Comaloforno, a la derecha del espolón de la Agulla Sud de Malavesina, que hemos atravesado tanto de ida como de vuelta, aunque a diferentes alturas del mismo.

Al llegar a la altura de la canal de ascenso al Comaloforno (desde aquí se ve perfectamente su recorrido diagonal), volvemos a recuperar el camino de subida, cerrando la corta circular que hemos hecho.

Ahora solo quedará bajar a los Estanys Gémena y, tras llegar al final del primero...

...seguir el camino que nos dejará en el Pont de Toirigo de nuevo, finalizando esta soberbia ruta a la cumbre de los Besiberris y de todo Aigüestortes.