Tossa Plana de Lles (2.905 m) y Pic de Setut (2.867 m) desde Cap de Rec

 El otro gigante de la Cerdanya

La Tossa Plana vista desde Lles de Cerdanya

La Tossa Plana de Lles o Pic de la Portelleta es la segunda y última montaña que supera la cifra de los 2.900 en la Cerdanya española. Junto al francés Carlit, máxima altura de la región, y el Puigpedrós, montaña más alta de Girona, completa la tríada de grandes montañas ceretanas. Muy cercano al segundo, solamente separados por el profundo valle de la Llosa, se podría considerar su montaña gemela. Al igual que el Puigpedrós, se trata de una montaña gigantesca, con grandes y suaves laderas cayendo de los distintos brazos que emergen de la cumbre; brazos que, por otra parte, delimitan bonitos y verticales circos donde aparece la cara más bravía de la montaña.

La Tossa Plana es, además, fronteriza con Andorra, siendo la sexta montaña más alta del país de los Pirineos. Tiene la peculiaridad de coronar la Vall del Madriu, dominando indiscutiblemente su cabecera con su bonita y salvaje cara norte, muy distinta a la suave y amable cara sur. La preciosa Vall del Madriu fue distinguido como patrimonio de la humanidad de la Unesco por ser un perfecto ejemplo de paisaje de alta montaña moldeado por el hombre a lo largo de siglos, siendo el único lugar de Andorra honrado con esta distinción.

En esta reseña se propone coronar la Tossa Plana de Lles por su vía normal desde el refugio del Cap del Rec. El plan original era una ascensión con raquetas pero, debido a la casi ausencia de nieve, se podría considerar como una ascensión estival. Para complementar el fácil ascenso a la Tossa Plana, que puede ser realizado por todos los públicos debido a su gran sencillez, se propone además ascender al Pic de Setut, la punta más occidental de la cresta que sale al oeste de la cota principal y, sin duda, la más agreste y vertical, y que nos proporcionará, en un también sencillo ascenso, una bonita perspectiva de la cara más bella de la Tossa Plana.

Ficha técnica

Desnivel: 1.080 m

Longitud: 15,2 km

Altura mínima: 1.950 m

Altura máxima: 2.905 m

Dificultad técnica: Nula. Trepadas muy sencillas con algo de ambiente en el ascenso al Pic de Setut.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix.

Acceso

El punto de inicio de esta ruta es el refugio del Cap del Rec, al que se llega tomando una pista asfaltada en el pueblo de Lles de Cerdanya. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace de Google Maps.

Fotodescripción

La suavidad del terreno en esta parte de la Cerdanya hace que, desde el refugio de Cap del Rec, apenas podamos ver las cabezas de las dos grandes cumbres de la zona: el domo del Tossal Bovinar y, a la derecha, nuestra cumbre de hoy: la inmensa Tossa Plana de Lles.

Para empezar la aproximación tomamos el marcado sendero al refugio del Pradell que empieza a la derecha de la caseta de la estación de esquí nórdico.

El sendero, bien trazado y repleto de señales para el recorrido invernal con raquetas, entra en el frondoso bosque que cubre la base de las montañas de Lles.

Llegamos a una pista, que seguimos muy brevemente puesto que...

...el sendero reaparece tras unos metros, entrando de nuevo en el bosque.

Durante este recorrido por la foresta, el ascenso es muy suave y apenas ganamos altura; solo en contadas ocasiones el camino se empina. 

Tras una larga recta en la que mantenemos la altitud, vemos como el bosque se va aclarando, señal de que...

...hemos llegado a la campa del Pradell, con su refugio en su parte alta, situado bajo la perfecta cúpula del Tossal Bovinar.

El Refugio del Pradell se encuentra cerrado y es de uso pastoril. Hasta aquí se puede llegar en coche en verano, opción utilizada por bastante gente.

Tras el refugio, aparece el primer cartel señalando el sendero a la Tossa Plana de Lles. Seguimos subiendo por el prado hasta que...

...encontramos la pista principal, que va del Cap del Rec hasta Arànser. En la primera curva se inicia el sendero, señalado con un cartel, indicando el camino a nuestra montaña. Aquí termina la aproximación y empieza el largo ascenso por la loma sur de la Tossa Plana de Lles.

Los primeros cien metros de la subida transcurren por un ancho camino que recorre el último bosque de la montaña.

El bosque desaparece repentinamente y nos deja en la parte inferior del Pla de les Someres, último rellano antes de la monumental Tossa Plana, que hace honor a su nombre. Y es que la pendiente del terreno es tan suave, especialmente en la parte alta, que no veremos la cumbre hasta los últimos metros.

Debemos cruzar ahora el Pla de les Someres en dirección a los abetos que puntean la ladera, justo antes de la siguiente subida destacada.

El Pla de les Someres es un marco perfecto para el Cadí, que aparece al completo a nuestra espalda, siendo esta zona uno de los mejores miradores de esta legendaria sierra.

Cuando nos encaramamos en la ladera, retomamos el sendero, que habíamos abandonado momentáneamente para recorrer el Pla de les Someres.

Al haber ganado bastante altura ya, por primera vez divisamos la Coma Extremera y las dos cumbres que la delimitan: el pico homónimo a la derecha y el cada vez más majestuoso Tossal Bovinar a la izquierda.

Más al oeste, la alargada Serra d'Airosa culmina en uno de los jefes de la zona: el Monturull, la última montaña de calado antes de que el cordal fronterizo se desplome sobre el Valira.

Siguiendo el sendero, afrontamos la pendiente más seria del día, que, todo sea dicho, es bastante asumible. La Tossa Plana es una montaña que se puede subir bastante relajadamente y por ello es considerada como una cumbre apta para todos los públicos.

La pendiente cede repentinamente en un breve rellano previo a una nueva ladera, esta ya salpicada por manchas de nieve. Y es que aunque parezca que estemos a principios de junio, estamos a finales de marzo, lo que da argumentos a los que, como un servidor, consideran que este año es de los peores años en cuanto a nieve y, en consecuencia, de agua, de la historia.

Igual que antes, encaramos la siguiente pendiente, que se diferencia de la anterior por la cada vez mayor presencia de bloques de granito.

Tras unos cien metros de ascenso llegamos al último semirellano de la Tossa Plana, que, aunque parezca lo contrario, aún no es visible. La cota puntiaguda que vemos delante no es sino la antecima sureste de nuestra montaña. La cumbre, al ser totalmente llana, quedará fuera de nuestra vista hasta prácticamente llegar a ella.

Aún así, nos dirigimos a la mencionada cota, por ser nuestra referencia más visible y porque, presumimos, será un buen mirador.

La pendiente vuelve a ser empinada y aunque podemos dar rodeos para evitarla, pisamos por primera vez la nieve para encaminarnos más directamente a la mencionada cota.

Los últimos metros transcurren de nuevo por terreno despejado de nieve.

Tras llegar al cordal, el panorama septentrional aparece ante nosotros. En primer plano, las últimas montañas del cordal de la Tossa Plana, la Tosseta de Vallcivera y la gran Muga, después de la cual la arista se desploma sobre el Riu de la Llosa. A los pies de la segunda cumbre vemos los lagos homónimos, situados en un remoto rincón al cual llega bastante poca gente.

Hacia el este, el gran altiplano de la Cerdanya se intuye separándonos de la Tossa d'Alp y del laberinto de las montañas de Núria. Nos impide una franca visión de ella la alargada sierra de la Carabassa, montaña que inicia la larga arista que culmina en...

...el gran domo del Puigpedrós, la cumbre más alta de la Cerdanya catalana y segunda de la región tras el Carlit.

Una vez cubierto el panorama oriental, andamos los últimos metros hasta nuestra cumbre, que queda algo apartada hacia el norte.

Así, andando prácticamente en llano, alcanzamos la cima de la Tossa Plana de Lles.

Hacia el norte, la cabecera del Madriu, aún con bastante nieve, pero con el Estany de la Bova ya descongelado. Y eso que aún estamos en marzo...

Aunque la temperatura no sea especialmente baja, el intenso viento hace que la estancia en la cumbre sea breve, puesto que el ambiente es gélido. Antes, sin embargo, le echamos un buen vistazo a nuestro siguiente objetivo, que nos espera en el otro extremo del circo de la Portelleta.

Se trata del Pic de Setut, que muestra una cara muy distinta a la de la amable Tossa Plana de Lles; su cara norte es una feroz diente de oscuro granito con verticales canales cayendo sobre el fondo del circo.

Una ancha cresta con cornisas generadas por el viento es lo que nos separa del Pic de Setut y por ella empezamos nuestra andadura.

Toda la nieve que queda en lo alto de la Tossa Plana parece que se concentra aquí, ya que el viento ha formado notables grosores que complican el cresteo y nos obliga a tener cuidado en los momentos en los que nos acercamos a los abismos septentrionales de la cresta.

Tras ascender o sortear distintas cotas, nos acercamos al collado previo al Pic de Setut.

Desde el collado nos espera un fácil ascenso por la empinada cara sur de la montaña, de sencillo acceso a pesar de unas breves trepadas evitables que realizamos para evitar la descompuesta ladera de la izquierda.

Aunque dista de competir con el vacío de su cara norte, el Pic de Setut es airoso por todas sus vertientes. Hacia el oeste, una vertical arista cae hacia la Portella de Setut, que separa esta cumbre de las montañas que rodean la Coma Extremera.

Apenas nos separan treinta metros del Pic de Setut, que ganamos por una ladera con bastante bloque de granito.

Una corta y aguda cresta nos deja en la estrecha cumbre del Pic de Setut.

La principal atracción de esta cumbre es gozar de las vistas hacia el hermano mayor, la Tossa Plana de Lles, que muestra mucha más personalidad desde aquí comparado con el escaso carácter de su cara sur. Su vertical cara norte está rasgada por numerosas canales nevadas que separan bonitos espolones.

Desde la Tossa Plana de Lles, su cumbre más alta, el Riu Madriu desciende por su valle (catalogado por la Unesco como patrimonio de la humanidad) hasta el interior de Andorra, donde se une al Valira d'Orient en la población de Escaldes, contigua a la capital andorrana.

Precisamente hacia esa dirección, por encima de la Tossa de Braibal, aparecen dos de los grandes: a la izquierda el Comapedrosa, montaña más alta de Andorra, y, a la derecha y más lejana, la augusta Pica d'Estats rodeada de su corte, donde se encuentran los últimos tresmiles del Pirineo.

Hacia el oeste, la cúpula del Tossal Bovinar domina contundentemente sobre el resto del cordal fronterizo, que sigue hacia el oeste unos kilómetros más hasta el Monturull.

Para descender, desandamos la cresta del Pic de Setut de nuevo hacia la Tossa Plana de Lles, con la otra gran Tossa de la Cerdanya, la de Alp, en el horizonte.

No hace falta volver a la cumbre, cuando vemos que a la derecha se ha abierto de nuevo la gran loma de la Tossa Plana nos lanzamos por ella.

Las grandes campas que cubren toda esta loma pueden hacer que en días de menor visibilidad, en los que se pierdan las referencias, la orientación sea difícil. Hoy, la dificultad es nula.

Así, ganado de nuevo el sendero utilizado en el ascenso, empezamos el largo retorno al Cap del Rec, amenizado por las majestuosas panorámicas sobre el Cadí, del que se tienen unas vistas inmejorables.

Mirando atrás, nos vamos despidiendo del Tossal Bovinar y el Pic de Coma Extremera, que nos han acompañado en casi toda la jornada...

...al igual que del Pic de Setut, que pasaría desapercibido si no fuera porque sabemos que se trata de la última aguja que se divisa en la cresta.

Finalmente, mientras vamos alejándonos de sus vastas laderas, nos vamos despidiendo la descomunal Tossa Plana de Lles, indudablemente una de las grandes montañas del Pirineo catalán.