Serrat de la Corona (1.576 m) y La Trona (1.405 m) desde el Coll d'Ares

Mont-Rebei desde las alturas

La inmensa pared de Catalunya vista desde Mont-Rebei

Mont-Rebei es uno de los principales accidentes geográficos del Prepirineo. La Noguera Ribagorçana se ha tenido que abrir paso por el colosal Montsec horadando un espectacular desfiladero, entre rojizas paredes de varios centenares de metros verticales, en un espectacular paraje donde el río y las agrestes sierras que hacen de avanzadilla a la cordillera principal forman un tándem indisoluble que visitan decenas de miles de personas cada año, principalmente desde el norte, pues es la ruta que cubre menos desnivel y dificultad, siendo un auténtico paseo. Desde el sur, Corçà era la principal vía, siendo una ruta con bastante más gracia que la anterior, pero en estos últimos años esta ruta se ha visto superada por una alternativa, y es que se ha mejorado una vía desde Aragón, concretamente desde el albergue de Montfalcó, que ha salido en varios medios de comunicación pues una parte de la ruta accede por unas vistosas pasarelas colgadas en la pared

La espectacularidad del lugar y la facilidad de acceder al mismo, sobretodo desde Pont de Montanyana, ha provocado que en los últimos años la afluencia de gente que atraviesa Mont-Rebei aumente año tras año, formándose auténticas procesiones por lugares donde no deberían. Los intentos de controlar el flujo de gente se han probado inútiles pues la gente hace caso omiso de las recomendaciones y normas, olvidando que Mont-Rebei es un terreno de montaña especialmente delicado pues la erosión en el Montsec es especialmente agresiva. Cada año hay accidentes en Mont-Rebei, algunos mortales, y en los últimos años se han decretado varios cierres del congosto, de varios meses de duración, por importantes desprendimientos que han afectado el camino y para prevenir más incidentes mortales. Por todos estos factores Mont-Rebei ha quedado algo deslucido a la espera de que se regule de alguna forma la horda de turistas que invaden año tras año uno de los enclaves más bonitos de la región.

Aún así, hay una manera de observar Mont-Rebei evitando todo el volumen de gente de la zona y esta manera es por arriba. Tanto desde Lo Graller, cumbre del Montsec d'Estall, la parte de la sierra aragonesa, como desde el extremo occidental del Montsec d'Ares, el Montsec central, hay una soberbia vista cenital del desfiladero y, lo que es mejor, probablemente sin encontrarnos a nadie en todo la ruta, contrastando con las centenares de hormigas que veremos mil metros por debajo. En esta ruta detallo la ruta que transcurre por el Serrat de la Corona, la parte más occidental del Montsec d'Ares, saliendo desde el Coll d'Ares y yendo a toda cresta hacia el oeste hasta llegar a la vertical de Mont-Rebei, antes de que el Montsec se hunda en la Noguera Ribagorçana.

Ficha técnica

Desnivel: 550 m

Longitud: 12 km

Altura mínima: 1.315 m

Altura máxima: 1.572 m

Dificultad técnica: Nula

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

El Coll d'Ares es el punto más alto de la carretera que une Àger con Sant Esteve de la Sarga. Aparcaremos en el mismo collado, donde hay una pequeño apartado en la carretera para aparcar. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Salimos del Coll d'Ares, a una altura más que notable, y es que aunque empezaremos subiendo, la mayor parte de la ida será en descenso. En primer lugar, tomamos la pista de cemento que va del Coll d'Ares al observatorio astronómico del Montsec, cuya cúpula vemos en lo más alto de la primera cota que tenemos que superar, siendo la más alta del Serrat de la Corona aunque no la que tiene el vértice. 

Tras una breve subida llegamos al observatorio, que aprovecha la poca contaminación lumínica de la zona para observar el espacio (el Montsec ha sido incluso certificado como zona Starlight, que premia los lugares del mundo con una mejor visibilidad nocturna del cielo).

En esta época del año el Montsec aún conserva nieve en su parte más umbría.

Hacia el sur vemos las siluetas superpuestas de las sierras prepirenaicas protegiendo la Noguera de la niebla que cubre todo el Pla de Lleida.

Tras el observatorio, la carretera se convierte en una pista de tierra muy degradada que baja y sube las distintas cotas del Serrat de la Corona.

Dejamos atrás el observatorio protegido por este bonito espolón hacia el sur. 

Vale la pena desviarse un poco hacia la izquierda pues nos asomaremos a la agreste vertiente sur del Montsec, con sus clásicas proas desplomándose hacia la Vall d'Àger.

Superada la segunda cota tocará afrontar la tercera, que le da el nombre al sector donde estamos.

Bajamos de nuevo y emprendemos el breve ascenso a La Corona...

...que está señalado con el vértice y un vistoso hito algo apartados de la pista, cosa que nos obligará a abandonarla momentáneamente para ascender a la cumbre.

Desde La Corona, si miramos hacia el este vemos las otras cotas del Serrat de la Corona, con el Castell de Sant Alís, máxima cumbre del Montsec d'Ares en un poco vistoso segundo plano.


Si miramos hacia el este, el muro de Lo Graller, cumbre del Montsec d'Estall aparece sobre la loma por la que bajaremos pero las perspectivas engañan, entre ambos está un surco de mil metros de profundidad: Mont-Rebei.
Así pues, nos empezamos a dirigir hacia la pared, empezando la larga bajada hacia La Trona, que es la pequeña protuberancia que hay al fondo de la loma. Utilizamos la pista que, aunque casi impracticable para vehículos, nos viene de perlas para avanzar con rapidez.

Aunque el avance es algo monótono, aprovechamos la comodidad de la pista y la excepcional visibilidad del cielo para disfrutar de las dilatadas panorámicas que se disfrutan del Montsec, privilegiado mirador de casi la totalidad del Pirineo y es que se puede llegar a ver desde los Pirineos de Girona hasta las grandes cumbres de los Pirineos Occidentales. Vamos por partes: al este, el Cadí y el Port del Comte, con los pollegons del Pedraforca asomando entre los dos.

Después de las montañas andorranas y pallaresas, vemos la Vall Fosca, con el Montsent de Pallars en una posición central.

Vamos girando a la izquierda y le toca el turno a los Besiberris y la Maladeta.

Vamos terminando los 180 grados con la Punta Suelza, Cotiella y las Treserols.

Y ya muy lejanos, Tendeñera, Collarada y, a la derecha del Canciás, las sombras blancas del macizo del Aspe. Más a la izquierda, se puede ver incluso la gran cúpula del Moncayo, ya en el Sistema Ibérico. Casi nada.

Avanzamos un buen rato por el suave lomo hasta que llegamos a La Trona, una protuberancia al final de la misma antes de que el Montsec d'Ares empiece su hundimiento hacia el desfiladero.

Desde esta cota ya podemos ver Mont-Rebei a nuestros pies, viéndose especialmente bien el Congost del Seguer, donde se encuentra el puente que une Aragón y Catalunya, y también se observan con claridad las pasarelas de Montfalcó.

Decidimos avanzar un poco más en dirección oeste, en dirección a unas cotas situadas algo más abajo, siendo, estas sí, las últimas cotas del Montsec antes del desfiladero. La pista termina en La Trona pero de la misma sale un difuso sendero que sigue la cresta, seguramente utilizado por los numerosos escaladores que ascienden a vías de la zona. Este descenso es lo más abrupto del día, por lo descompuesto del terreno y por la inclinación del mismo, pero se hace bien.
Tras llegar al punto más bajo, empezamos a subir hacia las cotas, que forman una especie de "forca", con una estética brecha entremedio, mientras se intuye detrás de la misma la pavorosa Paret de Catalunya, que en este punto ya supera los 300 metros de caída libre.

Subimos a la primera de las cotas, que queda algo separada de la pared, y nos asomamos con cuidado a la misma.  La vista es de las que quitan el hipo, aunque los que tengan vértigo mejor abstenerse. Estamos en lo alto de la Paret de Catalunya, la pared del Montsec d'Ares que protege la vertiente derecha de Mont-Rebei, mientras tenemos enfrente la Pared de Aragón, la gemela aragonesa que se ocupa de la vertiente izquierda del desfiladero.

Aunque la parte más espectacular de Mont-Rebei queda escondida por la misma sierra, si que tenemos una visión impresionante de la pared gemela, la del Montsec d'Estall, de una magnitud igual que la que estamos.

Se ven perfectamente tanto el puente del Congost del Siguer como las pasarelas de Montfalcó, que permiten el paso del albergue, que vemos al fondo a la izquierda a Mont-Rebei.  Aunque la parte más angosta del congosto queda escondida por la perspectiva, si que podemos ver su entrada con claridad.

El pantano de Canelles con un recorrido sinuoso mientras esquiva las montañas de La Noguera y la Litera.

Aunque intentamos avanzar un poco más para intentar ganar algo de perspectiva, vemos como la cresta sigue tapándola, por lo que nos disponemos a regresar.

Tomamos de vuelta el sendero a la Trona, que pasa por el mismo lado de la pared y de las agujas que se descuelgan de la misma.

Ascendiendo a la Trona vemos la bicéfala cumbre innominada donde nos hemos acercado.

De nuevo en la pista empezamos la larga subida hacia La Corona, mientras el Castell de Sant Alís muestra su cabeza detrás de la cresta.

Una vez llegados a La Corona, apenas nos quedará hacer los dos últimos subibajas para llegar con rapidez al Coll d'Ares, finalizando esta ruta por el Serrat de la Corona, que nos ha permitido ver una vista única y original del siempre espectacular Mont-Rebei.