Circular al Pui de Lleràs (1.692 m) desde Espluga de la Serra

El Pui de Lleràs, el "Lejano Oeste" en la Terreta

Lo Castell del Mall y la Roca de la Pedregó con Sant Gervàs de fondo.

La Terreta es la única cuenca del Pallars Jussà que se encuentra en la Noguera Ribagorçana, a diferencia de las otras tres, que se encuentran en las orillas de la Noguera Pallaresa. La Terreta se encuentra delimitada por dos grandes sierras: Sant Gervàs al norte y el Montsec al sur, donde el río abre el fabuloso Mont-Rebei para abrirse paso hacia las llanuras meridionales. El cordal que separa la Terreta del resto del Pallars es la que precisamente une estas dos sierras. A lo largo de sus 30 quilómetros, esta sierra recibe varios nombres a medida que va avanzando hacia el norte y se va definiendo cada vez más: Montllobar, la Sarga, Gurp...

Sin embargo, la montaña más famosa de este largo eje divisorio es el Pui de Lleràs. Esta montaña está situada bastante al norte del mismo, muy cercano al frontón de Sant Gervàs, y aunque no es la máxima altura del cordal (honor que le corresponde a una cota innominada algo más al norte), sin duda se trata de la cumbre más individualizada y ascendida de la sierra. Esta masiva montaña está rodeada de grandes roquedos y agujas, algunos auténticas fortalezas, y otras, con los sugerentes nombres de Roca-Espasa, son filos verticales de roca que se levantan abruptamente entre las anchas laderas del Pui, pareciendo a veces el entorno al del Lejano Oeste americano.´

En esta excursión se propone una circular por parte de la Sierra del Castellet, ascendiendo al cordal por la collada del Castellet y descendiendo del mismo por la collada de Serradell, dándonos la oportunidad de ver todas estas únicas estructuras rocosas tanto por abajo como por arriba, desde la cumbre del Pui de Lleràs.

Ficha técnica

Desnivel: 700 m

Longitud: 12,5 km

Altura mínima: 1.070 m

Altura máxima: 1.692 m

Dificultad técnica: Nula

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Espluga de la Serra es un pueblo al cual se llega tomando la carretera de la Torre de Tamúrcia desde la N-230. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Salimos de Espluga de la Serra, remoto pueblo en lo más alto de la Terreta por la pista que va descendiendo hacia el Castellet. La pista, muy plácida, va vadeando barrancos que caen de lo alto del Pui de Lleràs entre las portentosas agujas que lo protegen y de las cuales tenemos óptimas vistas.

Las grandes paredes abundan en esta zona, pues la de Sant Gervàs también es de una gran magnitud.

La Pala del Teller, cumbre de Sant Gervàs y máxima altura de la zona.

Siguiendo la pista hacia El Castellet, llegamos al precioso rincón de la Font dels Capellans, situado debajo de la Roca-Espasa d'Espluga de la Serra.

Si avanzamos un poco, la Roca-Espasa se convierte en una bonita torre, similar al legendario Cavall Bernat de Montserrat.

Tras pasar por el lado de la Font dels Capellans la pista empezará a descender hasta llegar al Colliró, collado que separa el Tossal de la Marina del Pui de Lleràs y bajo el cual se encuentra la escondida aldea de El Castellet.

Llegamos al Castellet pero nosotros seguimos la pista, que ahora se dirige a Sapeira. Vemos por primera vez el Pui de Lleràs, cuya achaparrada cumbre apenas destaca en comparación a las vertiginosas proas que caen de su vertiente oeste.
Seguimos avanzando por la pista que ahora se dirige a Sapeira. Primero pasamos por la Font del Castellet (en la foto) y luego cruzamos el Barranc de la Plana.
La Roca Foradada y su gran ojo nos miran desde las alturas.

Justo después de cruzar el Barranc de la Plana llegamos a un cruce clave, puesto que a mano izquierda se abrirá el camino (al principio empedrado) que llevará nuestros pasos a la Collada del Castellet.
Cuando entramos en el vallecito del Comellar, el sendero se difumina al cruzar varias lleras de barranco, pero los abundantes hitos no dan lugar a dudas.
 Tras dejar de lado varias bordas y corrales, el sendero bordea dos campos vallados y, tras superarlos, entra en el fondo del barranco.

El camino bordea la base del Castell del Mall y la Roca de la Pedregó, que forman un pequeño circo rocoso. 
Tras los campos, el sendero llega al fondo del valle y empieza a subir por una loma que llega hasta lo alto del cordal. Concretamente, la que se ve en el centro de la fotografía. A la derecha de la misma, el intenso verde de la Fageda del Castellet. 
Tras bordear por arriba el último campo, cruzamos un último barranco y empezamos a subir por la loma mediante zigzags. Si miramos atrás vemos gran parte de la Terreta.

La subida por la loma es dura pero las vistas, como esta del Castell del Mall y la Roca de la Pedregó, en un paisaje que podría pasar por el lejano oeste americano, nos dan fuerzas para seguir.
Delante nuestro también vemos esta vistosa formación rocosa, por donde cae algo de agua formando una exigua cascada.

Delante tenemos la Fageda del Castellet, a la cual no llegaremos pues, cuando llegamos a la base del escarpe rocoso del fondo, el camino traza una diagonal hacia la Collada del Castellet. 
Estamos llegando a la parte superior del circo e incluso podemos intuir la Collada del Castellet a la izquierda.
Aún algo lejano, también vemos el Pui de Lleràs.

Detrás de los órganos de la Roca de la Pedregó, vemos la Avedoga d'Adons, la otra gran cumbre de Sant Gervàs y en el horizonte, las nevadas cumbres pirenaicas.

Llegamos a la Collada del Castellet. Estamos en una gran intersección de caminos, pues el cordal de la sierra está bastante humanizado y recorrido por un gran número de pistas. Nosotros empezaremos a ascender por la que va directamente por lo alto del cordal hacia el norte.

Al haber ganado bastante altura ya podemos ver bien las montañas que ejercen de muralla meridional del Pirineo con la Pica de Cerví en el centro. A la izquierda, las montañas de Boí y a la derecha el Tossal Llarg, en el valle de Filià.

Tras unos metros por la pista, nos desviamos de la misma para ascender rápidamente al Turó del Caramell, una cumbre secundaria del cordal, que vemos al fondo de la foto.

Desde el Turó del Caramell, vista atrás sobre la Fageda del Castellet y todo el valle de la Noguera Ribagorçana.

Si tiramos de zoom, vemos como la pista sigue todo el cordal. En segundo plano vemos el Tossal de Codonyac, máxima altura de la Serra de Gurp y, en lontananza, la brecha de Mont-Rebei.

Ahora toca ver desde arriba la Roca Foradada y la Roca-Espasa del Castellet. Igualmente, se observa perfectamente como la silueta blanca del Pirineo aragonés aparece detrás de Sant Gervàs.

Empezamos a descender de nuevo hacia la pista para subir a la Roca Lleuda, un altar rocoso que se desploma hacia occidente con una poderosa pared. Al fondo, el Pui de Lleràs.

Mientras vamos andando por la pista, tenemos la oportunidad de ver las lejanas montañas del Alt Pirineu y Andorra.

La Roca Foradada y la Roca-Espasa del Castellet, algunas de las poderosas torres que protegen el Pui de Lleràs.

Primero dejamos atrás el Turó del Caramell...

...y luego la Roca Lleuda para ya emprender el ascenso definitivo al Pui de Lleràs.

Finalmente, en una bifurcación se abre el camino que asciende los escasos 100 metros de desnivel que nos separan de la herbosa y amable cumbre del Pui de Lleràs, donde hay una caseta de vigilancia forestal.

La cumbre del Pui de Lleràs, uno de los grandes miradores de los valles de las dos Nogueras, vértebras del Pirineo de Lleida.
Chía, Punta Suelza, Eristes y Posets.

Algo más a la derecha, el Vallibierna y el sector oriental de las Maladetas aparece detrás de Sant Gervàs.

Al este, tras las estribaciones del Boumort, el lejano Pirineo Oriental y el Cadí.

Hacia el norte, vemos como las torres rocosas no son exclusivas de la ladera occidental del Pui de Lleràs, pues una miríada de grandes agujas pueblan las laderas del Cornàs. Detràs de la Capcera, el inicio de la Vall Fosca.

El Valle de la Noguera Pallaresa.
Ahora tocará descender la arista norte del Pui de Lleràs para unirnos a la pista, que sigue hacia el norte.

La arista es muy ancha pero está muy descompuesta y a la derecha se abre una buena pared, por lo que mejor no acercarse mucho.

Al sur del valle de Serradell predominan las anchas muelas, como el Turó de Santa Eulàlia la Vella.

En el norte, en cambio, hay más agujas, como les Roques del Seix y les Picorres.

Tras el destrepe de un corto muro, llegamos al fin a la pista, que seguiremos un buen rato.

Desde este punto, podemos ver porque se llaman Roca-Espasa a las dos principales formaciones rocosas de la zona, pues son auténticos filos de piedra que cortan el paisaje.

Dejamos atrás la ancha cumbre del Pui de Lleràs y empezamos a avanzar por la pista.

Ya tenemos mucho más cercano Espluga de la Serra.

La pista, muy degradada, entra en terreno muy rocoso cuando el cordal se estrecha mientras profundos barrancos se abren a banda y banda de la sierra.

Tras cruzar varios collados y una línea eléctrica llegamos por fin al Coll de Serradell pero el sendero hacia Espluga no sale del mismo, pues a nuestra izquierda el descenso a la Terreta no es viable por la presencia de grandes murallones.

Cuando nos hemos alejado bastante, nos giramos para ver con mayor perspectiva el Pui de Lleràs.

El Turbón y el Cotiella, dos de los grandes colosos del Prepirineo aragonés.

También observamos con gran detalle la Pala de Teller, con su gran muro meridional, es la mayor altura de la Terreta.

  Tenemos que avanzar un poco más hasta un indicador que nos señala un sendero que se abre a la izquierda que indica el descenso a Espluga de la Serra por la Costa Cirera.

El sendero bordea un barranco y se acerca a una gran pared aparentemente insalvable. Afortunadamente, una vira nos permite salvar la misma y descender hasta la misma base por terreno rocoso y descompuesto pero fácil. 
Los cuchillos de conglomerado de les Roques-Espases se internan en la Terreta.

Descendida la vira, vista atrás sobre la misma. El sendero, abandonando ya las grandes paredes, empieza a bajar directamente hacia el pueblo.

Llegamos a un prado donde hay árboles replantados y, a pesar de que aquí el camino se pierde, cruzamos la pradera para recuperarlo. 

Por esa vira bajo la pared hemos descendido de lo alto del cordal.

En este punto volvemos a perder el camino, pero ya no hay pérdida, tenemos el pueblo muy cercano.

Y cierro la reseña de hoy con esta bonita perspectiva de la Pala del Teller y l'Avedoga d'Adons, que cierran la preciosa cuenca de la Terreta por el norte, una zona que vale la pena conocer.